YoonGi entró en pánico, no podía permitirse que María se fuera. Le llamó con la esperanza de que no fuese demasiado tarde. María, por su parte, ya estaba reclamando su boleto de avión cuando el celular empezó a sonar, vio la pantalla con miedo y decidió ignorar la llamada. El celular sonó cinco veces más hasta que María finalmente contestó...

— Meli, no sigas insistiendo, ¡no sabes cuanto me duele! — exclamó María, las lágrimas amenazaban con salir hasta escuchar la voz de YoonGi.

— Enana... ¿qué es eso de que te vas? ¿Me dejarás solo? — dijo YoonGi, con el tono comprensible con el que lograba calmarla cuando estaba enojada o asustada.

— Gatito... no sé si pueda más... sabes que la amo y no soporto estar lejos de ella... ahora veo que ella misma quiso alejarme... — dijo María, con voz entrecortada y el corazón en la boca, las lágrimas volvieron a salir por sí mismas.

— No me dejes solo... sin ti no sé cuánto podría soportar... sabes que no puedo irme. — dijo YoonGi, un par de lágrimas mojaron sus mejillas al pensar en lo difícil que sería superar todo lo que estaba pasando.

— YoonGi... te amo, eres mi mejor amigo y me duele muchísimo hacer esto... pero tengo un límite y ya lo sobrepasaron. — decía Maria, Melissa escuchaba todo ya que el mayor tenía la llamada en altavoz, el corazón le dio un vuelco inesperado al escucharla así.

— Tengo una idea... — murmuró YoonGi analizando las opciones que le quedaban, Melissa abrió los ojos en sorpresa, ¿qué podría hacer el para que María se quedara?

— YoonGi no... — decía la chica hasta ser interrumpida por el mayor.

— Vivamos solos. — dijo YoonGi, María quedó callada, ¿qué acababa de decir?

— ¿Cómo? — cuestionó María sin entender de qué manera podrían hacer que tal cosa funcionara.

— No lo soportas? Yo tampoco... pero no debes irte del país... vivamos solos... rentaré un departamento o algo... quédate conmigo. — dijo YoonGi, Melissa lo veía con una furia inexplicable, ¿porqué le enojaba si ella misma inició todo?

— No quiero ver a nadie más... por favor. — dijo María, limpiándose los ojos al no poder ver bien ya que las lágrimas le nublaban la vista.

— Lo prometo... solo seremos tú y yo, ¿sí? Vuelve conmigo. — dijo YoonGi con voz suave, Melissa volteó a otro lado, escuchar que la perdería por siempre le dolía más de lo que podría admitir.

— Vámonos. — dijo María dejando soltando una pequeña sonrisa de alivio, colgó la llamada y fue a cancelar el vuelo.

YoonGi guardó su celular y se apresuró a buscar un departamento en internet lo suficientemente cerca de la empresa y que estuviese disponible para ir al salir el sol. Melissa lo veía detenidamente, ¿de verdad iba a dejarla ir por Taehyung? Su amigo y su novia, todo, ¿por un amorío de apenas dos días? Regresó a su habitación, encontrándose a un Taehyung cubierto solamente por aquella sábana y abrazando una almohada, la misma que ella le había dejado para que no se despertara. Se sentó en la cama y dejó las lágrimas salir, se sentía culpable por causar tanto dolor a la persona a quien le juró amor la primera noche juntas y que le recordaba cuanto se amaban cada oportunidad que tenían. Taehyung despertó al escuchar sus suaves sollozos, se incorporó rápidamente a abrazarla, no entendía que pasaba...

— Fue mi culpa, fue mi culpa. — murmuraba Melissa en el pecho de Taehyung, apenas entendible al tratar de respirar al tiempo que lloraba.

— Cariño, ¿qué pasó? Habla conmigo. — dijo Taehyung preocupado, la estrujaba entre sus brazos para ayudarle a calmarse. La chica se separó un poco y sorbió su nariz, limpiando sus ojos con sus manos, aún sin detener el llanto.

¿A quién eliges?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora