Ángel Caído (#WATTYS 2017) (Pausada)

26. Los demás

Al otro lado del salón contiguo se encontraban los Arcángeles que enunciaban una nueva profecía, hacia muchos años que no les era enviado alguna encomienda y en aquel instante se les difundió una visión en la cual les decía que vendría un alma en busca de la salvación, aquella alma que portara la oscuridad tenia que ser juzgada y limpiada de toda aquella maldad al venir al gran Tribunal de los Arcángeles pero que ellos mismos tenían la autoridad para juzgar si era digna de la salvación. Aquella encomienda les resulto de lo mas curiosa puesto que los Arcángeles había ya escuchado de un alma que como ya se había dicho portaba la oscuridad pura en su espíritu y que a la vez estaba condenada, era decir que no podía salvarse, era un presagio que no solo lo consideraban algo divino sino que era una precaución para anticipar una desgracia ya que al igual que todo lo que entraba al Tribunal debía de ser puro seria y siempre así, y si en algún momento se adentrase algo impuro seria la mas desastrosa traición hacia el creador si aquella alma llegaba en agonía y la oscuridad ya hubiera consumido hasta la mas pequeña parte de su espíritu.
Muchos votaron por aquella encomienda cuya razón siempre era acertada y no se asían excepciones de ningún tipo pero esta vez fue distinto, La Arcangel Suaana no consideró digna a esa alma de ser siquiera juzgada ni que al menos encontrara el Gran Tribunal, ella no tenia piedad de ningún alma que llevara al menos una insignificancia de maldad en ella.
Ella pensaba que si tan siquiera portaba algo de maldad ya era impura y no tenía el menor derecho de entrar en el Gran Tribunal para ser juzgada, no era una elección que ella tomara sino que a ella se le había creado para defender a la humanidad de todo mal. Ella a su vez sentía que no era una buena idea tenerla en el Gran Tribunal pero ella jamas se imagino que esa alma fuera una mujer mucho menos se imagino la carga que portaban esos ojos verdes...

Ian, Astrid y Rafael se encontraban preparándose para el Gran Juicio, habían pasado por Rafael y su juicio había sido positivo y tenían derecho a ver a los demás Arcángeles para pedir una audiencia de la cual formaría parte Rafael.

Ya habían transcurrido algunas horas desde que Rafael les había dicho que podía seguir el juicio y Astrid había decidido ir a investigar en algunos pasillos bajo la custodia de Ian que la seguía a todas partes para protegerla y contestarle a todo lo que tuviera dudas. Habían pasado algunos pasillos y ventanales enormes desde el techo hasta el suelo que no solo tenían una hermosa vista de un atardecer que marcaba ya las horas desde que habían llegado, contempló aquel paisaje recordó como lo veía pero desde su habitación esas pequeñas estrellas en las noches y esas nubes que luego de algún tiempo se tornaban de un color pastel que le encantaba, deseo que todo acabara pronto y que volviera a casa con Clara sabia que a estas alturas ella ya habría entrado en pánico por mucho que la odiara y que no le prestara atención, la extrañaba y lamentaba todo, ella nunca quiso esta vida, este destino pero sin embargo estaba así escrito y no podía a ser mucho mas que aceptarlo o intentar cambiarlo.