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LA CALMA ANTES DE LA TORMENTA
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HABÍAN MUCHAS PREGUNTAS que rondaban por la mente de James Potter en estos momentos.
¿Quién carajos era ese tipo?
¿Cómo sabía sobre él y lo que había hecho?
Tantas preguntas rondaban por su mente pero no podía ni articular ninguna. Después de haberlo amenazado con un palillo para aceitunas se aseguro que nadie estuviera en el baño y saco su varita apuntando en el cuello aun en la misma posición.
—Soy un hombre de muy poca paciencia, y como sabras, no tengo miedo de llevarme otro cadáver conmigo al infierno
Se sorprendió de sí mismo, aflojo el agarre de su varita y se alejó unos pasos del chico.
Era obvio que se iría al infierno después de lo que había hecho, si es que existía uno. Y contando los pecados que había cometido de adolecente está seguro que el mismo satanás se encargaría de hacerlo sufrir.
Por unos segundos su mente de diecisiete años lo dominó pensando en las veces que le había hecho bromas de mal gusto a Severus Snape junto con sus amigos, o la vez en la que había fornicado por primera vez.
—¿Aún estás ahí?
James volvió a la realidad, una oscura realidad que después de todo, era la verdadera.
—Quiero que me cuentes absolutamente todo
—Ambos queremos lo mismo, James
James soltó una risa fingida y alzó su varita nuevamente apuntando a su cuello pero sin ejercer presión.
—Pues empieza a hablar porque no tengo todo el maldito dia
—Lo sé.. ella y su hijo te esperan en casa, James— Ahora si, el miope se estaba empezando a asustar— Ella esta asustada, piensa que no volveras
—¿Cómo sabes de ellos?
—Te estuve siguiendo desde aquella noche —James apretó su varita en un puno intentando no mostrarse débil ante aquel hombre— Confía en mí, quiero lo mismo que tu, James, juntos podemos acabar con Michael
—¿Qué te hizo?
—Tiene a alguien que quiero, dejemoslo ahí— James se mantuvo callado, este hombre le pedía que confiara en él pero no confesaba sus razones para hacerlo— ¿Que te hizo a ti?
—Creí que me estabas siguiendo y que sabías todo de mi..
