Al bajar, llevaba una remera grande que no era de ella y un pequeño short que quedaba cubierto por la remera que alcanzaba sus rodillas.
Se sento junto a Harry y el aparto su telefono para mirarla. Le coloco un mechon de cabello detras de la oreja y acaricio la piel de su mejilla.
-¿Quien soy, Harry?- pregunto ella casi sin voz.
-Sos Rosse Styles, tenes 16 años y vivis en esta casa. Estudiamos en la secundaria Pekerson y solemos estar siempre juntos.
-Crei que mi apellido era Grerk.
-Solo en tus licencias falsas- dijo el haciendo una mueca de disgusto.
-¿Por que no estabas en el accidente?
-Rosse, las cosas se habian complicado. Se que queres que te lo cuente, pero no vas a querer saberlo. Nunca mas voy a dejarte sola.
-¿Por que en la calle me miraban como si me tuvieran miedo?
El suspiro y la abrazo con fuerza.
-No lo se, cielo. No lo se.
Ella se quedo un largo rato entre sus brazos y sus ojos fueron llenandose de lagrimas. Lloraba en silencio y, cuando el lo noto, el rostro de ella ya estaba empapado en llanto.
-No, no llores, mi vida- suplico el a punto de llorar tambien a la vez que le secaba las lagrimas.
-Es que no me acuerdo- solloso -no me acuerdo de nada. Todos parecen saber de mi vida menos yo.
-Ya vas a ir acordandote, ¿Si?- volvio a abrazarla con fuerza -No recuerdo cuando fue la ultima vez que te vi llorar.
-¿Y si no recuerdo nada?
-Yo voy a ayudarte, te lo prometo. Siempre voy a ayudarte.
Al rato, ella se quedo dormida entre los brazos de el, Harry la observo dormir, sin intenciones de moverse o dejarla sola. Sus palidas mejillas tenian algunos arañazos por el accidente pero lo que mas le dolia a el era la forma en que ella estaba sufriendo por no lograr recordar nada. Si el no se hubiera ido... si no la hubiera dejado...
Ella se removio entre sus brazos luego de un rato y lo miro adormecida.
-¿Vamos a comer, Hazza?- murmuro ella.
-Si, cielo.- susurro el sonriendo al notar que ella lo habia llamado Hazza como cuando era pequeña.
Almorzaron en silencio y se quedaron escuchando musica y mirando peliculas toda la tarde. Ella estaba sumida en sus pensamientos y la atencion de el estaba puesta en ella.
-Señor Styles- dijo Jonas, el mayordomo de cabellos blancos y ojos negros- el personal ya se ha reincorporado por completo. Todos se encuentran cumpliendo sus tareas.
-Muy bien- suspiro el -Podes retirarte, Jonas.
El anciando inclino la cabeza y se retiro de la habitacion. El olor a comida comenzaba a llenar las habitaciones de la enorme mansion.
-Huele rico ¿No es asi?- sonrio ella.
-Claro que si- dijo el y la abrazo nuevamente- Te amo tanto, Rosse.
...
Luego de cenar y conocer al personal, nuevamente, la chica subio a su habitacion. Se recosto en su cama pero sintio que jamas haia dormido en ese lugar, no se sentia comoda alli, entre esas mantas. Se puso de pie y camino por largos pasillos un rato.
-¿Necesita algo, señorita?- le pregunto una de las empleadas.
-No encuentro la habitacion de mi hermano- susurro ella -¿Podria indicarme cual es, por favor?
La mujer abrio los ojos ante la sorpresa por las palabras pronunciadas por la chica.
-Claro, señorita. Sigame.
Ambas se encaminaron por un pasillo y se detuvieron a unas puertas de la habitacion de ella. La mujer llamo a la puerta.
-La señorita esta buscandolo- anuncio y se retiro.
Rosse entro timidamente y lo miro unos largos segundos.
-¿Yo dormia en esa cama?- pregunto.
El sonrio a la vez que negaba.
-Siempre te escapabas a escondidas y terminabas justo aca- señalo a su lado en la cama de dos plazas -Pense que no vendrias hoy.
-¿Puedo quedarme?- pregunto sin saber si era lo correcto.
-De todas formas iba a ir a buscarte.