ˀ 🌸ᴇᴘ„ Elígeme a mi ♡°୭

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Hongjoong sabe que debió empezar si regalo desde hace mucho tiempo, tal vez se confío demasiado en sus habilidades o tal vez... solo fue idiota.

Entro en su estudio despacio, se veía más ordenado a comparación de la última vez que entró, su madre seguramente se había encargado que siempre estuviera limpió, por si él quisiera volver...

Sus manos pasaron por la sus mesas, observó los frascos ordenados, sus óleos numerados y sus cientos de pinceles en sus escuches, sus lienzos a medias, otros que estaban aún empacados.

Abrió las cortinas de los altos ventanales, tomó una de las paletas limpias, su set favorito de pinceles que tanto le dolió dejar, un lienzo grande y se acercó al centro de la habitación, donde su caballete y su banco se encontraban.

Se sentó, respirando profundamente, sí, olía a húmedo y guardado, inevitable si nadie había estado ahí en años. La nostalgia lo inundo, su dedos tocaron la madera y ajustaron el lienzo. Extrañaba a los chicos, pero se habían quedado en casa con su madre, mientras Seonghwa estaba en el trabajo, la boda era en dos días así que todos estaban nerviosos por los últimos detalles y claro, la familia Park no iba a dejar una sola esquina sin una cámara.

Así que hoy solo era él y el arte.
Lo que no era tan malo, porque pensaba dibujar a su familia... un cuadro de regalo, para Seonghwa, para él... y joder que estaba nervioso.
Una cosa era pintar lo que tu corazón dijera, otra era hacer un retrato de quienes amaba.

Tomó su suave lápiz y empezó trazando los contornos de los rostros de los gemelos, colocó a San a su lado y en la parte de atrás, empezó a trazar la hermosa mandíbula de Seonghwa.

Su sonrisa se ampliaba mientras su mano seguía trabajando, complacido con el resultado alcanzó sus oleos y empezó a mezclar colores hasta tener los necesarios para empezar por sus pequeños. El pincel se movía de una manera hábil, su mente se desconecto de su alrededor y por un momento sólo existió él y su arte.

Cuando estuvo a punto de iniciar con Wooyoung escuchó la puerta de estudio abrirse y giró asustado en un vago intento de cubrir el cuadro ¿Quién podría ser? cuando estuvo apunto de preguntar una voz le erizo la piel.

—¿Quién está aquí? —preguntó desde la entrada y Hongjoong negó. Era imposible.— Los vecinos me llamaron, dijeron que entraste... si te muestras y te vas en paz, no llamaré a la policía... —dijo y los suaves pasos se escuchaban por el corto pasillo.

Hongjoong pensó en esconderse, en correr o algo, pero la idea la pareció estúpida... era su jodido estudio así que se quedó parado en su lugar, con la paleta aún en una mano y el pincel en la otra, mientras los pasos se acercaban más como un jodido tik tak.

—Podemos hacer esto por las buenas y... oh... —Mingyu se quedó congelado en el marco de la puerta, su mirada fija en Hong.— N-no sabía que estabas aquí...

El menor se removió incómodo, intento parecer confiado y una sonrisa se extendió por su rostro.— ¿Yo? Es mi estudio... Mingyu. —exclamó y se giró de nuevo, ignorándolo.— Yo tendría que preguntarte a ti que haces aquí...

Mingyu rió a su espalda, mientras él volvía a su labor y suaves pinceladas quedaban en el lienzo, aún no entendía como se veían tan firmes cuando estaba seguro que cada parte de él temblaba como gelatina.

—Los vecinos me llamaron, dijeron que alguien de negro con una mascarilla había entrado. —exclamó, encogiéndose de hombros como si fuera lo más normal.— Así que vine a asegurarme que no robaran nada... ya una vez entró alguien, pero solo quería un lugar para dormir, se lo di y revisé que no faltara nada... asegurarme que todo estaba en orden.

ɖǟɖɖʏ | ֆɛօռɢʝօօռɢ [ǟɖǟքƭǟƈɨօ́ռ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora