Stefan Un Vampiro Enamorado.[Finalizado].

4

      Un latido de corazón fuerte.

Stefan llegó a mi vida sin aviso y ahora se había ido de la misma forma.

- estoy segura de que le pasó algo- digo en un hilo de voz mientras espero sentada en el sofá de mi sala a que llegue.

- cariño, quizás se le presentó alguna urgencia.

- o quizás se cansó de mi mamá.

- Morgan Elisabeth kowel, nadie podría cansarse de ti, ni siquiera ese chico Stefan.

- pero...

El timbre suena y me levanto del sofá como un resorte.

- ve a abrir la puerta, estoy segura de que es él.

- por su bien espero que si.

Mamá suelta una risita y yo me apresuro a abrir la bendita puerta.

- ¿por qué no has venido?- digo de inmediato y el sonrie.

- bueno me encontraba preparando una sorpresa para ti.- al escuchar aquello no puedo evitar sonrojarme.

Desde el día que me enfermé siempre tuve las esperanzas de que podía curarme, pero el día en que me dijeron que me quedaba solo un mes de vida mis esperanzas se esfumaron, desaparecieron y perdí el sentido de la vida, así que saltar desde el edificio más alto de la ciudad me parecia una muerte más digna que morir por culpa de una enfermedad que me destrozó la vida.

-¿entonces puedo ver mi sorpresa?.

- si,siempre y cuando tus padres nos den permiso.

- lo tienes.

Mamá aparece y Stefan la saluda para luego irnos a su auto.

- ¿qué harás luego de que muera?- stefan frena de repente y varios autos comienzan a tocarle la bocina.

-¿por que tenias que decirlo?.

-¿y por qué comienzas a actuar como mis padres?, estás evitando la realidad.

- no lo hago, es solo que quiero pasar el tiempo contigo y hacerte feliz.

- entonces lo haces por lástima.

- que no Morgan.

-¿entonces por que haces todo esto por mi?- a estas alturas comienzo a alterarme, de tan solo pensar que moriré y Stefan podrá seguir si vida sin mi y eso me molestaba.

Si, yo era una egoísta que corría de mi suerte, una que me condenó a morir joven y saber aquello dolía mucho.

- lo hago porque quiero, porque me nace, porque me gustas, porque me gustaste desde ese momento en el que te vi a un paso del vacío.

-¿te gusto?- digo sorprendida y Stefan volvió a frenar repentinamente.

-si, me gustas bastante.

Sonrio al escuchar las bocinas del auto y me atrevo a besarlo una vez más.

- también me gustas Stefan.

El sonrie y vuelve a conducir como si nada, ambos disfrutamos de la musica y a la vez del momento. Solo eramos el y yo.

Un desconocido y una chica apunto de morir.

Stefan me lleva a su casa y para mi sorpresa esta se encuentra a la salida de la ciudad, era de dos plantas, bastante grande y llenas de cosas antiguas y modernas a la vez.

- oh...

-¿no te gusta?.

- de echo si me gusta, no pensé que fueras un hombre extravagante.

- no lo soy, pero ten en cuenta de que soy un vampiro.

Sonrio.

-¿un vampiro?.

- así es.-Comienzo a reír.- hablo en serio  Morgan, soy un vampiro.

- por favor Stefan, déjate de bromas.

-¿quieres que te lo demuestre?.

-si.- digo bromeando y para mi sorpresa  Stefan llega a mi con una velocidad fuera de lo normal.

Mi sonrisa desaparece.

- no me temas por favor.

- pero los vampiros no existen.

- te estoy demostrando que lo soy, lo siguiente sería demostrar mi super fuerza.

- esto no es verdad.- me alejo de él y comienzo a observar su cuerpo, era pálido, joven pero siempre con la piel fría, a mi mente llega la primera vez que nos conocimos y el día en mi habitación.

- no te haré daño Morgan.

- no te tengo miedo Stefan.- veo el alivio en sus ojos- pero solo por curiosidad,¿planeas beber mi sangre?.

Stefan sonríe con malicia.

- no,no planeo morderte, pero debes saber algo importante.

-¿qué cosa?.

- soy inmortal y podría convertirte en vampiro si quisieras.

-¿lo podrías hacer?.

- si, pero una vez que lo haga no podrás morir hasta el día que te enamores y así volverás a ser un simple mortal.

La idea de que puedo vivir me hacia feliz, podría ser un vampiro, un ser inmortal, yo, finalmente sería algo más que una enferma apunto de morir.

- ¿por qué no me lo dijiste mucho antes Stefan?.

- porque aunque no lo creas ser un vampiro es un maldito castigo.

-¿¡como puedes decir eso?!, yo...

- se lo que te digo Morgan, viví más que tú, pasé por más cosas que tú y se que la eternidad solo causa dolor, uno que no termina y ahora finalmente yo podré acabar con mi sufrimiento.

-¿te estas volviendo mortal?.

- así es.

-¿porque te gusto?.

Stefan se acerca a mi, me toma del rostro.

- porque me estoy enamorando de ti.

Mi corazón se acelera, mi mente da mil vueltas y solo puedo pensar que en mis últimos días de vida eh vivido más de lo que esperaba, para el colmo me siento más viva que nunca.