Capítulo Único.

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Si le preguntaban a Taiju quien era Naoto Tachibana para él respondería con seriedad:

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Si le preguntaban a Taiju quien era Naoto Tachibana para él respondería con seriedad:

"Alguien respetable".

La verdad el Tachibana menor era de las personas con el porcentaje más alto para caerle o agradarle a cualquiera, no podía odiarlo incluso lo acompañaba de vez en cuando a la Iglesia. Pero, en ese momento...En el preciso momento en dónde está, jamás imagino verlo en ese estado.

Nuestro querido policía de ojos azules y cabellos negros, soñador de pequeño cumpliendo sus metas de grande se encontraba golpeando con impaciencia la puerta de una casa ¿Qué casa? Específicamente la casa de Shiba.

Taiju podría haber mandado a la mierda a aquella persona que tocaba su puerta ya que realmente no sabía quién era y además su programa de TV estaba por empezar pero no fue hasta que sus agudos sentidos auditivos lograron expandir un sonido exacto.

—Taiju...—Una voz un poco reconocible, pero se escuchaba como un ruego, intrigado ahora por la nueva sensación de curiosidad el fornido hombre de impecable cuerpo se levantó del sofá vinotinto y camino hacia la entrada.

Se detuvo a ver por el ojo de gato y lo primero que vio fue una cabellera negra reconocida al instante pero extrañamente desordenada. Abrió la puerta y en cuanto la abrió el chico que estuvo detrás de ella se dejo caer justo entre los bíceps del mayor mientras se enganchaba a su cuerpo con sus delgados brazos.

—¿Qué mierda haces aquí?, Y a esta hora Naoto.— Le regaña frunciendo como de costumbre su entrecejo y cerrando la puerta detrás de el mientras el menor en ningún momento se le había separado.

—Quiero follar...— Murmuró subiendo la cabeza y ahí fue cuando lo noto.

Naoto Tachibana estaba tan alcoholizado que no era capaz de pensar lo que decía, el mayor tuvo que ejercer fuerza para quitárselo y cuando lo logro el ojiazul lucho para volverse a pegar. Díos mío era demasiado irritante y cada vez que abría su boca el aroma a licor invadía las fosas nasales del más alto, no era desagradable pero en realidad nunca fue fan número uno de la cerveza le gustaba más otro tipo de bebidas alcohólicas.

Arrastrándolo del brazo lo sento en su sillón y se puso al otro lado mientras intentaba mantenerlo estable. El policía Tachibana era extraño de esa manera o bueno solo intentaba escaparse pensando en aquello para evitar caer en el pecado de la lujuria por el estado tan vulnerable del ojiazul.

La cuestión es que tenía las mejillas y las orejas acompañadas de un intenso rubor tan rojo y brillante como la luz roja de un semáforo, sus ojos adormilados y algo cristalinos mientras su pecho subía y bajaba respirando agitado...alto, ¿Por qué respiraba agitado?.

—¿Dónde estabas?— Pregunto dejando que el menor se sentará en su regazo pues no diría nada a menos que le permitiera hacerlo o eso dedujo ya que en cuanto lo preguntó infló las mejillas y se cruzó de brazos ignorandole pero cuando le dió el acceso a aquel tentador asiento el de orbes azules acepto sin dudar.

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⏰ Última actualización: Jun 06 ⏰

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