Mami villano

Capítulo 68: Nystrom

TAN PRONTO como Tilly se despertó, inmediatamente trató de alcanzar a Kiho con su mano. Cuando no lo sintió a su lado, abrió los ojos y se levantó de inmediato. Sintió un poco de pánico cuando no lo encontró en la cama. "¿Kiho?"

Se sintió aliviada cuando la puerta se abrió y Kiho entró en su habitación.

Basándose en su atuendo de entrenamiento y la espada de madera unida a su cadera, pensó que se levantaba temprano para practicar el swing. Siempre lo hacía por la mañana.

"Oh, estás despierto", dijo Kiho, gratamente sorprendido. "Buenos días cariño."

"Buenos días", dijo Tilly, luego abrió los brazos para pedir un abrazo. "Ven aquí, cariño."

Kiho la abrazó y ella cayó de espaldas hasta quedar acostada de espaldas. Estaba encima de ella, besándola con avidez como de costumbre. Recordó haberse quedado dormida justo después de lavarse anoche. Debe haberse perdido su momento íntimo.

"¿Nos bañamos juntos?" Kiho susurró, luego se mordió suavemente el lóbulo de la oreja.

"Lo siento, hoy no", dijo con un puchero. "Leni y Lani se están poniendo tristes porque no pueden bañarme estos días. Pueden terminar odiándote si les robas su trabajo".

Las doncellas gemelas se tomaban muy en serio su baño. Siempre le prepararían la mejor bomba de baño, rosas, aceites, etc. Al principio, se sintió incómoda al recibir un baño después de su segunda vida. Pero ahora, se estaba acostumbrando de nuevo a que la mimaran.

"No estés triste", le dijo a su esposo mientras le pellizcaba suavemente la mejilla. De todos modos, tendremos vacaciones la semana que viene. No traeremos a nuestros sirvientes, así que me tendrás para ti solo.

Su rostro se iluminó. "Oh, es cierto ..." Su rostro de repente se puso sombrío como si recordara un mal recuerdo. "O no. Padre se une a nosotros, ¿no es así?"

La semana que viene visitarían la tumba de su madre. Estaba ubicado en la finca de su casa solariega. Y la casa estaba en los Oakes, el territorio de su familia. Su padre presentaría a su esposo como el nuevo duque allí.

"Nuestra casa ancestral es enorme, Kiho", lo consoló. "Nos quedaremos en la casa principal mientras mi padre usará el edificio anexo. Traerá a sus sirvientes, pero no se les permitirá entrar a nuestra residencia. Padre sabe que somos recién casados, así que está siendo considerado con nosotros". "

"Eso es amable de parte de mi padre", dijo. "Lo visitaré hoy."

"¿Te llamó?"

Él asintió con la cabeza, luego se sentó y la hizo recostar la cabeza en su regazo. "Mi padre me dijo que lo encontrara una vez que se me ocurriera un nombre que quisiera usar como el nuevo duque de Oakes".

"¿Has pensado en un nombre para usar?"

Se sonrojó, pero el brillo en sus ojos mostró su orgullo por el nombre que usaría pronto. "Quiero que me llamen Kiho Nystrom, Tilly. ¿Suena bien?"

"Suena único", dijo con una sonrisa. "Me gusta. Sin embargo, es la primera vez que escucho ese nombre. ¿De dónde sacaste eso, cariño?"

"Ese era el alias de mi maestro", dijo con voz triste. "Él fue el mercenario que me crió hasta los ocho años. Ahora no recuerdo mucho de él, excepto el nombre que siempre me decía. Desde que tengo memoria, mi maestro me había enseñado a no olvidar nunca su nombre".

No extrañaba el uso del tiempo pasado y la tristeza en su tono. "¿Puedo saber qué le pasó a tu maestro, Kiho?"

"Lo mataron en una misión", le dijo. "También casi fui asesinado por los bandidos que se suponía que debía derribar. Pero afortunadamente, Su Majestad estaba allí para salvarme. Durante ese tiempo, no sabía que él era el príncipe heredero".