Aquella mujer a la cual le preste el servicio de taxi desde la ciudad de Acarigua, me llevó a otro estado supuestamente solo por el servicio, resulta que ella era integrante de una peligrosa banda de ladrones de vehículos la cual tenía como modus operandi enviar a la mujer a otras ciudades con la misión de solicitar un taxi con engaños y estando embarazada se aprovechaba de la situación y al llegar al supuesto destino la estarían esperando los integrantes de la banda para secuestrar, robar y si las cosas se salían de control quizás hasta asesinar.
Esta última teoría no puedo asegurarla ya que no corrí con tan mala suerte. Al llegar a aquel lugar desolado a oscuras, me bajaron del auto, la chica y un integrante de la banda se alejaron ante mis ojos y en medio de todo mi pánico los vi a distancia con el coche, por otra parte uno de los maleantes se quedó conmigo y me hizo caminar alrededor de unos 10 o 15 minutos por una zona boscosa bastante oscura, mientras yo caminaba delante de aquel delincuente el me agredía verbalmente, yo en medio del miedo solo le decía no me mates por favor tengo tres hijos y quiero verlos crecer.
Luego de unos minutos nos encontramos con un colchón y un sofá en medio del bosque en una zona la cual tenía la apariencia de ser su trinchera, estaba ubicada estratégicamente, muy bien oculta de cualquier vía o camino, nadie jamás imaginaria que algo existiera allí, en eso mi secuestrador me dijo tírate al piso, dame tu billetera y no voltees atrás. Hice tal cual me ordenó, no sin antes suplicarle por mi vida, "no me mates te lo pido por favor". Me invadió una sensación de pánico y escalofríos por todo el cuerpo, también le entregue mi teléfono, no era nada costoso, muy sencillo, realmente me dijo que si me portaba bien y seguía sus instrucciones nada malo me pasaría, yo estaba llorando, en shock. Me dijo cálmate tú te iras a casa tu carro lo están desmantelando al estar listo te dejaré ir.
Yo solo le pedía que no me lastimara, me puse a orar, clame a mi padre Jehová de los ejércitos. Padre envía tus ángeles a que me protejan, no permitas que estas personas me lastimen, bendícelos, solo están ganándose la vida como aprendieron a hacerlo, perdónalos y bendícelos, protégeme.
Por ratos yo clamaba, oraba, pedía a Dios, también hice promesas que no he cumplido, perdóname señor por mis pecados, aun así soy hijo de la promesa y mi padre jamás me abandono ni lo hará. Gracias padre por darme la oportunidad de sobrevivir y poder relatar mi historia.
En esos instantes de desesperación muchas cosas se me vinieron a la mente, ⁷pensé en mi familia, en Eva, en Jazmín, en Jacob David, en mi frutilla hasta de Isamar la madre de mi hija mayor, en mis padres, mis hermanos, abuelas, primos, seres queridos, tías, tíos, en todas las personas que conocía. En un momento sonó el teléfono del ladrón, contestó, lo escuche decir: se está portando bien no hace más que llorar, hablar y rezar, pero está haciendo caso.
Unos instantes después mientras yo estaba de espaldas a mi captor escuche cuando monto su arma, la traqueo, la sonó, entre en pánico de nuevo, recuerdo lo primero que pensé fue: ¿Qué se sentirá recibir un disparo? ¿dónde me lo iría a dar, en la cabeza? ¿En la barriga?... Me preguntaba si moriría esa noche.
Luego escucho unos pasos acercándose, ya habrían transcurrido un par de horas; por mi espalda llegó aquella persona que se había alejado con el auto, el hombre vino solo, preguntó al otro delincuente sobre la situación y mi comportamiento, yo estaba asustado, claro, pero tranquilo, sentía la presencia de algo inexplicable pero que me daba seguridad, y estoy seguro eran ángeles que Dios envió para que me cuidaran. Aquel ladrón que recién llegaba al bosque me preguntó: ¿Has comido? ¿Tienes hambre?. Y me dio una botella de coca cola, más abajo de la mitad, dos panes y con queso, me dijo que comiera que el auto estaba casi desmantelado, al terminar te dejaremos ir.
Al terminar de comer me acosté viendo el cielo clamando y orando a mi padre celestial, el cual siempre me cuida y bendice, de pronto suena el teléfono de uno de ellos, habla muy corto y cuelga, yo me encontraba ya calmado, por su puesto, aún con miedo pero tranquilo. Él al colgar esa llamada corta y misteriosa me ordena levantarme despacio y en silencio me dice que camine unos metros, ellos venían con armas de fuego detrás de mi, al cabo de unos minutos me encontré con una pendiente, al fondo un riachuelo, casi seco. Me ordenan bajar, me puse a llorar, fue allí donde de verdad sentí miedo y pánico le suplique "no me mates", mi hijo nació hace un par de días, quiero verlo crecer y jugar a la pelota con él, además, mi hija mayor tenía 6 años, mi otra niña 1, cumpliría 2 años en poco tiempo, "por favor no me mates tengo miedo de bajar", le dije ustedes me van a hacer algo.
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Que lindos ojos tienes
RomanceMarcus, un mecánico de la capital se enamora a primera vista de una joven menor que él por 9 años de diferencia, Naomi. Así empieza esta historia llena de drama, un amor no correspondido que aún así logra surgir ante las adversidades y conflictos...