PROLOGO
—¿Cómo te sientes? — preguntó una señora no muy mayor a la adolescente que tenía enfrente.
Pensó en quedarse en silencio como la mayoría de las veces cuando la psicóloga le preguntaba algo a cerca de sus sentimientos, pero esta vez, Mia quería decir la verdad, solo quería desahogarse.
—¿Triste? — dudó ella. La psicóloga solo se quedó en silencio para que la adolescente pudiera seguir hablando.
—No lo sé... — dijo casi en un susurro, pero no tanto como para que la psicóloga no la alcanzara a oír.
—Si lo sabes, Mía—. Afirmó la psicóloga.
Un breve silencio se mantuvo en aquella habitación hasta que Mía volvió a hablar. Dudó un poco al hecho de que si se queria quedar callada o hablar de sus sentimientos, al final de cuentas era por eso que se encontraba ahí.
—Triste—. Afirmo esta vez —. Y enojada
—¿Por qué? — le cuestiona la psicóloga.
De nuevo, dudó si de verdad quería seguir diciendo lo que sentía, lo que le generaban sus sentimientos.
—Porque creí estar bien — soltó una risa sarcástica —. Porque creí haber superado mis problemas por mi cuenta... creí haberlo hecho. — una gruesa lagrima cae por su cara, pero la quita bruscamente temiendo que la psicóloga se diera cuenta.
—No te culpes, todas las personas tienen recaídas. Es normal.
La adolescente pensó en sus siguientes palabras, pero no se le ocurrió nada, solo soltó uno que otro chiste para alivianar la situación, ese era su mecanismo de defensa.
—Para ser sincera, jamás creí que necesitara un psicólogo— río para si misma— tal vez si estaba demasiado dañada.
—Todos lo están, pero solo pocos aceptan estarlo —. Afirmó la psicóloga— Y tú, Mía, tuviste mucho valor para aceptar que necesitabas uno... que necesitabas ayuda.
Mía no dice nada, solo se queda ahí, escuchando a la persona que, para ella, es la mas sabia en estos momentos. Con unos ojos llorosos y la voz quebrada, contesta:
—Si, tal vez soy algo valiente después de todo—. Ríe entre lágrimas.
—Tal vez siempre lo fuiste y apenas te estas dando cuenta de ello.
Otra risa sarcástica por parte de Mía vuelve a sonar entre la habitación pero no logra articular nada mas.
La psicóloga solo le dedica una sonrisa a medias, al final de cuentas, ella sabe que no le es fácil a la adolescente hablar de sus sentimientos. Para nadie lo es.
—La salud mental es importante, Mía. No minimices tus problemas pensando en que te verás ridícula o débil ante los demás. Es muy valiente de tu parte acudir a un psicólogo, no todos tienen el valor de aceptar que necesitan uno o de simplemente aceptar sus problemas. Ellos deciden enfrentar su lucha solos y es entendible, pero cuando la batalla es mas grande que ellos se necesitan de apoyo para vencerla.
Mía solo podía oír aquellas palabras que sabía que le ayudarían en algún futuro, porque sabia que ir a ese lugar no era en vano, por algo estaba ahí, por algo acudió a ese lugar, y por alguna razón le preocupó su salud mental.
Fecha de Inicio:
23 de octubre 2021
Fecha de finalización:
...
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ALGO LLAMADO "YO"
Roman pour AdolescentsTodos tiene un propósito en la vida, uno que los motiva a seguir adelante y luchar hasta alcanzarlo. Algunos dicen que, si no tienes metas en la vida, sueños, propósitos, estas muerto por dentro y no tendrías porque seguir en tu vida, pero yo creo q...