married to the devil's daughter |AU| Adaptación

|Capitulo 15|

Nos sentamos apoyadas contra un
árbol después de que Amity les
dijera a sus hombres que deberíamos
descansar un rato. Sabía que lo estaba
haciendo por mí.

"A dónde vamos?" Yo pregunté.

"Para Maebeth. Para tu familia." Iba
a pedirle ayuda a mi padre en esta
guerra entre hermanos.

"Realmente matarás a tus
hermanos?" Pregunté con cuidado.

"Sí" dijo sin dudarlo. Me estremecí al
pensarlo.

"Incluso a tus sobrinos?" apretó la
mandíbula y cerró los ojos, luego los
abrió de nuevo.

"No tendré que matarlos porque mis
hermanos lo harán".

Por qué? Son solo niños. Por qué
matar a tu familia por el trono? Eso es
algo que nunca pude entender.

De pie "debemos continuar", dijo. Continuamos nuestro viaje y estaba agradecida de que Maebeth no estuviera lejos de Decresh, así que
llegamos allí por la noche, después de
montar todo el dia.

Mis tres hermanos fueron los que
nos dieron la bienvenida. Hablaron
principalmente con Amity,
ignorandome por completo.

No esperaba más; nunca estuvimos
cerca. Nuestra familia siempre separó
a hombres y mujeres. Si bien los
hombres eran respetados, las mujeres
casi adoradas eran en su mayoría una propiedad que pertenecia a los hombres o estaba lista para ser vendida en cualquier momento, esepto yo, eso acabo cuando salí del clóset.

"El rey está ocupado en este momento,
pero se reunirá contigo mañana por la mañana. Deberías comer y descansar por ahora", dijo mi hermano Hunter mientras nos conducía a las habitaciones de invitados.

Mirándolo a él y al resto de mis
hermanos, no pude evitar preguntarme si se matarían entre ellos cuando mi padre muriera.

"Qué hermano tan grosero tienes.
Parece que tampoco eres cercana a tus hermanos", dijo mientras entramos en la habitación de invitados.

"Cierto" dije mientras mi mirada
aterrizaba en la mesa al lado de la
cama donde se servían varios platos
de comida cubiertos con una funda de
comida blanca.

Pensé que tendría hambre, pero mi
estómago todavía estaba revuelto
por el viaje, así que no tenía ganas de
comer nada.

"Tienes hambre?" Pregunté, mis ojos
viajando hacia Amity.

Ya se había quitado su atuendo militar y se quedó con una camisa holgada que mostraba su pecho con un par de pantalones. Han pasado tres
noches desde que dormimos en la
misma habitación, así que senti que
el nerviosismo se apoderaba de mis
sentidos al recordar lo que me había
dicho anoche.

Quería hacerme cosas malas.
Malvado? Le pregunté a Ylva qué
significa perverso y ella me dijo que
significa diabólico, pecaminoso.

"Qué estás pensando?" Preguntó
Amity recostada en la cama con
la cabeza apoyada en la mano,
mirándome con esos ojos cautivadores.

"Nada" dije sacudiendo la cabeza,
parandome rigidamente en el mismo
lugar.

"Ven aquí", dijo, dándose unas
palmaditas en la cama junto a Ella.

Quiere hacerme cosas pecaminosas.

Me urgí a moverme y me quité la
capa, caminando hacia la cama. Me
acuesto de espaldas a su lado con
vacilación, mirando hacia el techo para evitar su intensa mirada.

Por el rabillo del ojo, aún podía ver que me miraba en un silencio que se volvió insoportable.

"Amity?" Tomé un respiro profundo.
"Tu nombre es hermoso, y no es una maldición. Amity significa "mujer de luz"( se que en realidad Amity significa amistad pero lo puse así para que encaje mejor, pero ya me entienden) .Me miró sorprendida, pero luego su rostro se puso serio.

No soy una mujer de luz", dijo, "hay
oscuridad dentro de mí".

"Todos tienen un poco de oscuridad
dentro de ellos, eso está bien porque la oscuridad y la luz no pueden existir la una sin la otra".

"Estás tratando de consolarme ?"
preguntó con una sonrisa.

"Solo estoy diciendo la verdad", dije.

Se volvi a guardar silencio, a pesar de
que tenía mil preguntas en la cabeza.
Realmente matarás a tus hermanos?
Y la nota escrita con sangre? Le
agrado? Pero la pregunta que salió
de mi boca fue: "Por qué accediste a
esperar para consumir la boda?"

"Me temías y todavía lo haces a veces."

"No quiero hacerlo" admití.

"Nunca te haría daño... pero a veces...
no soy yo misma'.

Que quieres decir?" Se acostó de espaldas con un suspiro, "Estoy cansada, vamos a dormir.
Te lo diré en otro momento" dijo.

Quería saberlo, pero yo misma estaba
exhausta porque me resultaba difícil
mantener los ojos abiertos. Cerrando
los ojos, dejé que la oscuridad se hiciera cargo.

Me desperté por la mañana con Amity a mi lado. Seguía durmiendo boca arriba, pero sin camisa, solo con el sostén puesto. Las sábanas cubrían su estómago.

Su cabello estaba extendido sobre la almohada, luciendo suave y brillante como la seda. Tomé parte de su cabello en mi mano e inhalé su aroma picante que hizo cosas en mi cuerpo que no podia explicar.

Mis ojos viajaron a su rostro. Sus
cejas eran espesas y perfectamente
formadas y sus pestañas largas y
brillantes. Ahora, con los ojos cerrados, casi rozaron sus impresionantes pómulos.

Su nariz afilada y en forma de gancho
proyectaba una sombra en los labios
que hablaba de sensualidad. su piel era pálida como la luna, tan suave que hizo que mis dedos picaran por un toque.
Pasé mis dedos a lo largo del borde de
su afilada mandíbula hasta la curva de sus labios admirando su buen aspecto cuando sus ojos se abrieron y los miré sin poder apartar la mirada.
Fue entonces cuando me di cuenta de
por qué nunca antes había estudiado
su rostro. Sus ojos eran demasiado
cautivadores para hacerme notar el
resto de su rostro.

Tenian poder y pasión, pero también
hablaban de secretos y dolor.
Sonrió con los ojos. Retiré mi mano
y aparté la mirada, sonrojándome
mucho. Aunque no pude verla, pude
sentir su sonrisa ampliarse ante mi
reaccion.

"No hay necesidad de escapar, esposa,
soy toda tuya. Puedes mirar y tocar
todo lo que quieras".

Cuando no dije nada porque estaba
muy avergonzada, se levantó de la
cama y caminó hacia la mesa.
Mis ojos se posaron en sus hombros mientras caminaba con gracia. estaba bien formada y delgada. Mientras caminaba, se pasó la mano por el pelo y mi corazón dio un vuelco.
Algo en la forma en que caminaba y
se movia hacia cosas extrañas en mi
cuerpo. No es de extrañar que las doncellas babearan por ella. Había visto la parte superior de su cuerpo desnudo antes, pero en ese entonces estaba empapado de sangre.

Ahora... espera! iLas cicatrices! A
pesar de que parte de su cabello cubría su espalda, todavía podía ver la mayor parte y no tenía cicatrices.
No es posible. Sus heridas eran muy
profundas y estoy segura de que
dejarían cicatrices, pero no las hubo.

"Esperar!" Dije antes de que pudiera
deslizarse en su bata. Me levante y me
acerqué a ella.

"Espera" repetí, agarrando su brazo y
haciéndolo darse la vuelta. Le quité
el resto del cabello. Sin cicatrices, ni
siquiera una pequeña. Su piel se veía
tan suave, como si nunca lo azotaran,
ni siquiera una vez. No es posible,
pensé, negando con la cabeza.

"Qué es?" preguntó, confundida,
dándose la vuelta.

"No hay... no hay cicatrices. No hay
cicatrices en tu espalda", respiré en
estado de shock, "Cómo?"