Las chicas, Byron, Albeiro y Doña Hilda, estuvieron junto a Catalina en todo momento en cuanto despierto, su mamá le poderoso una taza de té caliente para calmarla.
B: Catica diganos hombre, ¿Que le pasó? -le insiste. Cata no dice nada y le da un sorbo a su taza de té.
H: Mi amor, si no nos dice a los que la queremos, ¿entonces a quién?
A: Quiubo pues Catalina. Díganos. -exige con desespero- ¿Algún man se metió con usted? Le hicieron algo ¿o que?
J: Eh... ¿y porque no nos dejan hablar con ella?
B: Listo, no demoren pues. -responde y se baja de la cama donde estaba sentado junto a su hermana.
Hilda, Byron y Albeiro salen de la habitación y Ximena cierra la puerta.
J: Camine, arréglese -dice emocionada con una sonrisa y jala a Catalina del brazo.
C: ¡Ay ya Jessica! Déjeme -dice con lágrimas.
X: Cata, tenemos que irnos.
C: ¿A donde? -responde sin ánimo.
J: Cata, es que... Mariño la está esperando -ríe- es lo que usted estaba esperando. -se sienta a su lado en la cama y Ximena imita la acción.
C: ¿Pa' que? -pregunta confundida.
J: Como que para que, no pregunte cosas bobas. Mariño quiere estar con usted. ¿Y sabe que? Le mando esta platica por adelantado. -le muestra el paquete- así que si se quiere operar lo puede hacer ya... -Catalina solloza- ¿Pero que es lo que le pasa?, ¿porque pone esa cara? Yo creo que se iba a poner contenta, son los cinco millones que usted estaba necesitando Catalina, alégrese. Ay mire levántese que ese man ya nos está esperando.
C: Jessica... -dice sollozante.
J: ¿Qué pasa, Catalina?
Alguien toca la puerta.
J: Qué, ¿abro?
C: ¿Quién es?
P: Cata, soy yo Paola. ¡Ábrame rápido! -Ximena le abre y la deja pasar- Volvió el escolta de Mariño.
J: ¿Si ve Catalina? Lo que le dije, ese mancito está loquito por usted.
X: Cata, ¿qué es lo que le pasa, usted no estaba esperando este momento?
C: Jessica vaya y dígale a ese señor que yo no voy a estar con el.
P: Como así, ¿a usted quién la entiende, Cata? ¡Por Dios!
C: ¡Es que no puedo!
J: ¡Como así que no puede! No la estoy entendiendo, Mariño le acaba de entregar los cinco millones de pesos.
C: Si Jessica, pero es que esa plata la está pagando por mi virginidad y eso ya no existe.
X: ¡Qué!
P: ¿¡Queee!? -exclama al mismo tiempo que Ximena.
C: Es que yo anoche perdí mi virginidad.
J: Mentirosa.
C: Es cierto Jessica.
J: ¿Y usted porque no se aguanto? -habla entre dientes y molesta- ¿Porque no le dijo al bobo ese de Albeiro que esperara?
C: Jessica si hubiera sido con Albeiro, ¿Usted cree que yo estaría así?
J: Entonces...
C: Fue con Caballo, el escolta de Mariño.
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Sin tetas NO HAY paraíso
Roman pour AdolescentsLa historia real de una joven dispuesta a arriesgarlo todo con el fin de escapar del agujero de la pobreza en que vive y cumplir su sueño de ser actriz. Con solo 14 años, Catalina, quién vive en un barrio marginal de Pereira, desea implantarse silic...