Capítulo único

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—¿Qué está sucediendo? —preguntó Kimmon con el rostro desencajado por la sorpresa.

—Este... bueno... yo... —balbuceó Copter sin saber cómo explicarse.

—Es lo que es —respondió Bas, interrumpiendo los murmullos de Copter.

—Pero... yo pensé que... —Kim no salía de su estupor y asombro—, había algo importante.

—Y lo hay —dijo Copter.

OoO

Kimmon, Copter y Bas eran amigos hace años, desde que actuaron juntos en 2Moons; tenían tanta química que la agencia los volvió a reclutar para una nueva serie e incluso formaron un grupo musical junto a otros dos compañeros actores.

Pero la confianza que este trío compartía no tenía parangón. Salían juntos a divertirse, se quedaban en cada casa por turnos, conocían a las respectivas familias y siempre se les veía felices de compartir su tiempo.

Las bromas entre ellos eran naturales, algo que para el resto era "fanservice", para ellos era solo la demostración del cariño que se tenían.

Los fans gritaban cada vez que Bas besaba a Copter en las presentaciones o que Kimmon se acercaba y abrazaba a alguno sin mediar premeditación.

Las cosas tras bambalinas no eran diferentes y era bien sabido que Bas era celoso y sobreprotector con sus amigos, siempre manteniéndolos cerca, tocándolos.

Algunos sospechaban que algo había entre ellos, pero nadie se atrevía a preguntar o a afirmar nada; aunque no estaban errados.

Entre Kimmon y Copter había surgido una cercanía especial desde la segunda vez que fueron pareja televisiva en la serie Gen Y. Kimmon no sabría decir cuando los roces, caricias y besos habían dejado de ser solo actuación para tornarse en algo más; pero lo que sí recordaba era el día en que todo cambió.

Tras un arduo día de grabación, Copter y él fueron a su apartamento, decididos a reforzar la escena que durante aquel rodaje no les había salido.

—Se supone que estás borracho y eso te vuelve más atrevido —dijo Kim a Copter.

—Lo sé, lo sé —respondió Copter, sentado en la orilla de la cama—. Es solo que no soy muy bueno para emborracharme, tú lo sabes. —Kim asintió dándole la razón—. Por lo que me es difícil ponerme en situación.

—Tranquilo —dijo Kim sentándose a su lado—. Solo déjate llevar por las líneas y finge que estás mareado o un poco ido.

Luego de esta charla, ambos volvieron a tomar posiciones y en efecto, la escena fluyó hasta el momento en que Copter tiró de Kim y este cayó sobre él; tal como en los dramas que llevaban tanto tiempo interpretando, las miradas conectaron y se vieron sumergidos en la magia del momento.

El silencio reinaba en la habitación, tan solo se oían las respiraciones.

Copter observaba extasiado aquellos ojos color chocolate que lo miraban con devoción. De pronto, Kim comenzó a acercarse despacio y Copter desvió por unos segundos la mirada hacia los labios de su compañero, quien de manera inconsciente pasó la lengua por ellos dejándolos brillantes de humedad. Eso bastó para que Copter acortara la distancia que los separaba.

Se besaron despacio, saboreando al otro, respirando al compás de la agitación de sus corazones que latían desbocados de la emoción. Las manos de Kim se aferraron a los cabellos de la nuca de Copter y ambos perdieron el control. Giraron en la cama y esta vez fue Copter quien quedó sobre Kim, las miradas volvieron a encontrarse, con ardor en las pupilas. Sus bocas chocaron con frenesí y las manos comenzaron a recorrer el cuerpo del contrario sin pudor. De un momento a otro las camisetas estorbaron y fueron a dar al suelo de la habitación; la sensación de las pieles desnudas era celestial, se frotaban mientras sus bocas continuaban devorándose.

Unidos por más que un guionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora