3-La llegada a Madrid

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Amanda

Después de horas, y horas de viaje por fin el piloto dijo que ya faltaba poco para aterrizar. Lo cual agradezco enormemente ya que Evan ronca... ¡Y mucho!

-Oye, Evan- le decía y movía para que despertara. -Tienes que despertar, las azafatas dijeron que tienes que enderezar el asiento- lo seguía moviendo y no pasaba nada -este chicho quiete el sueño más pesado que yo- pensé.

Después de estar unos minutos intentando me rendí. No se despertaba, y no sabía si era porque me estaba ignorando o porque sencillamente tenía el sueño muy pesado. Realmente espero sea la segunda opción.

No pasó mucho cuando la azafata llegó y le pidió que se enderezara.

-Ya lo intente, es un caso perdido- le dije a la aeromoza. Ella solo me sonrió y siguió intentando que se despertara. -Le dije es caso perdido-.

La azafata no encontró más opción que estirar su mano y enderezar el asiento, y se retiró. ¿Estaba permitido que una aeromoza enderezara tu asiento?

Ahora empezaba la pesadilla... el aterrizaje. El momento el cual el avión mas tiembla y sientes que vas a morir, porque el avión se va a caer. Ese momento en el cual tienes que agarrar la bolsa de que ponen para vomitar porque te mareas. Ese momento en el cual le rezas al Dios que tu creas.

Al inicio del aterrizaje todo iba perfecto, hasta que por un movimiento brusco del avión Evan se despertó, y se giro para mirarme. Me barrio con la mirada, y se empezó a reír. -¿y a este chico que le pasa?- pensé, -¿de que se ríe?- dije en mi mente.

-¿Estás llorando?- me dijo entre risas. -¿Que si estoy llorando?- pensé y toque mi cara y efectivamente tenía lágrimas.

-No. No estoy llorando- le respondí.

-Dile eso a tus lágrimas que caen por tu cara- dijo.

-Son lágrimas involuntarias- y yo tenía razón, mis lentes de contacto aveces hacen que me llore más el ojo, o que se me sequen. -Son producidas por mis lentes de contacto-.

-Si, haré como que te creo- dijo y el avión empezó a temblar. Por instinto Evan puso su brazo por mi pecho para hacer un tipo de protección. Como esos que las madres hacen cuando frenan muy fuerte.
Yo solo me agarré del asiento y respiré ondo.

Una vez ya aterrizamos - de una manera muy brusca por cierto- Yo seguía respirando fuertemente , y caí en cuenta que Evan todavía me estaba agarrando y tenía los ojos cerrados.

-Oye, ya puedes soltarme- le dije y el miro su brazo y lo quito.

-Lo siento, no se lo cuentes a nadie por favor.

-¿Acaso no quieres que tu reputación se vaya por el caño?- le dije y el me miro seriamente.

-No quiero que solo por culpa de una cría todo mi esfuerzo se vaya por el caño.

-Oye. Fuiste tú quien se agarro de mí, no yo.- le dije y me crucé de brazos. Mientras nos seguimos mirando, yo podía sentir y escuchar cómo todas las personas bajaban del avión. -Además- continue hablando.-¿Que te importa que tu reputación se vaya al caño?, si literalmente estamos al otro lado del mundo, donde, oh ¡Sorpresa! ¡Nadie te conoce! la única que te "conoce" soy yo.

-No se si te puedo considerar conocida. La verdad, estar sentado y hablando contigo en este mismo instante me esta bajando puntos en cuestión de popularidad- dijo. Y acá fue donde me di cuenta realmente cómo es este sujeto que se hace llamar Evan. No puedo creer que me haya gustado todo este tiempo, si es un creído. -Por lo cual- siguió el.- Te voy a pedir que si nos encontramos nuevamente en lo que queda de este intercambio. Actúes como que no me conoces-.

-¿Y por qué debería yo hacer eso?

-Para no arruinar mi reputación frente a las chicas de este país, un amigo me dijo que están para comérselas.

-Eres un cerdo, y tranquilo, yo tampoco quiero verte nuevamente. Ya me di cuenta la clase de chico que eres.- Le dije y me pare de mi asiento, la fila de gente ya casi no estaba. Gracias a dios el compartimiento de arriba estaba abierto y puede sacar mi valija de mano sin ningún problema. Podía escuchar cómo Evan hacia lo mismo.

Salí del avión y comencé mi camino para buscar mi valija grande, y así de una vez por todas alejarme de Evan.

Una vez en la zona para recoger las maletas, decidí escribirle un mensaje a mamá y a papá diciéndoles que llegue bien.  También les dije que ya compraría una tarjeta SIM para poder tener internet y para poder llamarlos sin ningún problema. Al pasar 10 minutos porfi pude visualizar mi maleta en la cita giratoria. Intente sacarla, pero pesaba mucho ¿Qué había metido acá adentro? Intente sacarla en tres oportunidades...Todas fueron en vano. La maleta quería seguir estando en la cinta giratoria. La maleta dio otra vuelta más y vi que alguien la tomo.

-Toma pequeñaja, parece que ye hace falta hacer ejercicios de brazo- Dijo aquel sujeto que tomo mi maleta. Ese sujeto el cual me había molestado casi todo el aterrizaje. Ese sujeto que se hace llamar Evan.

-Gracias. Y no, fíjate que si hago brazos en el gimnasio, pero no siempre funciona para tener más fuerza- mentí, claramente no iba al gimnasio, me daba una flojera horrible ir,

-Lo que tu digas pequeñaja. Ademas no necesitas sacar excusas, ambos sabemos que no vas al gimnasio.

-¡No es ninguna excusa! Ademas ¿No querías que no nos vieran juntos?

-Esta es la ultima vez que me veras en este viaje, dalo por seguro. Solo quería que la ultima impresión que te llevaras de mí fuera buena.

-Ya es tarde para intentas cambiar las impresiones que ya tuve sobre tí. Ahora si me disculpas, mi Host Family debe estar esperándome. Por lo cual, nos vemos en Estados Unidos Evan.- Dije y me fui, sin saber qué esta no iba a hacer la ultima vez que lo vería durante este viaje.

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Y bueno, ¡volví! después de casi 4 meses. La verdad, ya no tenia inspiración y hoy me propuse terminar este capitulo. Espero que todo/as hayan tenido unas buenas fiestas.

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Nos vemos en la proxima.

Un beso

Elle

Un beso y un abrazo en MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora