𝕸𝖆𝖉𝖆𝖒 𝕷𝖚𝖙𝖍𝖔𝖗

II. Un Luthor y un Super trabajando juntos.

Ok... La confesión de Kara cambiaba muchas cosas, no podía proponerle el contrato de esa manera, ¿O sí? No, definitivamente no.

Su sonrisa jamás dejó sus labios, se acercó más a la rubia elevando su cabeza con ayuda de su dedo índice debajo de su barbilla, podía ver el sonrojo en las mejillas de Kara, sus labios ligeramente abiertos... Quería besarla.

—¿Por qué agachas la mirada?

—Supongo que no es normal que una mujer a sus casi 26 años jamás haya mantenido relaciones sexuales.

—Es más común de lo que piensas, Kara. No todo en la vida gira alrededor del sexo, estoy segura que en tu cabeza hay cosas más importantes que aquello.

—Tienes... Tienes razón— Aún así volvió a agachar su mirada y jugar con el borde del vestido que llevaba. Lena bajó su mano hasta tomar una de la rubia y darle un leve apretón.

—Eres una mujer muy inteligente y con el don de la palabra, aquello es mucho más de lo que puedes imaginar— La mirada de la rubia subió hasta los labios de Lena, por consecuencia la pelinegra hizo exactamente lo mismo, la distancia entre ellas era cada vez menos, podían sentir el aliento de la otra sobre sus labios, sus narices se rozaban, Kara levantaba su mano con la intención de ponerla sobre la mejilla de la menor, pero todo se vio interrumpido cuando el teléfono de Lena sonó.

Se separaron con las mejillas sonrojadas, Lena atendió su teléfono con muy mal humor, se notaba a kilómetros.

—¿Qué sucede Jess?— Una larga pausa acompañada de un resoplido por parte de la morena fue lo que se escuchó —Estaré ahí en veinte minutos—

—¿Todo bien?

—Lamentó que esta noche de café termine de esta manera, debo regresar a L-Corp. ¿Te veo mañana?

—Lena, van a ser las 11 de la noche.

—No es nada. Te acompaño a casa.

—No... No tienes que hacerlo, puedo ir sola.

—¿Estás segura?

—Por supuesto— Y con eso salieron de la casa de Lena y cada quien tomó su rumbo, claro estaba que Kara había caminado unís minutos hasta que perdió de vista el auto de Lena y luego estaba volando por los aires en su súper-traje.

Gracias a Rao no era nada del otro mundo lo que sucedía en L-Corp y una vez aquello estaba arreglado ella regresó a su departamento donde se quitó sus prendas y las cambió por un pijamas rosado.

Se sentó en su sofá y tomó la laptop que tenía en la mesita del café, empezó a buscar sobre aquello que le había preguntado Lena y su boca se abrió al ver las imágenes que el buscador le dio. Dio click en uno de los videos y sintió aquel calor inundar su cuerpo como cuando Lena se había acercado a besarla...

Después de horas revisó su teléfono y tenía varias llamadas perdidas de Alex, sabiendo que aún estaba despierta la llamó.

—Dios mío mujer, si no supiera de tu identidad secreta estaría más que asustada.

—Aww te preocupas por tu hermanita.

—Me preocupa las situaciones ilegales en las que podría estar metida.

—Oh sí, vendo drogas muy fuertes, Alex.

—Conozco a una agente federal, haré que revisen tu departamento— Ambas rieron. Extrañaba tener largas conversaciones con su hermana sobre la vida y cosas banales.

—¿Tienes sueño?

—Para nada.

—Big Belly Burguer y cervezas.