𝟬𝟬𝟱 seojun y gowon

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CAPÍTULO CINCO

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Hoy era sábado, lo que significaba que podría pasarme toda la tarde durmiendo o charlando con mamá. Ella no iba los fin de semana a la panadería por extrañas razones aunque sospecho que es porque alguien más le ayuda a manejar el negocio, pero eso me alegraba no sólo por el hecho de mi madre podría descansar sino que también podía pasar tiempo con ella.

Oh, había olvidado mencionar que también tenía dos hermanos. La menor de los tres, Gowon tenía catorce años y era probablemente la chica más tranquila que conozco, tampoco solía hacerle caso a las burlas sobre su físico y le encantaba leer cómics. Luego estaba Seojun, que era el mayor de los tres con diecinueve –casi veinte– años, tenía un estilo realmente fascinante y debía admitir que mi hermano era demasiado atractivo.

Era despreocupado pero también bastante protector.

Seojun trabajaba para ayudar a mamá –cosa que no lo requería porque con la cafetería teníamos dinero más que suficiente–, pero él siempre insistía en colaborar para los gastos. Gowon iba a un colegio distinto al mío, que estaba más cerca de casa pero era bastante prestigioso. Mientras que Seojun ya se había graduado.

Éramos nosotros cuatro contra el mundo.

Se preguntarán... ¿Por qué si Gowon estudia más cerca de nuestra casa, yo lo hacía más lejos?

Explico brevemente, antes de que mi querida hermana menor llegara al mundo yo tenía una plaza en el instituto dónde ahora estoy estudiando ya que mi mamá es muy buen amiga de la antigua dueña del colegio, toda la coordinación me conoce desde que prácticamente era un bebé. Por lo tanto, son como mi otra familia –hablo de los coordinadores y el director, no de los profesores–, eso llega a la conclusión de que soy becada, por ende mi mamá nunca tuvo que preocuparse por pagar el colegio.

Mientras que con la menor de la familia ellos no tuvieron contacto, mamá decidió inscribirla a ella junto con Seojun en el colegio que quedaba más cerca de casa.

Recuerdo que una vez mi hermano trató de irme a buscar al instituto en su amada motocicleta, eso causó que mi mamá se pusiera histérica ya que a ella nunca le gustó que Seojun manejara ese vehículo. Yo también le tenía mucho pánico a las motos por lo que cuando el mayor se ofrecía a buscarme yo rápidamente me negaba. Prefería irme en autobús.

Justo ahora estaba en el césped que había frente a mi casa, estaba con Gowon hablando sobre lo raro que era un compañero de su clase que siempre le decía que era hermosa. Me comentaba que no sabía cómo afrontar esa situación, ella era tan reservada y silenciosa como yo que cualquiera se daría cuenta que somos hermanas.

Seojun también tenía el día libre así que se sentó junto a nosotras mientras comía una gran taza de fresas con uvas, frutas proporcionadas por él mismo; había gastado de su dinero comprándonos las cosas que nos gustaban. Era muy atento.

—¿De qué hablaban? —preguntó ofreciéndome las fresas en su tazón, agarré varias pero mi hermana no. A Gowon no le gustaban las frutas que no fuesen las manzanas.

—A nuestra Gowon un chico la molesta en el colegio, dice que sus intentos de coqueteos son pésimos —reí una vez que respondí para luego ver la mirada fría en su rostro.

¡Yah! ¿Te molestan en el colegio? —la menor rodó los ojos con fastidio cuando Seojun empezó a molestarse—, ¿Acaso no saben que tu hermano es un excelente golpeador?

𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗔𝗟𝗔𝗥𝗠, 𝖻𝖾𝗈𝗆𝗀𝗒𝗎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora