El principio(¿?)

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Otra vez me acosan las pesadillas, me siento cada día más tentada a quedarme dentro de las pesadillas que tengo dormida, al menos esas no me dañan tanto como las que me suceden despierta.

Otra vez me duele la cabeza al despertar y me mareo al pararme de mi cama, me miro al espejo y no me reconozco, esta no soy yo, en mi cabeza me veo muy diferente, no saco nada con quedarme pasmada con mi imagen si de todas maneras sufriré por como me veo.

Luego de un nada relajante baño toca enfrentarme a mi armario, la misma ropa que no me favorece pero que contenta a mi madre, creo que nunca tendré la voluntad para decirle lo mucho que detesto la ropa que me compra.

Me coloco la ropa más básica que pude encontrar, a ver si hoy paso desapercibida, me maquillo un poco sin esperanzas de verme muy bien porque tampoco es que sepa hacer milagros con un par de polvos.

Leo mi horario y meto los cuadernos correspondientes, que gran flojera la que tengo de salir de mi habitación, es mi lugar seguro, del que desearía no tener que salir, amaría poder vivir en estas cuatro paredes sin tener que hacer contacto con el ser humano.

Hago mi desayuno, lo como y camino a la parada de bus, como siempre llego tan temprano que no hay nadie, pasa el bus de las 7 y me subo, pago al conductor y me siento.

Me despierto de golpe por un salto que pega el bus y escucho como los pocos pasajeros se quejan con el conductor:

-Oiga tío si lleva gente, no papas.

-Cuidao' viejo culiao' no ve que lleva gente acá atrás.

Gracias a estas palabras recuerdo que no estoy en una comedia romántica de Estados Unidos o en un video musical de un grupo británico, estoy en un bus oxidado que parece que se desmorona con cada salto que pega, en dirección a mi liceo donde probablemente solo me dan educación para ser una servidora de gente con mejor educación que yo y que tienen más dinero, eso quiere decir que estoy en un pintoresco país latinoamericano llamado "Chile".

Me doy cuenta de que me estoy pasando de mi parada y oprimo el timbre, nada, grito tímidamente sin ánimos de ofender al conductor o despertar a los pasajeros cansados:

-¡Bajan!

Nada...

De repente se para uno de los chicos que le había gritado antes al conductor y dice:

-Oiga tío pare, ¿no ve la que princesa se quiere bajarse?

Y ahora sí se abren las puertas del bus y me dice el chico:

-Ahora puede bajarse princesita...

-Muchas gracias- le digo al chico-

-De nada mi niña, pa' eso estamos...

Me despido con la mano del chico, conozco una chica que estaría desmayada si le hubiese pasado esto.

Llego al liceo y saludo al tío en la entrada, vengo temprano como siempre así que no hay nadie en mi sala, me pongo los audífonos y zzz

MIERDA me quedé dormida, no quiero abrir los ojos, de seguro estarán mirándome y me harán burla, dirán que estaba roncando, probablemente es cierto.

Abro los ojos y quedo en shock ¿Espera? sigo soñando, seguro es eso, no hay otra explicación para esto.

Frente a mis ojos hay un gran castillo, blanco como hecho de marfil y ¿brilla? ¿como es posible que brille? Parece que tuviera gemas en cada una de las esquinas.

Busco mi mochila, no está, tanteo a mi al rededor la hierba buscando mi celular y mis audífonos, tampoco hay rastro de ellos.

Espera, esto es ¿pasto? toco lo que se siente como una pared donde se apoya mi espalda, error, es un árbol, por su textura y el color de sus hojas es un roble.

El aire es tibio y el sol es suave así que no me quema, me siento en un anuncio de perfume, en cualquier momento salta un español diciendo Adolfo Domínguez la fragancia.

Escucho un caballo aproximarse, me doy la vuelta y casi me voy de espaldas, la mujer más hermosa que había visto en mi vida viene a galope hacia mi, se baja y se acerca, nos miramos a los ojos y siento que ya la conozco.

- ¿Quiénes usted? ¿Tiene autorización para estar aquí?

- No lo sé, esto es un sueño así que creo que me he autorizado solita.

- Señorita esto no es un juego, está en propiedad privada del rey, podría ser ejecutada por esto...

- ¿Me matarán en mi propio sueño? Me habían perseguido asesinos, secuestrado psicópatas y besado gente loca pero nunca me habían matado, supongo que mi cerebro no puede concebir su propia muerte ni siquiera en una fantasía ya que no sabe que hay luego de la muerte.

- Me temo que debo llevarla ante el rey, señorita.

- Vamos pues, que de seguro me van a despertar para volver a la decepcionante realidad.

La chica niega con la cabeza y sonríe con la boca cerrada, me extiende su mano y dice:

- Déjeme ayudarla a subir.

Asiento con la cabeza y me subo al caballo, todo se siente tan real ¿Será una de esas realidades deseadas de las que tanto he escuchado últimamente? Había oído gente que iba a Harry Potter, el universo de Marvel e incluso creepy pastas, pero ¿esto? quizá me volví loca de una vez por todas.

- ¿Jamás ha montado a caballo?

Niego con la cabeza

- Entonces sosténgase fuerte de mi cintura.

Vamos a galope tendido hasta que llegamos a unas rejas muy grandes que se abrieron para dejarnos pasar, la gente me miraba extraño, como si fuera una aparición , como si fuera a desaparecer en cualquier momento, supongo que es la misma manera en que yo los miraba a ellos.

Ella se bajó de un salto, mierda, no quiero caerme, me ayuda con gentileza a bajar, mínimo no pasé vergüenza momentos antes de ver al rey.

Hay dos guardias apostados en las grandes puertas del castillo blanco (como decidí bautizarlo).

- ¿Quién es ella? No podemos dejarla pasar si no ha sido registrada.

- Jamás he traído un prisionero sin revisar

Quizá antes cariño, pero tu a mí no me has revisado, aunque salta a la vista que no escondo nada, llevo un vestido blanco suelto y medio transparente, los vuelos me recuerdan a mi Pinterest, además como es costumbre no tiene bolsillos, parece que incluso en mis sueños los vestidos son poco funcionales.

Lo que salgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora