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Todo iba de mal a peor para ambos chicos, por un minuto pensaron que su sufrimiento había acabado.

Pero nada fue así, al contrario, fue peor.

—¡D-Déjala!—Chillo Kawaki tirado en el suelo mientras la muchacha se arrastra como puede hacia atrás queriendo huir de Jigen.

Podía correr, claro, pero una de sus piernas ahora la tenía entumecida impidiendole caminar. El hombre se acercó a ella aún con el baston, las lágrimas no tardaron el aparecer en tan solo pensar cerca de Jigen.

—¡No le hagas daño!

Corre hacia el pero en lugar de detenerlo solo fue recibido por otro golpe de Jigen, lo golpeó tan fuerte que otra vez cayó al suelo.

—Demuestren que valen algo. Dominen el Karma.—Le dice Jigen mirando ambos niños.

La mirada del chico fue directo a _____ quien aún estaba tirada, teniendo su pierna izquierda herida no podía hacer el nada, su vista ahora la dirige a su mano completamente fracasado de no ayudar a su única amiga.

Golpeó el suelo frustrado de no hacer nada para salvar a ella y a si mismo.

—D-Dejalo...—Una voz baja llama la atención del hombre, esa es ____ inclinando un poco el cuerpo para poder levantarse.—Por favor...

Al instante fue silenciada por otro golpe en la cara del mayor, cae otra vez al suelo está vez con una herida en la frente de la cual comenzó a salir una hilera de sangre

—Aunque sean los receptáculos, son solamente un accesorio del Karma. Quieran o no, sus vidas se decidieron cuando recibieron esas marcas.—La mirada fría de Jigen se posó en los dos aún tirado en el suelo.— Aceptenlo, son unos inútiles sin ellas.

Kawaki junto fuerzas y se levantó del suelo furioso y dispuesto a golpearlo, sin embargo lo único que logró fue volver a estar tirado en el suelo.

Le era una tortura ver a su amiga estaba siendo vilmente golpeada por Jigen, golpe tras golpe, no se detenía mucho menos escuchando las súplicas de Kawaki.

—¡Déjala en paz!— Reunió fuerzas y grito el cual se hizo presente por todo el lugar.

Aquello no pareció agradarle nada a Jigen, se designó y al fin dejo de golpearla para irse otra vez con Kawaki, le dolía, pero era mejor eso en lugar de ver cómo ella era dañada por el mayor.

—Miren el lado bueno, al menos saben activarlas.—Fue lo último que les dije el hombre al ver cómo las marcas de los niños desaparecían.

El adulto finalmente decidió marcharse dejando a los dos niños descansar, sus respiraciones eran lentas y profundas más con el terrible dolor que llevan en el cuerpo les dolía tan sólo mover un dedo. Ambos no querían eso, suficiente tuvieron con todo lo que tuvieron que pasar con sus padres.

—______.— La chica abrió lento sus ojos encontrando a Kawaki aún tirado.

El como pudo se arrastró hacia la muchacha puesto a qué no tenía fuerzas como para mantenerse en pie. Ella intento pararse más solo consiguió volver a caer al suelo adolorida.

Ahí se quedaron los dos por unas horas hasta esperar a que el dolor sacará.

❀ ❀ ❀

Mantenidos en su habitación ambos niños están sentado en el suelo, abrazando su propio cuerpo lleno de moretones.

—¿Crees que algún día lleguemos a salir de este lugar?.—Le pregunta la muchacha a Kawaki en voz baja queriendo no ser encontrados por Jigen.—Ser libres...

—No lo sé... solo quiero irme de aquí.—Kawaki mira el suelo dolido por todo lo que estaba ocurriendo.—Ya no lo soporto...

—Yo tampoco...

Ambos niños miraron sus marcas, Kawaki la de su mano y ella solo llevo una mano a su frente. recuerdos espantosos pasaban por sus mente tras verles. Ellos solo querían ser libres, libres de dolor, libres de llorar y que finalmente puedan sentir paz en su interior.

Unos pasos los alarmaron y pronto la puerta fue abierta por el, los dos se quedaron quietos del miedo al verle parado frente a ellos, obsevandoles seriamente.

—¿Q-Que nos vas hacer...?— Se animó a preguntar _____.

—De hecho, vengo a darles un pequeño detalle.— Nos quedamos en silencio después de oirle y solo lo miramos tiesos.—Cuando nos conocimos le prometí algo.

Miró a Kawaki t le extiende un frasco el cual tenía a dentro una carpa dorada, una de las tantas cosas que el quería. El niño dudo si tomarlo o no, aquello no quitaría el hecho de todas las cosas horribles que Jigen les a hecho. No sabían cómo reaccionar, les parecía algo repentino e inesperado. Kawaki se acercó temeroso al hombre tomando así el frasco, sus manos temblaron que estuvo por tirar el recipiente pero afortunadamente no fue así.

—Ustedes son mis hijos, mi deber como padre es demostrarles mi cariño.— Ahora posó su vista en la muchacha.—_____, acercarte.

Le hizo una señal con su mano, ella se acercó nerviosa por este acto del hombre realmente ninguno de los dos se esperaba esto de el. Jigen dejo ver un collar el cual tiene forma de un girasol. El se agachó y comenzó a colocarlo en el cuello de la chica.

—Esto simboliza nuestra unión como familia.—Menciono el mostrando una leve sonrisa terminando de colocarle el collar en ella.

El mayor abandono la habitación y los dejo impactados, nunca se esperaron esto de el.

𝐅𝐑𝐄𝐄𝐃𝐎𝐌 |Kawaki.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora