Stefan Un Vampiro Enamorado.[Finalizado].

6

         Las ultimas dos semanas.

Los días se pasaron volando y comienzo a sentirme impotente, veía como mi novia moría frente mío y eso me estaba matando por dentro.

- ¿en qué piensas?.

- solo en que te ves más hermosa cada día.

- eres pésimo mintiendo.- morgan comienza a toser y veo como su pañuelo se llena con pequeñas manchas de sangre.

- ¿quieres ir al hospital?.

- no, estoy bien.

Ambos nos encontramos en su casa, en su sala para ser específicos y con su familia. Los padres de Morgan se dan una mirada cautelosa, saben que faltan menos de dos semanas para que su única hija muera.

- ¿qué les parece si vamos por un helado?.

- eso me parece perfecto.

Morgan se levanta del sofá y noto que se ha mareado así que la sostengo.

- ¿estás bien cariño?.

-si papá, estoy más que bien.

En la heladería todos hablamos sobre trivialidades hasta que Morgan decide salir del lugar, todos en la mesa nos quedamos callados y decidimos que soy el indicado para ir a hablar con ella.

- ¿qué pasa Morgan?.

- pasa que me he equivocado, pensé que morir feliz sería fácil,pero no lo es.

La abrazo con fuerza.

- no quiero perderte Morgan.

- y yo no quiero dejarlos tan pronto.

- aún faltan algunos días para convertirme en un mortal completamente, si tu quieres yo...

- no, no quiero ser yo quien los vea partir de este mundo. No soy tan fuerte como ellos.

- ¿y qué pasa conmigo?, tendré que verte morir y eso me está matando, una vez más yo...

Morgan me calla con un beso, sus lágrimas me mojan las mejillas o eso creía hasta que me doy cuenta de que el que está llorando soy yo.

- no había llorado en siglos.

- lo siento...

- no te disculpes, extrañaba poder hacerlo.

Morgan palidece y se desmaya, la tomo en brazos y me apresuro a llevarla al hospital.

- nuestra niña está muriendo y no podemos hacer nada.

- cariño sabíamos que esto pasaría, el doctor fue claro y...- el padre de Morgan se rompe y lo veo llorar por primera vez.

El doctor aparece media hora después para decirnos que la enfermedad de Morgan comenzaba a afectar sus pulmones y el corazón, por lo que podría entrar en un paro respiratorio o cardíaco en cualquier momento.

Morgan.

Despierto en una habitación que conozco a la perfección, mis ánimos decaen al verme conectada a varias máquinas, si tan solo tuviera las fuerzas me arrancaría todo y saldría corriendo de este lugar, solo para no volver.

- cambia esa cara.

- pues no puedo, es la única que tengo Stefan.

- así que despertamos con un humor de mierda.

- pues si.

-¿y crees que no puede mejorar con un besito en los labios?.

- bueno, puedes probar.

Stefan se acerca y siento sus suaves labios sobre los míos, el corazón se me acelera y una de las máquinas chilla como si no hubiera un mañana.

- esrupida máquina- ambos lo decimos al mismo tiempo y no puedo evitar sonreír.

- ¿y mis padres?.

- están llenando unos papeles, de echo me meti sin permiso a tu habitación.

- eso no se hace Stefan.

- lo sé, pero tenía que ver a mi novia.

- quien diría que después de todo me conseguí un novio súper guapo y que resulta ser un vampiro.

- bueno si quieres también podríamos casarnos.

Mi sonrisa se esfuma.

-¿qué?.

- Morgan quiero casarme contigo antes de que te vayas de mi lado para siempre.

Sonrio y lloro a la vez.

- si, si, si y mil veces si. Si quiero casarme contigo Stefan.

Dos días después de que Morgan se recupera ambos nos casamos en la azotea del edificio más alto de la ciudad.

- te amo Morgan.

- y yo te amo a ti Stefan.

Esa misma noche la hice mía y yo suyo por siempre y para siempre.

- no quisiera que este momento termine .

- podrás recordarlo.

- pero no será lo mismo sin ti.

- no pienses en eso, solo disfruta del momento y recuérdalo, pero eso no quiere decir que no puedas volver a amar. Ahora com tu vida mortal podrás envejecer, podrás encontrar a alguien más a quien amar, con quien compartir el final de tus días, así que promete que intentaras volver a amar.

- no puedo prometer eso Morgan, te he entregado el corazón y no me pidas que se lo de a alguien más

- quiero que seas feliz Stefan.

- lo seré contigo en mi corazón, en mi mente, te tendré siempre presente quieras o no.

Suelto un bostezo incontrolable y Morgan sonrie.

- creo que finalmente podrás dormir.

- pero no quiero, solo quiero permanecer despierto viendo tu rostro.

- mejor duerme y al día siguiente me dirás si soñaste algo.

Los párpados me pesan y lo último que veo en el perfecto rostro de mi esposa.