Una nueva familia

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La mañana llegaba y se podía ver a un niño peliverde no mayor de cuatro años correr por un pasillo, sus piesitos descalzos corrían tanto como podía.

-Mamá, mamá, mami, despierta, abuelito ya hizo el desayuno- dijo el niño moviendo al rubio.

-Hola mi amor- dijo el rubio abriendo los ojos.

-Hola mami, a comer- dijo el pequeño.

-Papá ya hizo el desayuno?- preguntó Sanji.

-Shi, dijo que mami tiene que ir a la escuela- dijo el pequeño Yonji.

-Bien, vamos a desayunar- dijo Sanji para cargar a Yonji.

Al bajar las escaleras vieron a un hombre adulto rubio que servía tres platos en la mesa.

-Al fin vienes mocoso- dijo el hombre.

-Buenos días papá, Yon me desperto- dijo Sanji hacercandose a su padre.

-Recuerda que dentro de dos horas tienes que llevar a Yonji al jardín de niños- hablo el hombre rubio.

-Lo se- respondió Sanji enfriando la sopa de Yonji.

Habían pasado cuatro años desde que ese hombre los encontró en aquel callejón y los había salvado de morir por hipotermia, ese hombre era Kuroashi Zeff, quien adoptó "legalmente" a Sanji y tiene como nieto a Kuroashi Yonji, cuatro años en los que el rubio había aprendido muchas cosas sobre cocina y a como ser madre y padre a la vez, cuatro años desde que ya no recibía golpes a diario por el simple hecho de ser doncel y ahora su pequeño estaba por entrar al jardín de niños y él a su segundo año de preparatoria.

-Esa chica llamó de nuevo, dijo que haría una fiesta y que podías ir- dijo Zeff.

-Sabes que por mucho que aprecie a Nami-San no puedo dejar solo a Yonji- dijo Sanji.

-Puedo cuidarlo esta noche- se ofreció Zeff.

-No gracias, no me gustaría ser perseguido por un montón se idiotas hormonales- dijo Sanji mientras le daba comida a Yonji.

-Como quieras, al salir de la escuela vendrás al restaurante?- pregunto Zeff.

-Si, vamos Yon tengo que cambiarte para ir al jardín- Sanji era la perfecta madre a palabras de Yonji, era cariñoso y siempre le contaba cuentos antes de dormir.

-No quiero, mami no estará ahi- dijo Yonji escondiéndose bajo la mesa.

-Yon, ya hemos hablado de esto, conocerás más niños y harás amigos- trato de convencerlo Sanji.

-No, solo necesito a mami, no quiero a tontos que me quiten a mami- dijo Yonji haciendo un puchero.

-Quien te dijo eso?- pregunto Sanji confundido.

-En la televisión, otros niños le quitaban la atención de su mami al gatito- dijo Yonji a nada de hacer un berrinche.

-Eso no pasará, mamá siempre te cuidará y nunca dejará de prestarte atención- dijo Sanji suavemente.

-Lo prometes?- dijo Yonji.

-Lo prometo- dijo Sanji.

Zeff solo vio como Sanji llevaba a Yonji en sus brazos y recordó el día en que los encontró.

Cuatro años antes.

Zeff caminaba por las oscuras calles del East Blue, la parte más pobre de la ciudad, pero también la más tranquila, ya que la mayoría se apoyaban entre sí, hasta que escucho los sollozos de un bebé, al acercarse vio a un niño y un bebé dormidos en el suelo, el bebé lloraba, quizá por hambre, el niño mayor estaba temblando y supo que estaba empezando con signos de hipotermia.

-Quien sería tan cruel para dejarlos aquí?- susurro antes de ponerle su suéter al niño rubio y tomar a ambos niños en sus brazos y caminar hacia su casa.

Al llegar a su hogar desvistio a ambos niños y vio que el las dos mochilas solo habían dos biberones, leche, un poco de agua y ropa para el bebé, además se una carta, así que llamó a uno de sus amigos de copas para que le llevara algo de ropa, baño a ambos y los abrigo.

-Aqui esta la ropa que me pediste- dijo el hombre robusto y de cabellera negra entrando en la casa.

-Gracias Garp- dijo Zeff para empezar a caminar hacia la habitación en la que estaban los niños.

-Donde los encontraste?- pregunto Garp.

-En un callejón cerca del Baratie- hablo Zeff cambiando el paño húmedo en la frente de Sanji.

-Crees que sus padre los estén buscando?- pregunto Garp.

-No lo creo, en la mochila había una carta, creo que era de su madre, les pedía irse de casa para que no los matarán, creo que ella esta muerta- dijo Zeff con amargura.

Garp apretó sus manos en puños al saber eso, como podían existir personas tan crueles, aún recordaba como su nieto mayor casi fue violado solo por ser doncel, se notaba que el rubio lo era y sabía que en las calles pudo pasarle eso, solo esperaba que ese bebé no fuera producto de una violación.

-Vendre mañana a verlos, si tu teoría es cierta pudo conseguir documentos para que los adoptes- ofreció Garp.

-Esta bien- dijo Zeff.

Zeff pasó la noche en vela, cuidando a los dos niños, el rubio parecía estar delirando, lloraba en silencio y llamaba a su madre, pero lo que más tenía consternado a Zeff era que también llamaba a Yonji, supuso que era el nombre de bebé, ya que repetía que el lo cuidaría.

La mañana llego y Zeff fue a preparar el desayuno, cuando Sanji despertó y se dio cuenta que su ropa era diferente y que Yonji estaba a su lado, así que lo tal en brazos y camino de puntillas hacia la puerta pero esta se abrió de repente.

-N-no lastime a Yonji por favor- dijo Sanji abrazando con más fuerza a Yonji contra su pecho, sus ojitos empezaban a llenarse de lágrimas.

-Mocoso que haces levantado? Estas enfermo- dijo Zeff para acercarse, pero Sanji lo vio con terror y con una mano cubrió el rostro de Yonji, esperando que el golpe no lastimara al bebé.

-No te golpeare, tienes que recuperarte- dijo Zeff preguntándose que tanto había sufrido el rubio para que su reacción fuera esa.

-P-Por que estamos aquí?- pregunto Sanji.

-Los encontré en un callejón anoche, hubieran muerto por hipotermia, mi nombreesZeff- dijo tocando suavemente la frente de Sanji- parece que la fiebre ha paso-

-G-Gracias, pero no tengo con que pagarle- dijo Sanji avergonzado, mientras bajaba la cabeza en disculpa.

-Dime, donde están tus padres?- pregunto Zeff.

-Mamá murió hace unos días, cuando Yonji nació... padre lo mataría así que por eso nos escapamos, s-soy un doncel y por eso no me quería... la única persona que nos quería en esa familia era mamá y ya no esta- dijo Sanji secando sus ojos.

-Quieres que te adopte?- pregunto Zeff.

-Q-Que? Por que haría eso?- preguntó Sanji confundido.

-No tienes hogar y las calles no son un lugar seguro para dos niños- dijo Zeff.

-C-Como se que no le hará daño a Yonji?- dijo Sanji abrazando a Yonji.

-Mira mocoso, si quisiera llevarme al bebé, te hubiera dejado morir en ese callejón- dijo Zeff.

-E-Esta bien- dijo Sanji.

-Bueno, ahora serás mi hijo, solo esperaremos a que el imbesil de Garp traiga los papeles- dijo Zeff- ven vamos a desayunar-

-Ok- dijo Sanji sonriendo, sabía que podría ser malo, pero aún así su madre le dijo que aún entre toda la maldad del mundo habían personas buenas y parecía que este hombre era una de esas personas.

Siempre serás mí bebé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora