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           El día en que la conocí.

La vida da varias vueltas antes de encontrar su verdadero significado y yo lo había encontrado justo ahora, en sus hermosos ojos grises y sonrisa triste.

-¿estás segura de que quieres saltar?.

Ella se sobresalta y se tambalea de forma graciosa. Ambos nos encontrábamos al borde del edificio más alto de la ciudad, el cual me gustaba bastante.

- yo..., yo... solo quiero saltar y acabar con mi vida de una vez por todas, así que me gustaría hacerlo estando sola.

- entonces vete a otro sitio porque no dejaré que una extraña arruine mi lugar favorito al saltar desde aquí.

Ella abre y cierra la boca indignada ante mi respuesta, así que sin más cierra los ojos e intenta lanzarse al vacío, pero la tomo en brazos rápidamente y la alejo de la orilla.

-¿pero como...

-te dije que no te dejaría jovencita.

Desde ese momento la vida de ambos había cambiado.

- moriré de todas formas en un mes.

-¿en serio?.

- así es, asi que déjame morir como quiero.

- no, no te dejaré hacerlo aquí, este lugar es especial para mi.

Ella me da una mirada desafiante y luego finalmente se rinde, me pide que la baje y lo hago de inmediato.

- entonces tendré que espera...

-¿porque dices que morirás dentro de un mes?.

- tengo una enfermedad terminal, un cáncer no identificado que ha dañado todos mis órganos.

- eso suena mal, pero no es motivo suficiente para querer saltar desde aquí.

-¿cómo puedes decir eso?, si no tienes ni la menor idea por lo que tengo que pasar día a día.

- no te molestes, es solo que si estuviera en tu lugar disfrutaría mis últimos días con las personas que amo.

- pues somos muy diferentes.

- eso lo supe desde un principio, pero... ¿que te parece si te pasas el último mes de vida conmigo?.- ella suelta una risita y niega con la cabeza.

- no quiero pasar mi último mes de vida con un desconocido.

- pues ten en cuenta que puedo decirle a tus padres que intentaste sacarte la vida.

- no me conoces.

-puedo seguirte.

- eso te haría ver como todo un acosador.

- pretendo correr el riesgo.

Ella se cruza de brazos, se queda en silección, obserbandome de pies a cabeza hasta que después de una lucha interna ante mi propuesta decide lo correcto.

- esta bien, pero será mejor que valga la pena.

- así será.

Ella me tiende la mano y yo se la tomo.

- soy Morgan.

- y yo Stefan.

Ese día un vampiro y una humana enferma se habían conocido. La vida daba vueltas todo el tiempo y yo no tenía la menor idea de cómo terminaría esta historia.

 La vida daba vueltas todo el tiempo y yo no tenía la menor idea de cómo terminaría esta historia

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Stefan Un Vampiro Enamorado.[Finalizado].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora