HISTORIAS CON ISOTÉRICAS

Tercera Semblanza .- Ático

Por la segunda guerra mundial… la típica reclusión involuntaria para la guerra.

Un hombre dejó a su familia y marchó. Pasados seis meses la familia ya no recibía carta alguna del soldado, lo primero que invadió sus mentes fue la muerte de tal, esperaron por días a que algún miliar tocará la puerta de la casa para entregarles las pertenencias de su marido, aún después de dos semanas no recibían nada.

En un inesperado día, la esposa recibió una carta, la cual contenía solo una frase mal escrita: “estaré de regreso pronto”, la felicidad no se hizo esperar… y el niño que siempre vivía con llanto preguntando por su padre, esta vez también dibujo una sonrisa, al saber que su padre estaría de regreso pronto… Sin embargo la siguiente noche… se escuchaba un paso de marcha arriba de las habitaciones, en el ático. La madre le decía a su hijo que no tuviese miedo, que solo eran ratas y que al día siguiente llamaría a un exterminador… pero ella sabía muy bien que las ratas no corrían a paso de marcha.

El exterminador llegó, pero solo era para tranquilizar al niño… antes de que cayera la noche, la mujer se fue con su hijo a la casa de su madre, al día siguiente al llegar a casa, una patrulla de policía de época, la esperaban… los vecinos habían escuchado pasos, gritos y en ocasiones como si se rompiesen las ventanas. Pero aquella noche cuando los policías entraron a la casa, todo estaba intacto y nadie dentro… la mujer se disculpó y entró a su hogar, recostó a su hijo en la cama… luego dirigiéndose a la sala, dejó pasar a los policías para contestar sus preguntas, pero durante el extenuante cuestionario, las paredes comenzaron a emanar un líquido grasiento y oscuro, escurriéndose por las paredes y saliendo por el suelo de madera de caoba… los policías alzaron sus pies… luego de tranquilizarse tomaron una muestra del fluido para ser analizado, semanas después los resultados fueron revelados… en el líquido había sangre y sudor de un hombre.

La información se filtró y un periodista acudió rápidamente a la casa, subiendo al ático y examinando cada parte de este… pero luego al querer bajar… comenzó a dejar de respirar, la mujer lo encontró acostado bocarriba, con los ojos en blanco… lo tiró de un jalón hacía afuera del ático, llamando a sus vecinos… la ayuda llegó para el hombre, prontamente pudo volver en sí, pero con un miedo aterrador en su rostro, mientras los paramédicos lo examinaban encontraron marcas rojas y moradas alrededor de su cuello y pecho. Esa misma noche la mujer junto con su hijo, durmieron en la misma habitación… los rasguños se hicieron más fuertes justo arriba de su habitación, como si tratarán de romper para llegar a ella… la mujer cansada de aquello, empuño el arma de su marido y se dirigió rápidamente al ático, abriendo la puerta… con una linterna alumbraba alrededor suyo, ya que a pesar de su enojo, no se aventuraba a la oscuridad total del ático… cuando pensó haber revisado todo y no encontrar nada, dirigió su mirada junto con la luz hacía arriba… entonces… una enorme cabeza desfigurada apareció frente a ella queriéndola sujetar con sus oscuras manos, ella cayó al suelo y solo miró como esos ojos desaparecieron en la oscuridad.