Sujetame/ Kyojuro Rengoku X Lectora (Pausado)

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Kyojuro me trajo hasta mi departamento, aquel que mis padres me habían comprado para que estuviera cerca de la universidad.

Que lastima que solo les hice gastar su dinero...

El rubio me dejó en la puerta, yo estaba apunto de entrar al edificio pero sentí algo...

Sentía que no lo debía dejar ir...

Era como si la voz de mi mente me dijera que tenía que retenerlo...

Que extraña sensación...

Le miré a los ojos antes de que se pusiera de nuevo el casco, me miró alzando una ceja, sus ojos parecían algo hundidos y su sonrisa era apenas perceptible.

No puedo dejar que se vaya.

- ¡Kyojuro! ¿¡n-no quieres pasar!?- pregunté casi gritando y algo alterada, se me da muy mal aparentar ser normal.

- ah, ¿segura? No quisiera molestarte...-

- para nada, es solo que...pensaba comer algo pero si no hay nadie conmigo no tiene caso comer sabes...-

Inventé una mentira verdadera solo para que no rechazara la oportunidad de entrar a mi departamento.

Kyojuro suspiró mirando sus manos y apagó su moto, bajó de ella y la llevó hasta el estacionamiento designado para estos vehículos poniéndole un seguro al asiento.

- gracias...- dijo en voz baja suspirando.

Al principio no entendí muy bien pero decidí ignorar ese detalle.

Caminamos juntos hasta mi departamento, era pequeño, frío, obscuro y no tenía mucho, pero era lo único que podía llamar hogar.

- ¡voy a pedir pizza! ¿Te gusta? -

- claro, yo como de todo -

Reí algo tímida, por suerte recién había limpiado, así que todo estaba ordenado y olía bien, tenía un par de sillones de esos que parecen bolsas gigantes suaves, Kyojuro se acostó en una suspirando.

Tal parece que no a dormido bien...

Pedí por una aplicación la comida, pedí bastante haciendo uso del dinero que nunca gaste, compre dos pizzas, dedos de queso, aros de cebolla y un refresco enorme.

Cuando terminé el pedido miré al rubio, se había quedado dormido sobre el sillón, corrí por una cobija y busqué un calentador para ponerlo cerca de sus pies.

Estaba haciendo mucho frío, seguramente en un par de semanas estará nevando, me gusta la nieve, es muy linda y blanca...pero no me gusta el frío, me hace darme cuenta de mi soledad, me obliga a estar oculta entre mis obscuras sábanas.

- pobre, seguro estar en el cementerio le estreso de más...-

Miré su perfil y reparé en lo atractivo que es, mandíbula ancha y definida, cejas pobladas, ojos grandes y amables, una nariz alta y sonrisa de ensueño.

Tuve el recuerdo de hace un par de años, la madre de mi mejor amigo y yo comiendo algo mientra charlabamos, ella me contaba sobre como no entendía a mi amigo, toda su tristeza y depresión, ella decía que no entendía como un chico tan atractivo, inteligente y amable, podía estar sufriendo de depresión y ansiedad.