━━━ love him the right way

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Después de que Harry y el Señor Weasley se fueran, Atenea subió a la habitación que compartía con Hermione y Ginny (y ahora Tannia) para dormir un poco, ya que tenía mucho sueño debido a despertar temprano para apoyar a su novio

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Después de que Harry y el Señor Weasley se fueran, Atenea subió a la habitación que compartía con Hermione y Ginny (y ahora Tannia) para dormir un poco, ya que tenía mucho sueño debido a despertar temprano para apoyar a su novio. Cuando llegó a la habitación se dirigió a su cama cuando vió a Tannia despierta, aunque no hubiera iluminación, los ojos de la adolescente la delataban.

—  ¿Harry ya se fué? — cuestionó la joven, quien al parecer leía un libro.

— ¿Que? - respondió Atenea, un poco confundida. — Oh, si, ellos ya se fueron. — dijo, para después sentarse en la cama y atar su cabello.

— Oh, lástima, quería ver a Harry. Ya sabes, desearle suerte. — confesó Tannia, mientras Atenea asentía.

— Mhm. Pues ya se fueron, y tiene suficientes deseos de suerte para que reciba otro más. Pero gracias por la consideración. — respondió, notando que sus palabras fueron incorrectas, pero no se esforzó por cambiar eso. Después de esto, se acobijó bajo las mantas.

— Oh, claro, hay muchas personas que lo aman y lo aprecian, pero no creo que haya alguien que lo ame de la forma correcta. — desafío la oji-rosa.

Ahora si, Atenea se había enfurecido.

— ¿Qué tratas de decir? — cuestionó Atenea

— Solo la verdad. Harry merece alguien que lo ame de la maner correcta.

— Hay alguien que lo ama de la forma correcta, Tannia. Y soy yo. No puedes llegar y empezar a decir que él necesita alguien que "lo ame de la forma correcta" cuando lo conoces hace poco tiempo. Yo lo conozco desde que tengo 11 años. No creo que seas la persona indicada para hablar sobre eso.

Tannia se veía creiblemente ofendida.



























— ¡Y después me dijo que Harry merecía a alguien que lo ame de la forma correcta! ¡¿Acaso yo no lo amo de la forma correcta?!— dijo Atenea, desquitando todo su enojo y frustración con Hermione, quién la escuchaba atentamente

— Yo los he visto, sé que ustedes se aman. Y ella acaba de llegar, no creo que pueda descifrarlo tan rápidamente. — apoyó Hermione, con voz calmada.

— ¡Yo dije lo mismo!

Atenea se sentó bruscamente en el sofá, cubriendo su rostro con sus manos. Ella se sentía tan abrumada, con todo lo que estaba pasando.

Recordó cuando tenía 11 años, y su única preocupación (antes de la piedra filosofal, claro) era no molestar a Snape en alguna clase.

También recordaba los momentos con Harry, cuando sentía que todo desaparecía y solo estaban ellos dos, hundidos en su felicidad y amor.

Porque Harry hacía que ella estuviera feliz. Estaba completamente enamorada de cada minúsculo detalle de él, de sus ojos verdes y su cabello oscuro, de sus manos suaves y sus cálidos abrazos.

Y no había manera de que Atenea fuera la única tan pérdida por el otro. Harry era peor, mucho peor.

Harry la veía y sus ojos se iluminaban, ella podía hacer que él se calme, con su voz podía lograr que esté en paz, cuando besaba a Atenea su cuerpo explotaba en una mezcla de sentimientos y sus piernas se volvían más débiles de lo normal. Atenea era la luz entre el humo negro de su vida. El celeste claro en el azul marino. Era la rosa entre sus espinas. Su todo, y a la vez, la nada. Porque amar a Atenea se sentía como la nada, hundido en paz y tranquilidad.

Atenea se despejó de su huracán de emociones, levantándose del sillón y dirigiéndose a las escaleras.

— ¿A donde vas? — cuestionó Hermione, abriendo el libro a su lado.

— Quiero hablar con alguien, no lo sé. Volveré pronto, necesito dormir. Te quiero, nos vemos luego. — Finalizó para después alcanzar el suéter que estaba colgado y colocarselo sobre el pijama.

Bajó las escaleras tratando de hacer el mínimo ruido posible, caminando despacio. Al estar en el primer piso escaneó con su mirada el lugar, para ver quiénes estaban despiertos. Vió a la señora Weasley, Remus y a Ginny.

— Hola a todos — saludó, tomando asiento junto a Lupin.

— Atenea, querida, ¿no ibas a dormir? — cuestionó la señora Weasley

— Oh, sí, pero perdí el sueño. Creo que Ginny está en mi situación también — dijo, mientras veía a Ginny reír mientras susurraba un "sí" — Ya que estoy aquí, tío Remus, puedo hablar con usted?

— Claro, pequeña, ven conmigo a la sala, ¿bien?

Atenea asintió, despidiéndose con la mirada de las pelirrojas y siguiendo el paso del hombre lobo.

— ¿Que sucede en la vida juvenil de mi sobrina?

— Bueno, tío, quería hablarle de algo, o más específicamente, de alguien. Tannia, ella no me causa mucha confianza.

— ¿Por qué? Debe haber una explicación a esa desconfianza

— No lo sé, ella mira a Harry, ya sabe, de la forma en la que alguien mira a alguien que le atrae. ¿Me entiende?

— Creo que puedo comprender tu situación, cariño. No te preocupes, si ella te causa desconfianza o celos, debes estar segura de que Harry te ama y te respeta, y si lo estás, no debes estar preocupada, ya que lo que importa es lo que sienta tu pareja, no alguien ajeno a tu relación, ¿Esta bien?

— Sí, tío, muchas gracias.

— Ve a dormir pequeña.

powerful  |  harry potter  (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora