Esa noche yo me encontraba lleno de una incertidumbre infinita, me calcomian las ganas de aclarar ésta situación, quería salir de la duda, no cabia en mi cabeza que algo así estaba sucediendo, no después de haber pasado tantas cosas. Conocer a mi mujer, amarla con todas mis fuerzas. sentia que el mundo se me venía encima.
Nos escontrabamos Naomi, su padre y yo, en una parte del patio de la casa apartados del grupo de personas que se encontraban aquella noche en la casa de mi familia donde para ese entonces viviamos juntos en una pieza independiente, Naomi me miró a los ojos, luego a su padre e instantaneamente bajó la mirada al suelo y con un tono de voz muy bajo, por poco no escuché su respuesta, se le sentia la voz quebrada y dijo: Sí, lo hice.
En ese momento el mundo se derrumbo para mi. No podía creer lo que acababa de escuchar, no cabía en mi cabeza dicha situación, solo imaginarlo y recordarlo aún hoy unos 7 años después me duele, me cuesta aceptarlo.Su padre le costaba aceptarlo. Yo por mi parte le dije palabras horribles, la ofendí, ella me pidió perdón, yo sólo súpe estar en silencio, no hubo perdón pero tampoco negación.
- ¿Por qué me haces esto? - le dije - tú bien sabes que eres mi vida, doy todo por ti. - Incluso para esos días aceptaba darle mi vida de ser necesario asi que se lo dije. - ¡Por ti Naomi, sería capaz de todo hasta perderlo todo!
Lágrimas corrían de ambos, ella estaba rota en llanto tanto como yo.
-Perdóname, - Me dijo - yo no quise hacerlo. Nuestros hijos no tenian nada para comer y tu no encontrabas solucionar los problemas mecánicos del bus, no teniamos ni para dar a nuestros hijos un pan. Afligida le pregunté a tu tío si me podría prestar dinero y su respuesta fué: "Sí te acuestas conmigo yo te doy algo de efectivo." Pensé en contártelo pero no lo hice y cometí ese gran error, fué allí dónde te fallé, luego de unos días viendo como te esforzabas sin éxito para sustentar la comida para nuestros hijos, y sí con la ayuda que tu tía, la hermana menor de tu papá la cúal en esos días me decía anda y acuestate con mi hermano y así podrás comprar algo de comida para tus hijos; accedí, y un día así lo hice. - confesó entre sollozos- te falté, no justifíco mi falta pero te pido perdón, lo hice para que nuestros hijos tuvieran algo que comer. -dijo por último.
Respiré profundo. Luego de varios minutos en silencio y pensado muchas cosas entre buenas y malas me vino a la mente qué, tiempo atrás recuerdan cuándo empezó toda ésta historia. Jamás les dije que fui infiel un par de veces... Sí lo fui, y no me siento orgulloso de eso. Todo empezó mucho antes de que le fallara a mi esposa con Samanta. Pongánse comódos, les contaré la parte oscura de mi, a los inicios y durante el transcurso de mi relación.
Para cuando secuestré a Naomi, porque lo hice, y claro, cómo le podrían llamar ustedes a un hombre de 23 años de edad con una hija de 2 años el cúal enamoró y se enamoro de Naomi una adolecente, prácticamente una niña de tan solo 14 años, bueno 15 años que acababa de cumplir, en fin. La saco de su casa sin el consentimiento de sus padres, la llevo con promesas de amor lejos de su hogar. ¿Eso cuenta como secuestro básicamente, no?
Para el tiempo cuando Marcus (o sea yo). Empezó a trabajar en el circo conoció a una chica que trabajaba allí también, ella se empleaba en la venta de los boletos, allí se saludaban, a ella le gustaba él y él a ella. La miraba no como veía a Naomi, no, pero sí con deseos de otra cosa, como por ejemplo, llevarla a la cama, sí. Y es que para esos días yo, no bueno, en realidad esa no sería la palabra correcta. Lo que trato de decir es que para ese entonces aún no tenía, a pesar que creía saber lo que quería para mi vida junto a mi frutilla, me comportaba como un hombre cual quiera, quería sentir a otras mujeres, lo que sentía por Naomi era algo único, algo bonito, pero no quería aceptarlo, muy en el fondo. Ya cuando Naomi empezo a trabajar en el circo como toda mujer, y con el sexto sentido que parece ir de la mano con todas las mujeres, me empezó a celar de aquella chica, siempre le dije que no era así, que ni me llamaba la atención aquella mujer. Era cierto, nunca llegamos a hacer algo, no pasó de más de coqueteo, aunque para ser infiel con un pensamiento basta.
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Que lindos ojos tienes
RomanceMarcus, un mecánico de la capital se enamora a primera vista de una joven menor que él por 9 años de diferencia, Naomi. Así empieza esta historia llena de drama, un amor no correspondido que aún así logra surgir ante las adversidades y conflictos...