Un chico ordinario

97 1 0
                                    

Dejate de descuidos, de tonterías, el amor es algo que una persona siempre tendrá en el momento que ve a alguien y el mundo que ellos tenían para ellos solos...esa persona se los arrebata...

Como olvidar que el amor que tenías de niño y ver a esa chica, y pensar en ella, me preguntaba si a ella le gustaba...pero creo que no, porque siempre se la pasaba con sus amigos, me sonreía y me miraba y era amable, otra cosa que odio cuando te gusta alguien, te crees especial pero sólo te ilusionas y cuando te desilusionas lloras o ya no vuelves a ser el mismo, eso me pasó, me pasó cuando estaba en primaria, ella me gustaba, claro... Ella no lo sabía, perdón, creo que debo de presentarme, soy actualmente un joven de 17 años que pronto cumplirá los 18, que odia el amor, Cómo llegué a eso? Fácil! Las personas que se cruzaron en mi vida me hicieron así... Es sencillo,, ya que cuando te enoja que personas te hayan cambiado, te vuelves así, pero bueno. todo comenzó en primaria, me gustaba una chica llamada Claudia era muy tierna, amable, tenía unos lindos ojos color miel y cabello lacio, era de piel blanca, me gustaba en primaria, y yo simplemente fui flechado por ella, ella era lo que quería en ese entonces, pero eso sí, me enojaba que chicos más grandes querían coquetearle pero yo siempre la defendía sin recibir nada a cambio.

Me pregunto si alguna vez le gusté, un día, llegué con unas florecitas y las puse en su pupitre y una carta de manera anónima, y allí escribí: "Me gustaste mucho, me gusta tus ojos, tu sencillez, eres muy linda, a veces me pregunto por qué eres así conmigo, tan amable que una sonrisa tuya acelera mi corazón, me gustas mucho ojalá y seas mi novia" . En cuanto ella lo leyó, sólo me hizo sentir fatal, porque la leía y sacaba risas un poco burlonas, pero después vi que con una sonrisa y sus mejillas sonrojadas, supuse que ella quería saber quién era el de la carta, pero no dejaría que descubriera que era yo quién anhelaba estar junto a ella.

Al día siguiente de eso siguió buscándolo preguntándole a los chicos y a sus amigas e investigando sobre el anónimo, mientras la veía, una respiración hizo que me volteara rápido.
-Alejandro, te necesitamos en fútbol-me dijo un chico pequeño que era mi mejor amigo, era rubio de ojos verdes, era un chico guapo pero era gordito y las niñas en ese entonces odiaban a los niños gordos.
-Voy voy, enseguida voy, Hector-le dije a mi mejor amigo-.
-Eso me dijiste la última vez y nunca jugaste y ahora quiero que juegues, por eso vengo por ti-me dijo con un tono enojado-.
-bueno-le medio sonrió- vamos a jugar! -salgo corriendo a la cancha a jugar seguido de Hector, que él se ponía rojo de tanto correr hasta que llegamos a la cancha y empezamos a jugar.
En ese momento me olvidé de Claudia, al jugar fútbol, era mi deporte favorito, todo se me olvidaba cuando jugaba fútbol, uno de mis sueños era ser un gran futbolista, pero sólo jugaba cuando estaba de humor, pero sólo era un sueño.
Después de que había jugado fui al salón a tomar mi agua, hasta que de repente entró Claudia, sola, sin sus amigas de siempre.
-Hola Claudia -le dije un poco nervioso mientras empezaba a tomar agua-.
-Hola Alejandro, no me imaginé que estuvieras aquí! Normalmente estas desaparecido en los recreos-dice entre risas-.
- Pues, de repente quise jugar fútbol, y pues si me cansé-le dije limpiándome el sudor con el suéter-.
-Oh! Acaso juegas fútbol? Increíble, me gustaría jugar fútbol me enseñarias?-dice Claudia acercándose-.
-Por supuesto -le dije sonriendo-.

No podía creer que allí estaba la chica de mis sueños a solas, y de repente sólo sentí que unos suaves labios me habían besado, de repente me hice para atrás y la miré confundido pero muy rojo. Ella solo me miraba extrañada.

-¿Qué tienes Alejandro? -con un tono de voz muy dulce-.
-Este... ¿Por qué me besas Claudia?
-Pues porque quería hacerlo -con una sonrisa-.
-No sé, eso fue de repente, Claudia esto es raro -le dije mientras me temblaba la voz-.
-Pues mis amigas me dijeron que no era capaz de besarte y lo hice.
-¿Me besaste por un reto? ..-le dije con una débil sonrisa-.
-Mis amigas, pero tranquilo, no significa nada-dice de manera inocente-.
-Ya veo..-me puse cabizbajo, pero después me tranquilice, pero con el corazón roto- no te preocupes, no significa nada.
-De acuerdo -me abraza y me sonríe-.

Eso hizo que me doliera, y más que me abrazara, así que, dejé que el abrazo durara un poco, en ese momento me empecé a sentir mal los días que pasaban, me hacía más distante hacia los demás, hasta que fui completamente distante a las niñas.

Odiando al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora