Capítulo 5

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A la mañana siguiente un teléfono empieza a sonar, es el celular de Louis, el ojiazul se despierta repentinamente.

-¡Harry, el teléfono!- Exclama Louis susurrando- ¡Harry!- De un salto con ayuda de sus rodillas se destapa y cae hincado en el colchón, el short se le levanta un poco.- Demonios. ¡Harry, el teléfono!

-Sí, seguro- dice Harry a medio dormir.

Louis sigue buscando, aún está dormido también, tratando de localizar su teléfono con su mano y tirando todo a su paso.

-¿Dónde está?

-En tu bolso, al costado.

Se estira sobre la cama hasta que lo toma y contesta.

-Hola ¿Hola? ¡Hola! -Se levanta de la cama- ¡Frank! ¡Frank, corazón! ¿Estás ahí? ¡Hola! Demonios.- comienza a caminar por todo el cuarto, despertando por completo a Harry.- ¡Tengo una muy mala recepción! ¡Dame un minuto!

-¡Por Dios! ¡Louis William! -Exclama enojado Harry.

-Frank, espera un minuto.- Susurra el castaño.- ¡No cuelgues!- Se coloca una bata morada y sale del cuarto, Harry se tapa hasta la cabeza.

Baja las escaleras con rapidez, hasta que llega a la sala, el lugar en donde se hizo la fiesta el día anterior.

-Frank, Frank. Lamento que te hayas sentido presionado con lo de Oprah, pero ... -sigue caminando y hablando en voz baja-. Claro que quiero que estés contento. Sí. Frank, corazón, ¿Frank? Todo va a salir bien -Louis sale de la casa y se coloca unas botas de goma que encuentra en la entrada de la casa-. Puedo llamarlos y lo puedo cancelar- baja las escaleras, con la bata ya amarrada alrededor de su cintura.

El pequeño cachorro blanco y peludo llamado Rapmon sale de la casa detrás de Louis..

-Tienes toda la razón, Frank. Claro que te estoy escuchando -sonríe de lado-. Me encanta escucharte Frank. -De repente Louis voltea y ve al perrito, este le ladra de manera chillona, debido a que aún es muy pequeño-. Shh ... siéntate -le dice a Rapmon-. No, no, no. Tu no Frank. -El perrito comienza a ladrar de nuevo, y a lo lejos, hay un águila observando al pequeño-... creo que sería un error echarse para atrás. Porque durante muchos años, tú me has inspirado con tus hermosas palabras ... -Louis comienza a escuchar al águila y al perrito ladrar -... y siento que ... ¡Estoy en el teléfono! -Le exclama al perrito. Continúa hablando-. Es hora de que el mundo también disfrute de tus palabras.

El águila despega en vuelo, Louis voltea hacia arriba con teléfono en mano y el ceño fruncido.

-Están llenas de pasión, y creo que todo el mundo debería conocerlas.- el águila está en el aire, sobre Louis y el perrito, sus ojos se abren perplejos al recordar las palabras «no dejar salir al perro, porque el águila lo agarrara»-. Frank, yo solo ... solo quiero que seas feliz ¡Dame ese perro! -Grita, el águila ha tornado al perrito-¡Un segundo! ¿Me das un segundo?- Sigue corriendo detrás del águila.- Dame ese perro!

Louis lanza el celular y el águila suelta al perro, el ojiazul corre para atrapar a Rapmon en sus brazos, y lo logra.

-¡Sí, te atrape!- Corre por el celular que cayó en el césped.

-Frank, perdón. Solté el teléfono. Escúchame. No estoy tratando de imponerte nada, pero este libro es tu legado -voltea hacia el cielo, el águila va detrás de ambos-. Y debes presentar ese legado al mundo. Llámame mañana con tu decisión. Nunca apago mi teléfono-Louis sigue corriendo, pero el águila logra tomar su teléfono.

-¡No! ¡Espera!- El águila se lleva el celular del castaño, este sigue negando con su cabeza, así que ve al cachorro y lo levanta.- ¡Llévate al perrito! -Exclama.- Necesito el teléfono! ¡Llévatelo!

La Propuesta (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora