Antes de que Dios crease el sol,
Solo éramos tú y yo.
Y se hizo la luz,
Y tus ojos se encontraron con los míos,
Y no hubo en el universo
Astro que eclipsara tu mirada.
Y entonces sonreíste,
Y tus dientes asomaron
Y di por hecho
Que él debió haberte creado primero.
Pues sigo pensando,
Que es a ti a quien las estrellas
Han de pedir deseos cuando pasas.
Tus labios que son vida,
Amenazan con quitarme la mía.
Y vio el destino, que era bueno.
Y a los 3,4 segundos
Asomó tu voz en el cosmos
Y así empezó la expansión,
Y vio el destino,
Que lo nuestro, era bueno.
Lo siguiente que surgió bajo las sábanas,
Fue el pecado.
Y fue tan corta la noche,
Y tan grande el placer,
Que Dios sigue jugando a crear mundos.
No hay otra historia, nunca la hubo.
-Joy.
