capítulo 5

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Una semana después....

Kenna

Lunes 19 de octubre 23:59

Ya estaba lista para ir a acostarme, estaba lavándome los dientes, cuando de repente tocaron a la puerta, sabía quien era, estaba ansiosa, nerviosa y muy agobiada.

Sin duda debía decir que si a la propuesta, estaba lista para decirlo, pero al oír la puerta, me estremecí.
Fui a abrirla, me hice muy pequeña ante ella.

La abrí y ahí estaba, la chica de la semana pasada, con lo que parecía un contrato, o eso esperaba que fuera.

La chica, - que por cierto no se su nombre -, entró a casa y se sentó en el sofá, colocó sus cosas sobre la mesa, y me miró esperando a que me sentara frente a ella.

¿Así?, ¿Sin más?, lo de todos los días, ¿no?, viene una psicópata a tu casa con un contrato para inyectarte sangre de demonio, y todo tan normal ¿No? vale, me queda claro.

- Hola Kenna - dijo-

¿Enserio? Voy a convertirme en una "hija de la noche" ¿y está tan tranquila?

- ¿Vienes ya o que?

- Voy - dije con un hilo de voz.

Me senté frente a ella temblando, pero debería estar tranquila, o sea, nada va a cambiar, seré yo misma, pero con lo que sea que me vaya a inyectar.

Dios, todo esto era tan surrealista...

En que momento, en que jodido momento decidí ir al puto bosque sola y desprotegida. Aunque tampoco era mi culpa, ¿que hacían esos ahí haciendo sus ritos raros? ¿NO TENÍAN OTRO LUGAR?

Vale, vale, debería calmarme y pensar en la situación, vale, a consecuencia de mis actos vi algo que se supone que no debía ver, a si que por ello viene una chica del grupo a que le firme un contrato para unirme a ellos.

Pero yo lo tengo claro, solo me voy a unir para no morir, pero seguiré haciendo vida normal.

Vale.

- ¿Qué tengo que hacer?- dije con voz temblorosa.

- Entonces, decides unirte ¿no?

- Claro, no me apetece mucho morir.

- Vale, pues tienes que firmar aquí con tu sangre.

- Con... Con ¿Mi sangre?

- Si, ¿Qué tipo de sangre eres?

- 0 universal.

- Vale, dame tu mano.

Se la di temblorosamente, y nada más cogerla me hizo un corte en toda la palma.

- AUCH, ¡porque haces eso puta loca!

- No me digas puta loca niñata.

- ¡¿Ah no!? ¿No eres una puta loca? Vienes aquí a decirme que o me uno a vuestra secta o muero, me hacéis pasar una semana bien bonita pensando en si morir o destripar animales y luego vienes aquí, me cortas media mano ¿Y ME DICES QUE NO ERES UNA PUTA LOCA?

- Calma morena, todos hemos pasado por ahí, te llego a entender pero tienes que respetar a tus superiores.

- Perdón, perdón, es que todo esto me supera.

- Norma número uno, nunca pidas perdón, no te arrepientas de nada de lo que has hecho o hagas, es asqueroso.

- ¿Norma número uno? ¿Hay normas?

- Claro morena, mira, te las redacto ahora en un momento.

Norma número uno.

Nunca pidas perdón por lo que hagas o llegues a hacer.

Entre las sombras. [En curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora