CAPITULO 5

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Lucia

Por lo que veo todos en esta escuela tienen grupo fracasando desde tiempos inmemorables. Obviamente yo no encajo acá aparte de que no conozco a casi nadie, no comprenderían lo que eh pasado y probablemente no lo harán nunca. A penas tocó el timbre y todos ya se estaban juntando para ir a sus respectivos salones en grupos. 

Yo? yo ni me acordaba donde era mi salón que orientación así que apenas comenzó el receso me apresure a buscar alguien de los que vi ayer al presentarme, luego que lo encontré lo seguí hasta el campo.

Encontré un lugar bastante cómodo con sombra y aire fresco como para descansar y tomar un respiro, perfecto.

Cada que estoy en un lugar nuevo es lo mismo tengo que conocerlo demasiado bien porque para perderme soy única. Una vez de pequeña me perdí en el mercado solo por seguir una mandarina que estaba rodando cuando le agarre la mano a "mi mamá" no era ella, era una señora que me miró extrañada con cara de "y esta quien demonios es" lo bueno es que no era nadie malo sino quien sabe dónde estaría. En fin para terminar la señora logro encontrar a mi mamá lo cual por cierto le estaba rogando a papá para que me buscarán porque el no me quería ir a buscar. Bellos recuerdos de mi infancia eh?, Siendo pendeja desde tiempos inmemorables.

Pero aunque no lo crean ese día empezó todo. Ese mismo día, bueno, para ser mas específicos en la tarde vi algo que definitivamente cambio mi vida y lo empeoró más de lo que ya estaba, lo que vi fue...

—Hey! Eres nueva cierto? —me dijo.

—Sí, y tu eres? —dije.

No solo era una chica, en total eran: dos chicas y dos chicos.

Una era alta, rubia y de ojos azules. La otra era castaña, mediana y de ojos marrones oscuros. Los chicos eran altos con las diferencias de que uno tenía ojos celestes y el otro verdes, además de que uno era castaño y el otro con el cabello totalmente negro. Que suerte tienen algunos.

—Soy Eugenia, por ser nueva te lo pasaré esta vez pero estas sentada en MI lugar favorito así que esfúmate —dijo con aire de diva.

Eleve una ceja —¿Acaso este árbol es tuyo? Porque yo no veo tu nombre por ningún lado —dije mientras simulaba buscar algo en el árbol y todos sus acompañantes comenzaron a reír.

—Solo lárgate de aquí estúpida —dijo con la cara roja de vergüenza.

—Pues no, así que toma tu cuerpo plástico y vete a la mierda—dije firme.

—Vaya nueva venía a defenderte pero creo que puedes sola —dijeron a mi espalda —Tu no pierdes la costumbre Eugenia, déjala en paz y ve a joder a otra parte. ¿O quieres que llame Kanu?

La chica o Eugenia como la habían llamado se puso totalmente roja y resoplo con enojo.

—No te atreverías —dijo algo nerviosa.

—Me encantan los retos sabes? —dijo con firmeza y sin bajar la mirada.

—Agh no sabes cuando parar eh? —se volteó y se fue.

Espere a que se fuera y hablé.

—¿Sabes? no necesitaba tu ayuda, pero gracias —dije.

—Si eso ya lo vi, pero ella siempre molesta a los nuevos, sabia que haría algo en tu contra. Vaya sorpresa que me di al ver que tu misma la pusiste en su lugar. Todos aquí le temen, bueno no todos pero la mayoría. En fin, ¿quieres ser mi amiga? —dijo sonriente.

Me quede pasmada con lo ultimo, ¿ella dijo AMIGA? nadie había sido así de directo conmigo, bueno a excepción de mi mejor amigo, en si se parecían demasiado, SHIP SHIP SHIP SHIP —gritó mi conciencia tienen muchas cosas en común, parecían la misma persona pero en género diferente. 

NADA ES LO QUE PARECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora