O3

680 77 9
                                    

Jungkook entró en su recámara cuando el sol era ya sólo un recuerdo entre las sombras de la oscuridad, la cena fue en compañía de su medio hermano, Hoseok, su esposa Jihyo, y su sobrino Beomgyu. No vio en toda la tarde a Taehyung, ni cuando el joven regresó de su paseo al pueblo, y por alguna razón ansiaba hacerlo. Su mente ahora tenía una nueva variable en la que ocuparse, y era una gran T; no sabía qué tenía aquel muchacho de interesante pero le atraía como un magneto.

La habitación estaba iluminada por seis candelabros cubriendo las esquinas de la habitación y dos a los costados de la cama. Comenzó a retirarse su túnica para poder tomar un baño antes de dormir sintiendo la decepción y molestia por no ver a Taehyung en la habitación, el pequeño había desobedecido a su orden. Uno de sus sirvientes dejó ya preparado su baño por lo que simplemente dejó su túnica tirada en el piso y entró en el baño, atravesando por la cortina de tela blanca que dividía su recámara del cuarto de baño. Al entrar se encontró con una gran sorpresa.

— Taehyung. — se exaltó el Emperador al verlo sentado junto a su tina de baño.

Taehyung alzó la mirada al escucharlo entrar hallándose con la desnudez ajena, el torso trabajado subiendo y bajando de la impresión, sus piernas largas y tonificadas, sus brazos fuertes, y... su llamativa intimidad, aún sin erectar era de gran tamaño y Taehyung fantaseó por un segundo, antes de recobrar el juicio, con verla en toda su gloria. Inmediatamente sus mejillas enrojecieron furiosamente haciéndolo apartar la mirada, se puso en pie y jugueteó con sus dedos sin saber qué decir.

— Usted... solicitó verme.

— Mas nunca esperé encontrarte en mi baño. — contestó no dándole gran valor al hecho de estar desnudo.

— Lo siento, lo dejaré para que...

— Espérame en la habitación. — ordenó y se adentró en la bañera dejando que pronto el agua caliente disimulase su intimidad.

El joven abandonó con rapidez la habitación de baño, su vergüenza lo impulsó a dar pasos rápidos y casi a tropezones llegó a la cama donde tomó asiento, trató de calmar su alocado corazón y el rubor en su rostro. Escuchaba el agua moverse en la bañera a cada movimiento de Jungkook, y una suave tonada salió de los labios del muchacho en tanto se recostaba en la cama batallando contra el sueño. La ventisca de la noche se colaba por la ventana de la habitación ondeando las cortinas y telas de la entrada, el viento era cálido por la época en la que se encontraban y arrullaron a Taehyung hasta que se quedó dormido.

Cuando el agua se movió una tanto más brusca indicó que Jungkook terminó su baño. Él salió secando su cuerpo con una tela ansioso por reunirse con el pequeño muchacho, anhelando finalmente probar su dulce cuerpo y esa boca apetitosa que lo tentaba sin consideración. Llegó a la habitación para admirar a su kómpos dormido en su cama, con su túnica cubriéndole a penas la parte superior de los muslos. Era una visión exquisita.

— Invoco la fuerza de Ares para no sucumbir ante el hombre que tengo en frente. — murmuró el Emperador al ver un ángel de la tentación dormir en su lecho.

Secó su cabello y entonces le retiró las sandalias al joven y el cordel que se ataba a su cintura para que no le incomodase al momento de dormir. Se metió a la cama y lo acomodó a su lado. Le pareció interesante que literalmente esa noche iban a dormir cuando su plan original era disfrutar la oscuridad entre las piernas de Taehyung, y aún más interesante que se sintiese bien tenerlo así, entre sus brazos. Usualmente sus parejas de cama permanecían despiertas la gran parte de la noche y era cerca del amanecer cuando poco o nada dormían, con Taehyung parecía diferente y aún así no le disgustaba, sólo le ponía ansioso y excitado la espera. Una morbosa espera.

Taehyung se removía contra el rey acurrucándose buscando el calor que el cuerpo desnudo a su lado podía darle, sus manos fueron hasta el torso de Jungkook y lo abrazó, su rostro lo dejó descansar sobre el pecho ajeno, parecía muy cómodo cosa que causó diversión en el alto. A Jungkook no le incomodó tenerlo tan junto, se sentía bien aunque muy extraño.

— Espero que mañana tengas la misma predisposición para estar en mi lecho que hoy, pero que permanezcas despierto.

( ... )

Taehyung se removió en la noche, sentía más calor del habitual y eso provocó que abriera sus ojos avellana, la escasa luz de unos dos candelabros que Jungkook hubo dejado encendidos le ayudó a distinguir el lugar, con dificultad logró ubicarse y entonces vio al hombre que lo tenía entre sus brazos y la imagen le asustó.

— Oh, no. — casi gimió aterrado de que el alto Emperador pudo tomar su cuerpo.

Comenzó a dar desesperados suaves movimientos tratando de zafarse de él, y en su intento logró despertar al Emperador de quien logró ver su rostro escasamente y lo que vio le gustó. Adormilado pero alerta por si algo estaba mal, su cabello despeinado y su respiración agitada.

— Despertaste. — le dijo en un bostezo irguiéndose en la cama acto que el menor imitó.

— Yo... no quería...

— Pero por alguna razón sé que tampoco hubieses querido lo que, de estar despierto, hubiese sucedido.

— Debería irme.

— No tan rápido, pequeño dormilón. — lo detuvo subiéndose rápidamente sobre él. La túnica de Taehyung se subió mientras dormía y a penas dejó cubierta su ingle. — Me debes una noche.

Jungkook se ubicó en medio de las piernas ajenas acariciando la ingle del menor con la suya propia, sintiendo los espasmos que causaba en el menor, y sintiendo su cuerpo responder a sus caricias. El Emperador, imponente, tomó las manos de Taehyung entre las suyas y las ubicó a los costados de su rostro para inmovilizar cualquier forcejeo.

— Por favor, no...

— Aquí soy yo quien da las órdenes.

— Mi Señor... — pidió jadeando pues ya podía sentir el duro y erecto miembro de Jungkook acariciar sus muslos desnudos y su ingle a cada empuje como si de antemano se lo estuviese follando.

— Jungkook. — le corrigió suspirando contra el rostro angelical de Taehyung. — En la cama el único nombre que quiero que gimas es ese, Jungkook.

Aunque Taehyung no quería gemir su nombre, ni el de él ni el de ningún otro, o al menos eso es lo que su cerebro racional le decía, pero su corazón estaba tomando un rumbo antagónico al de su cerebro, y si los dos no se ponían de acuerdo terminarían haciendo corto circuito con Taehyung.

— No quiero esto. — bisbiseó sin aliento.

— Lo quieres. — refutó el otro besando el cuello descubierto del kómpos. — Y lo sabes, pero no entiendo porqué te resistes. ¿Acaso te repugno? — le preguntó confrontándolo rostro a rostro, su expresión oscura conservaba aún tanta lujuria que no podría ser contenida para siempre.

Taehyung no le respondió, sólo soltó suspiros y jadeos entre miradas temerosas pero igualmente excitadas. Jungkook le soltó la diestra y con la mano con la que anteriormente lo tenía cautivo le agarró del pelo y tiró de él exigiendo una respuesta. Y aún así, en esa situación, Taehyung no abrió la boca para dar una contestación.

— Odio que no me des una respuesta.

— Sólo... odias no poder controlarme. — por fin dijo causando una reacción en el otro.

— En eso tienes razón. — le dijo y se lanzó a devorar los labios esponjosos del bajito quien, en un inicio trató de luchar contra su deseo, al poco tiempo sucumbió al placer que un experto en la cama le estaba brindando. — Aunque no por eso dejaré de intentarlo.

...

autor(a) original: Alex-Mendoza-Neira
© 2021

a los pies del emperador. kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora