different | law

catorce | beso

catorce | beso

Lo único que pasaba por la mente de Law era "mantente despierto, sólo unas horas más". Vaya que se encontraba cansado, normalmente sabía cuando su cuerpo ya no resistiría más sin dormir pero no contaba con que Nana cayera en tal estado.

Buscaba algo para entretenerse mientras amanecía, una vez que sus nakamas despertaran con el ruido que harían le sería más fácil mantenerse activo, pero durante las cuatro-cinco horas de noche que quedaban, solo podía mover la pierna repetidas veces en busca de activar su cuerpo.

Había resistido miles de cosas peores que una desvelada, podía hacerlo, claro, o al menos eso esperaba.

Nana tosía cada tanto, a veces se quitaba las cobijas inconscientemente, Law solo se acercaba para taparla de nuevo o cambiar la toalla húmeda de su frente.

Miles de pensamientos abordaban la mente del capitán en ese momento, algo que agradecía ya que podía quedarse dormido en cualquier instante sin darse cuenta.

Entre aquellas memorias algunos momentos resaltaron más: cuando conoció a Bepo, cuando formó la tripulación, la invitación que dio a cada uno de sus nakamas para unirse a él, hasta cuando Nana se unió; sonrió inconscientemente.

Cuando se encontraba solo ocurría muy seguido que se quedaba pensando y recordando cosas, se reía y hacías muecas extrañas que sólo haría estando solo, así era él, y en cierta manera sus nakamas lograban entenderlo a la perfección, sabían con una simple mirada que el capitán se encontraba molesto o de buen humor, algo que los años conociéndose y la amistad que tenían fortalecía.

–M-Mmm-... –balbuceó Nana entre sueños, Law se reincorporó al instante y la miró fijamente, creyendo que se estaba despertando. –Ma-...Mamá.

– ¿Nana? –la peli-verde balbuceó algo indescifrable, entonces Law se dio cuenta de que hablaba dormida; relajó los hombros y suspiró aliviado, si Nana despertaba ahora significaba que los medicamentos no le habían hecho efecto, ya que estos eran prácticamente unos tranquilizantes, si el cuerpo de una persona normal los rechazaba...entonces esa no era una persona normal.

–Ma-...Do shento. –gracias a su estado su voz sonaba extraña, las palabras salían algo distorsionadas. –Yo-... –como si fuera inevitable, Nana comenzó a llorar, sus ojos continuaban cerrados pero de estos se escurrían las lágrimas.

– ¿Por qué-...? –Law se acercó a la cama y tomó asiento en la orilla, sin despegar su mirada de la chica. – ¿Qué es lo que ocultas tras tu sonrisa, Nana? –le limpió el rostro con los dedos y luego sonrió cansado. –De verdad necesito dormir.

–Lu-ffy... –Law se detuvo justo antes de levantarse, Nana siempre mencionaba a los Mugiwaras, pero rara vez mencionaba la relación que había entre ellos. Solía hablar de cosas divertidas que hicieron juntos, pero nunca más allá. –Luffy, gracias.

Luego de eso Nana no volvió a hablar, como si después de decirlo pudiera por fin descansar; Law la dejó en paz sentándose en donde anteriormente se encontraba, la curiosidad por saber más de Nana y su pasado permanecía ahí, pero después podría preguntarle, por ahora, debía seguirla cuidando hasta que se pusiera mejor.

***

– ¿Despertará pronto? –Law cerró sus ojos y respiró profundo repetidas veces.

–Esto lo he vivido antes. –murmuró ahora mirando a Bepo. –No, niño, aún no. –Aoi gruñó.

– ¡Me llamo Aoi, no niño! –Law lo miró desafiante, Aoi se calmó y le dio la espalda aún sentado.

– ¿Por qué están todos aquí? Ya les dije que no sé exactamente cuándo despertará. –Law se cruzó de brazos.