married to the devil's daughter |AU| Adaptación

|Capitulo 20|

"No creo estas cosas". Dije cuando noté que amity bailaba con klara, y olvida por completo lo que el rey me acababa de decir. Ella se sonrojo al decirle algo y parpadeo seductoramente con sus largas pestañas.

El rey se rió entre dientes, "eres bastante posesiva con tu esposa".

Yo no la escuchaba porque klara estaba llevando a amity algún lugar apartado fuera del pasillo.

"Necesito hablar con mi esposa. ¿Me disculpas majestad?"dije.

Me dio una sonrisa de complicidad y soltó mi mano. Caminar rápidamente entre la multitud que bailaba y salí del pasillo. ¿A dónde la llevabo ella?

Mirando por los pasillos, no pude encontrar la e incluso si lo hiciera, ¿Qué haría? Los de la realeza tenían el privilegio de llevarse a quiénes quisieran si así lo deseaban. Odiaba esta injusticia.

"Mi señora, ¿Está perdida?" Dijo una sirvienta que noto que caminaba por los pasillos buscando algo.

Sí, estaba perdida, no sabía a dónde ir ni qué hacer.

"Puedo mostrarte el camino" ofreció, y luego hizo un gesto con la mano, "la fiesta es por ahí".

"Enséñame el camino a mi habitación en su lugar." Exigí.

Camina de un lado a otro en mi habitación sin descanso mientras esperaba a amity. ¿Dónde estuvo ella? ¿Qué estaba haciendo?
Imágenes de klara y ella desnudas bajo las sábanas aparecieron en mi cabeza, y rápidamente luche por alejar esos pensamientos. Mientras imaginaba todas las acciones sucias que potencialmente podrían hacer la una con la otra, mi tren de pensamiento se detuvo cuando la puerta de la habitación se abrió y Amity entró pavoneándose.

"¿Dónde estabas?"soltera sin poder detenerme, levanto una ceja inquisitivamente.

"¿Por qué?"pregunto caminando seductoramente mi dirección.

"Te vi salir de la fiesta con klara." Dije con toda confianza que pude reunir, traté de no dejarme intimidar por su cercanía o por su mirada ardiente.

"¿Entonces?"pregunto acercándose aún más hasta que pude oler su aroma picante.

De repente, el aire se volvió caliente y pesado, y mi mente se volvió como una niebla. Retrocedió unos pasos para alejarme de sombreadora presencia. Necesitaba recuperar mi capacidad para pensar con claridad.

"¿No crees qué eres una esposa poco justa? No te gusta que esté con otra persona, pero no quieres estar conmigo...",Dijo.

Bueno, sí, sé que estoy siendo injusta, debería de darle lo que quiere y necesita.

"Eso no es cierto."intenté negarlo.

"Entonces bésame."

Amity estudio los rasgos de luz mientras se transformaban en sorpresa, pero luego la determinación apareció en sus ojos marrón chocolate. Para su incredulidad, ella cruzó la distancia entre ellas, envolvió sus brazos alrededor de su cuello y tiro de ella aplastando sus labios contra los suyos.

Sus labios regordetes eran suaves y dulces cuando se murieron contra los de ella, pero ella noto con vacilación, puedo decir por su movimiento moderado que ella no tenía experiencia.
Levantó el brazo y agarró un mechón de su cabello e inclino su cabeza ligeramente hacia atrás, luego se hizo cargo.

Ella la beso lentamente, bromeando tratando de enseñarle a sus labios a moverse, sus labios temblaron levemente, pero luego se adaptó lentamente a su movimiento hasta que sus labios se murieron en sincronía.
Paso los dedos por su columna vertebral, acercándola tanto hasta que no quedó espacio entre ellas y pudo sentir su corazón martillando contra su pecho,luego sus dedos viajaron de regreso a su columna y se enredaron en su cabello. Esta vez la atrajo hacia sí agregando más presión en sus labios, ella gimió en respuesta y su control se rompió.

Agarró el brazo de su vestido para romperlo, la quería desnuda, su piel desnuda contra la suya, sus piernas envueltas alrededor de su cintura mientras se perdía dentro de ella.
Ella la estaba atormentando con sus labios y sus manos comenzaron a temblar con autocontrol, no quería asustar la rasgando el vestido como una bestia, ahora que ella la besaba por pura voluntad.

La lujuria hizo que su visión suspira cuando su demonio interior insistió en tomar el control de su cuerpo.

Luz se apartó del beso, pero ella la agarró con dureza deseando más, ella gimió bajo su agarre.

"Amity, me estás lastimando."ella se quejó.

Debí haberla asustado de nuevo, mal dijo en voz baja mientras trataba de aflojar su agarre, lentamente, miro hacia arriba para encontrarse con su mirada, esperando ver miedo, pero todo lo que vio fue preocupación. ¿Qué le preocupaba tanto?

"Estás temblando. ¿Estás bien?" Se dio cuenta de que estaba temblando incontrolablemente cuando ella pregunto.

"Yo... Tengo frío." Mintió, pero incluso su voz era temblorosa.

"¿Estás enferma?" Pregunto mientras acercaba y luego colocó la palma de su mano en su frente.

"Estás ardiendo. ¡Quién es fiebre!"

Ellas jadeó, pero no perdió el tiempo en tomar su mano y llevarla a la cama.

"Acuéstate." ella ordenó.

Cuándo cumplió "volveré". Dijo y se fue, dejó escapar un suspiro de alivio.

No protestó por su partida, porque quería estar sola. Maldijo por dentro y se preguntó que había hecho para que los dioses le dieron ese destino, en verdad, estaba maldita.

Luz regreso con un cuenco de agua y un paño, se sentó en la alfombra junto a la cama y le dio unas palmaditas en la frente a los trapos que goteaban en el agua.

"Estoy bien luz, no necesito esto."protestó.

"No estás bien, estás ardiendo como el fuego". Si supiera que no se estaba quemando porque estuviera enferma, sino porque la deseaba, la deseaba tanto que dolía.

Repetir el mismo movimiento durante un rato y ella puedo sentir que se cansaba."estoy bien ahora, ven y duerme".

"Dormiré después de que te duermas."ella dijo.

Sabía que ella era terca y no lo escucharía así que no discutir con ella. en cambio, fingió quedarse dormida con la esperanza de que ella también durmiera.
Después de un rato, puedo oír que su respiración se estabilizada, así que abrí los ojos y el encontró sumida en un profundo sueño. Su cabeza descansaba en la cama mientras seguía sentada en el suelo. Bajo en la tomo en sus brazos antes de colocarla con cuidado en la cama, luego La miro mientras dormía tranquilamente.

Nunca en su vida había pensado que sería capaz de enamorarse, pero ahora se estaba enamorando, su esposa obstinada y fácilmente celosa.