capitulo 6

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Kenna


Llegué a la luz que provenía del bosque. Habían un montón de personas en un círculo. En el centro estaba como un corte en el aire, con mucha luz, esto es tan surrealista… ¿Que clase de luz era esa? 

Me vieron llegar, y aún sin yo hacer ningún ruido se giraron todos hacia mi. Todos me hicieron un gesto con la mano a la vez para que me acercara. No sabía que podía pasar si no obedecía pero creo que lo mejor era hacerles caso, a si que me acerqué lentamente y me dijeron que me pusiera en el altar que estaba preparado. 

Me puse y sentí una energía muy extraña desde mis pies hasta mi cabeza, serían cosas de los nervios.

La chica que se acostó con Trevor, si no recuerdo mal, se llama Alice, se acercó con una jeringa vacía, más grande de lo normal, y la dejó al lado mía. Ethan apareció y dijo:

— Con está sangre demoníaca, -se pinchó el brazo- yo te uno a este grupo, en el que la única salida es la muerte. ¿Prometerás dar tu alma a alguno de tus hermanos si estas en peligro?

¿Que? Yo no tengo hermanos.

— Debes responder con un si - me dijo la chica del contrato en voz baja.

— ¿Eh? A si, si, lo prometo.

— Bien, pues que comience el ritual.

Yo estaba desubicada, nos sabía que tenía que hacer, cuando de repente,  Ethan me pinchó la jeringuilla con sangre mientras pronunciaba unas palabras.

—salvum fac regem daemoniorum ut semper tecum.

Aprendí un poco de latín en el instituto, creo que significaba “Salve el rey de los demonios. Que el esté siempre de tu parte”, ¿porque coño me decían eso?

Después de unos diez segundos sentí un dolor inhumano en mi brazo izquierdo, cuando pude girarme, me di cuenta, que me había clavado la jeringa, y joder, como duele. 

Todos empezaron a aplaudir, supongo que ya estaba lista ¿no?

Espera, ¿eso son brasas?, ¡NO ME JODAS ME VAN A QUEMAR!

Mire a Alice en busca de explicación y me miró con cara de ¿enserio?

Ah si ya me acuerdo, solo tengo que pasar por ellas, espera ¡TENGO QUE PASAR POR ELLAS!, ¡MIS POBRES PIES!

Vinieron a por mi 2 hombres, que por cierto daban muy mal rollo, tenían los ojos negros, cada uno me cogió de un brazo y me llevaron donde las brasas.

Estaba muy asustada, me iban a quemar los pies ¡ME VAN A QUEMAR LOS PUTOS PIES!

Intenté resistirme pero me llevaron a la fuerza y me pusieron en las brasas.

Que.. qué extraño.. no quemaban, pase muy tranquila y metí los pies en el agua fría que había al final. 

— Vaya, vaya -comenzó Ethan- parece que ya eres una auténtica “Hija De La Noche”

— Vale, ¿me puedo ir ya?

Todo el mundo se puso en silencio y me miraron como si me hubieran salido dos cabezas. 

— No puedes irte, debes irte con nosotros, es una de las normas.

Ahhh, las normas, dejar que haga memoria.

“Norma número nueve.”

“Deberás alejarte de tu familia, nosotros somos tu nueva familia.”

— No me jodas, no podré comunicarme con nadie, no pienso hacer eso.

— Debes obedecer al líder, y ahora eres una “hija de la noche”, cuando la sangre haga efecto, cambiarás de opinión.

Entre las sombras. [En curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora