9-El problema del balcón

10 2 0
                                    

POV Amanda

Esto debía ser una broma, ahora resulta Que compartimos la misma vista

-Te dije que nos veríamos seguido-dijo Evan con tono arrogante.

Me llego a preguntar si él siempre será así. Evan en Estados Unidos es el típico jugador de fútbol americano, que tiene un gran grupo de amigos, y que sé la pasa de fiesta. El año pasado estaba "saliendo" con Olive Cooper. Una chica de otra escuela, la cual pertenecía a la liga de voleibol. Al decir salir entre comillas es porque Evan nunca aclaró lo que realmente era con Olive. Según ella, él era un chico encantador y que no podía pedir un mejor novio. Mientras que por el otro lado, Evan negaba tener una relación más allá de "amigos con derecho".

No voy a negar que por unos largos instantes quise estar en la posición de Olive, y ser a mí a quien Evan besara después de un juego. Pero la verdad, ahora que conozco a Evan un poco más, le mando mis respetos a Olive por haberlo soportado.

-¿No puedo estar un solo segundo en paz?- le pregunto.

-¿A qué te refieres?

-¡A que no puedo estar un segundo sin que tu estés ahí de entrometido o siguiéndome! Y eso ya me está molestando.

-Haber Lavanda. Vamos a dejar un poco las cosas claras ¿Okay?- dice mirándome y yo me cruzo de brazos. - Uno, yo no te estoy persiguiendo ¿Okay? No es mi culpa que nuestros padres hayan contratado la misma empresa para irnos de intercambio.- Comenzó diciendo, y la verdad tiene un punto, no es su culpa que nuestros padres hayan elegido la misma empresa. -Dos, si alguien estuviera "Siguiendo" al otro, serias tú a mí- ¿Esperen que?

-Espera ¿Escuché bien?- digo con ironía- ¿Qué yo te estoy siguiendo a ti?

-Sí. Primero me escuchas hablar en clases de química que me iría de intercambio y ¡Oh! Mágicamente decidiste venir al mismo destino que yo.

-Haber niño listo, el intercambio lo teníamos planeado hace mucho tiempo con mi familia, por lo cual ¡Tú! No fuiste parte de la decisión. Y segundo, yo pensaba que después del aeropuerto no te tendría que volver a ver hasta que volviésemos al otro lado del mundo. Por lo cual te pido por favor que ¡desaparezcas de mi vista!- le digo ya más alterada. Realmente este chico a veces me saca de mi casilla.

-Pues adivina que Lavanda, tienes cuatro opciones. Una es cerrar los ojos y no verme.- idiota, pensé.- La segunda es devolverte a los Estados Unidos.- Eso no pasará- Cambiarte de familia, también es una opción, porque está claro que tienes problemas con ellos. Y por último pero no menos importante, Soportarme. Porque ahora no solamente compartimos escuelas ¡si, en plural! Sino que, también compartimos, transporte, y barrio. -Empieza a enumerar con los dedeos.- Y por si todavía no estás convencida de que no me vas a volver a ver, compartimos edifico, planta, y para el colmo ¡Solo nos separa una valla, en el balcón!- dice gritando lo último.

-Evan, escucha. He tenido un día de mierda para que tú vengas a empeorarlo ¿Okay? Y por última vez, mi nombre es AMANDA- dije ya enojada. ¿Quién se cree? ¿Cree que puede venir y hablarme como quiera o llamarme como quiera? Pues está equivocado. Este intercambio ya está siendo una mierda, como para que él venga a fastidiarlo más.

-¿Y tú crees que mi día ha sido perfecto?- dice con el ceño fruncido. -Pues te equivocas. Al igual que tú aquí no tengo a nadie, no tengo amigos, ni equipo, ni a mi familia. Solo te tengo a ti en este momento. Y créeme que no eres una persona de mi agrado, pero prefiero estar con alguien que solo. Y por el backstory que me dijiste en la escuela, sobre lo mala que es tu host family, etc. Empieza a darte la idea de que yo también soy lo único que tienes acá Amanda. - Me dice, y no sé porque siento compasión por él.

-Tú tienes una buena host family Evan, que no te hace pagar tu comida, ni te priva de ir al baño a cierta hora. Tu intercambio no puede estar tan mal- le comento limpiando una lágrima que se me había escapado.

-Tienes razón, mi familia de acogida por el momento es genial. Pero al igual que tú, no entiendo al 100% el idioma, no conozco la ciudad, y tengo clases, en las cuales hasta el nombre se me hace difícil pronunciar- dice y yo rio por eso último. -Acabamos de llegar a España, y ambos nos estamos acostumbrando a un nuevo entorno. Por lo cual, yo te ofrezco una tregua de ayuda.- me dice y yo frunzo el ceño.

-¿Una tregua de ayuda? ¿Y eso que carajos es?-.

-Es simple, cuando necesites ayuda, ven a mí. Soy al único que se puede decir que conoces realmente. Y cuando yo necesite ayuda iré hacia ti. Pero simplemente eso, nada más que una tregua hasta que estemos más acomodados.- me ofrece y la verdad me parece una gran idea.

-Acepto.- Le digo y estiro mi mano hacia su balcón, mano el cual él agarra y sacude mientras me mira directamente a los ojos... ¿Me puse roja? Creo que me puse roja.

-Bueno, Lavanda, necesitaré tú número para estar en contacto- dice mientras me pasa su celular a través del balcón y yo tipeo mi número. -Te escribiré más tarde, ahora si me disculpas debo ir a hacer mis deberes- me dice para hacer una señal de despedida y entrar a su departamento. Tal vez yo debería hacer lo mismo.


--------------------------

Lamento tanto la demora... He tenido unos meses difíciles :(. Pero bueno aquí les dejo un nuevo capitulo por si hay alguien todavía interesado en la historia.

Les mando un abrazo 

Elle 


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 03 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un beso y un abrazo en MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora