𝕋𝕙𝕖 ℙ𝕖𝕣𝕗𝕖𝕔𝕥 𝔼𝕞𝕡𝕚𝕣𝕖 // ᴍɪᴛᴀᴋᴇ

5°

Las horas pasaban rápidamente en el lugar y el inconsciente azabache seguía sin reaccionar, kakucho quien se le había encargado del cuidado de takemichi comenzaba a preocuparse.

—Estara bien?— pregunto a una de las sirvientas quien se encargaba de la limpieza de la habitación y del chico.

—No es una droga muy fuerte, debería estarlo— contesto la joven sirvienta realizando una pequeña reverencia al ejecutivo de bonten.

—Joder— se quejo el de la cicatriz soltando un suspiro, su pequeña crisis fue interrumpida por un quejido que venía de parte de aquel azabache de cabellos revueltos.

—Takemichi?— preguntó acercándose rápidamente a quien ahora se revolvía entre las sábanas —kaku-chan— murmuró él oji azul en confusión, el efecto de la droga seguía en el y sentía gran sueño. — Kaku-chan te extrañe tanto— musito el joven que aún no tenía en cuenta la situación en la que se encontraba, lo siguiente que supo fue que su mundo se oscureció nuevamente sumergiendolo en un sueño profundo.

—Mierda, por qué, por qué me dices eso— murmuró él pelinegro sintiéndose más culpable que nunca, si tan solo takemichi lo odiara, pero sabía que eso era imposible, takemichi era la persona más pura que había conocido en su vida, que incluso si le disparará o lo matara en ese instante en sus últimos alientos seguramente no lo culparía.

culparse ahora no serviría de nada, acababa de condenar a takemichi a un infierno.

Un infierno de cuál tendrá que acostumbrarse o ser consumido por su propia ingenuidad.

Las horas transcurrieron nuevamente y kakucho no apartaba la mirada del azabache quien se veía tranquilo al dormir, su momento de paz fue interrumpido por un peli blanco de ojos oscuros que irrumpió en la habitación.

— No ha despertado?— musito con un tono algo molesto, kakucho simplemente nego con la cabeza haciendo que el peli blanco frunciera el seño — Quien se encargó de suministrarle la droga?— una joven sirvienta al escuchar la conversación temblaba aterrada, en esta ocasión a sanzu no se le encargó el suministro de la droga debido a que podría matarlo "sin querer" a si que  alguien más tuvo el trabajo.

—Perdone mi vida por favor!! La droga no debería ser dañina para humanos no debe tardar en despertar! — sollozo la joven quien se arrodilló ante mikey tenía la vaga esperanza de poder sobrevivir, pero antes de que está siquiera pudiera seguir rogando por su vida, su cabeza estaba rodando por el suelo y el hedor a sangre se esparció por toda la habitación, el gesto de mikey no cambio demostrando lo poco que le importaba la vida humana o cualquier tipo de vida.

....

—Ah-— un quejido tembloroso llamo la atención de los presentes de la habitación, fijando su mirada en la mata de pelo negro que observaba fijamente la escena que tenía enfrente.

_La reina ha despertado_

Takemichi estaba extremadamente confundido, hace un momento tenía un agradable sueño sobre su reencuentro con kakucho, su amigo de la infancia y ahora que había despertado debido que a un olor metalico que conocía perfectamente se había colado por sus fosas nasales haciendo que despertara finalmente de su trance y se encontrará con una horrible escena enfrente.

Por otro lado cierto peliblanco estaba extasiado, la mirada confusa y aterrada de su pequeño conejito hacía que la oscuridad de su abismo se revolviera por completo.

—Honey, estás despierto— rompio el silencio acercándose al azabache que temblaba debido a la confusión lo último que quería es que un extraño que claramente acababa de asesinar a alguien se le acercara a si que su reacción por inercia fue alejarse.

El cuerpo del pobre le pesaba, esto daba a entender que la droga aún estaba en su organismo haciendo que fuera más lento de lo que debería, mientras intentaba alejarse un pequeño tintineo de lo que parecían cadenas llamo su atención, quitándose aquel cobertor que le proporcionaba calidez para observar una cadena en su pie que lo ataba a la cama manteniendo reducido su movimiento.

—Q-que, quien eres?! Dónde estoy?! Q-quitame esto! — grito desesperado retorciéndose en un intento vano de quitarse las cadenas que lo ataban.

— De que hablas? Estás en tu hogar, tu único hogar takemichi, nuestro hogar.— el pequeño intento desesperado del azabache por escapar lo había puesto de buen humor, oh pequeño e ingenuo takemichi, pronto mikey le  enseñaria lo horrible que es el mundo para que en lo único que pueda apoyarse sea el. Solo el.

—Hogar? De que hablas! Ni siquiera te conozco—  pequeñas lágrimas se asomaban por sus ojos, takemichi busco desesperadamente algo que le pueda servir de ayuda fijándose en la otra presencia de la habitación, kakucho, el puede ayudarlo, el puede llevarlo denuevo a casa —Kaku-chan! Ayúdame, quiero ir a casa, por favor!— suplico perdiendo por completo la esperanza al observar como el de la cicatriz hacía caso omiso y simplemente volteaba la mirada ignorando por completo a takemichi, quien no tardó en ser un mar de lagrimas.

—Todo está planeado para nosotros honey, no hay escapatoria, solo es cuestión de acostumbrarse— "consoló" el peliblanco haciendo que los sollozos de takemichi fueran más fuertes que antes, lucho por unas horas más hasta el cansancio, kakucho observando impotente y mikey sin despegar la mirada de su presa.

—Preparate cariño, mañana serás marcado como propiedad de bonten, es un día especial a si que guarda energía— añadió dándole un ligero beso en la frente al cansado takemichi quien ahora solo tenía fuerzas para llorar.

Mikey finalmente abandono la habitación dando las órdenes de cuidar atentamente al cautivo, takemichi se quedó en la cama sollozando en silencio sin fuerzas de luchar más, por el forcejeo se había lastimado la pierna y le ardía como el infierno, sus azulados ojos estaban hinchados y sus pensamientos eran un lío.

¿Que había hecho para merecer esto?

Kakucho seguía en la habitación cabisbajo, escuchando atentamente los sollozos de su amigo de la infancia sin poder hacer nada, sin sentirse con el derecho a consolarlo, simplemente espero a que los llantos cesarán para observar al pelinegro dormido después de tanto llorar, cubriéndolo con la manta cuidadosamente mirándolo con lastima.

—No sirve de nada luchar takemichi, todo será peor mientras más te resistas— murmuró acariciando con suavidad y cariño el cabello del azabache —ese es mi único consejo, mi reina—

Kakucho abandono la habitación.

_mañana será un nuevo dia_

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HOOOOLA
Cuánto tiempo, JAJS

Cómo dije no tengo excusa para decir del por qué no actualice, quizás ¿Falta de inspiración?

Comooo seaaaaa

Aquí un nuevo cap del fic! Después de mil años, una disculpa por los errores ortografía.

He estado pensando en una historia como takemichi el hermano menor de los haitani sería una historia esponjosa y dramática!
¿Que les parece?

Espero les haya gustado

Ba bay!

-Hongo🍄