Recetario de chismes

Aspic de tomate con huevo

(Edit: Si yo tuve que ver fotos de qué es un aspic, ustedes también)

Enviadas por correo, Tomatito33 se dejó ir con sus preguntas, algunas bastante incendiarias.

Las preguntas las voy a poner tal cual fueron escritas.

Las preguntas que te han hecho me han gustado pero yo quiero irme por preguntas que te exijan respuestas mas largas. Es que siento que es injusto que das respuestas bastante cortas para lo que entregas en los capítulos. Ademas creo que las preguntas que te hacen son una o dos en las que te piden una explicacion y eso es lo que yo quiero. Danos explicaciones. Para eso voy a usar tus palabras en tu contra (sin ofender).

Empecemos con cosas faciles que puede ser que no te exijan tanto

Primero hablemos sobre ti

Hablemos.

1.      No puedo evitar notar que como todo escritor escribes sobre libros y literatura. A veces mencionas un nombre o un titulo y das una opinión. Hay alguna agenda escondida en eso como una promocion cultural?

No hay ninguna agenda escondida de ningún tipo.

La historia no trata sobre la creación o difusión literaria, mucho menos sobre dar reseñas sobre tal o cual obra. Eso no significa que mi opinión no esté presente y que esa opinión deba actuar como una voz que guíe los gustos de quienes me leen.

No soy una activista de la alfabetización y la cultura que promueve ideas extrañas sobre cómo el hábito de la lectura nos vuelve mejores personas, por ejemplo, ni voy a obligar a nadie a leer (ni en general ni mi historia) porque respeto la relación que tienen las personas con los textos y/o los libros. Hay a quienes se nos da con naturalidad, hay a quienes eso no nos interesa en lo absoluto; ni la una ni la otra debe ser un juicio sobre nuestra idiosincrasia.

Si acaso llegara a abogar por alguna causa, sería por la lectura como acto lúdico y no como una obligación.

2.      Si ves hacia el pasado como es tu relación con los libros y la literatura? Como empezó? Con que libro o autor?

Creo que existe una idea errónea, muy idealizada, sobre las personas que crecemos rodeadas de libros; no todas somos afines a la lectura. No niego la tendencia que hay en cuanto a que, cuando crecemos así, quizá no le tomamos tanto miedo al objeto y al mundo que contiene, y entendemos el pacto de lectura con mayor naturalidad (somos menos escépticos).

Durante mucho tiempo los libros representaron una obligación porque estaban en el programa escolar y el tipo de lecturas que se hacían no eran con fines lúdicos, sino analíticos; nos enseñaban cómo funcionaban las partes de la historia –tiempo, espacio, personajes, motivos, temas, etc.–, pero muy rara vez nos enseñaban disfrutarlo primero para luego desmembrarlo.

No pienso que eso esté mal, pero recetarles El Cantar del Mío Cid a estudiantes de doce años me parece que es el ejemplo perfecto de la vacuna contra la literatura. Con esto no quiero decir que soy de la idea de que los libros tienen edad, sino que más bien son cuestión de gustos: un libro como obligación es muy raro que guste, aunque admito que hay sorpresas.

El primer libro que abrí por cuenta propia fue uno que formaba parte de una colección de cuentos fantásticos para niños; eran adecuaciones de las obras de los hermanos Grimm. No recuerdo el compilador ni la editorial, pero sí el cuento que me gustaba: "Rumpelstilskin". Había algo interesante en el aspecto material del libro: viejo, con la pasta gastada y el lomo deshilándose, las páginas amarillas. No descarto que de ahí venga cierto grado de fetichismo.

Con los años me enfrenté a la literatura seria con el Gabo y Relato de un náufrago.

3.      Escribir te da energias o te cansa?