powerful | harry potter (PAUSADA)

━━━ peace and death

Noche. Que tiempo tan pacífico, lleno de calma, en el cual una casa entera puede estar en silencio. Donde puedes ver los sueños, las pesadillas y con los ojos cerrados descansas de los días más agotadores.

Un campo de flores. Pétalos blancos y un cielo sin nubes. Una chica con un vestido blanco, y un chico con una camisa y pantalones blancos. Todo tan pacífico, el silencio tan cómodo que los rodeaba, sin decir ninguna palabra. La comodidad de estar en constante contacto con el otro. Harry amaba la manera en la que Atenea se moldeaba a su cuerpo, y encajaban perfectamente.

Pero en otra habitación de la casa...

El frío desesperante que llenaba su interior, ver al amor de su vida, en el suelo, con piel pálida y ojos perdidos. La muerte danzaba en el lugar, quitándole a una persona su amante, quitando la vida de una persona. La cálida lágrima que cae por su mejilla, seguida de muchas más. La garganta que produce un sollozo, y el cuerpo temblando. No de frío, ni de nervios. De dolor, furia, tristeza. El dolor punzante al jalar de su propio cabello, pensando en que si hubiera sido más inteligente, su pareja podría estar con vida. Atenea sufriendo al mirar sus ojos verdes sin luz. El corazón de Harry sin latir.

Todos despertaron por el ruido que provenía de la habitación de Atenea. En la sala se reunieron todos los que estaban en la casa menos Atenea. Decidieron que Remus, Sirius, Harry y Hermione subirían para ver que estaba sucediendo.

Mientras más se acercaban a la puerta, escuchaban los jadeos y palabras insostenibles de la Black, además de los estruendos que causaban lo que sea que Atenea tenía en su control. Remus se decidió y abrió la puerta, dejando a la vista de los cuatro magos el halo calipso que rodeaba el baúl de Atenea, además de a ella bajo las cobijas de la cama, sudando y murmurando cosas inentendibles, con su cabello en su rostro y sus manos hechas puños.

- Es una pesadilla - determinó Remus, quien a pasos cortos entró a la habitación, arriesgándose a ser golpeado por el baúl controlado por Atenea. Al estar a su lado, de rodillas junto a la cama, dijo - Atenea, cariño, despierta.

el hombre lobo pasó su mano por el brazo de la adolescente, calmandola, hasta que finalmente...

Atenea abrió sus ojos con rapidez, y de inmediato el baúl cayó al suelo, el halo calipso abandonando la habitación y volviendo a las manos de Atenea. los ojos de ella de color calipso, llenos de miedo.

- ¿Harry?

El pelinegro rápidamente se adentró a la habitación y fué al lado de ella, tomando su mano.

La ojiazul comenzó a llorar, desesperada por lo que vió en la crueldad de su sueño, creado por su subconsciente traicionero.

— Cariño, todo esta bien. Aquí estoy. Calma, calma, respira. Inhala, exhala, muy bien. Aquí estoy. — dijo Harry, calmando a su novia con sus dulces palabras

— Atenea, ¿necesitas que Harry se quede contigo? — sugirió Remus, que había hablado con Hermione antes de decir estas palabras.

— ¿Que dices? — se quejó Sirius

— Tú silencio. ¿Que te parece, peque? — cuestionó Remus.

— Sí, yo creo que estaría bien. Gracias, tío.

Y así fué como Harry se quedó el resto de la noche calmando a su querida novia que no pudo evitar soltar un par de lágrimas después de analizar nuevamente su pesadilla. Se decidió por abrazar a Harry hasta conseguir su paz. Aunque no tenía nada de paz interior. Necesitaba saber que significa esa pesadilla. Si era una predicción, o un sucio engaño de sus peores miedos. Y esperaba con todo su corazón que fuera la segunda. Que eso se olvide con el paso de los segundos y no ver de nuevo esa imagen.

Harry solo quería saber que había visto su querida novia para desesperarse de tal manera, quería descubrir su pesadilla, pero no iba a adelantarse y lograr que se rompiera en lágrimas de nuevo. Descubriría la forma de descifrarlo, pero por el momento, solo se concentró en acariciar suavemente la espalda de Atenea, transimiendole seguridad y paz.