Capítulo 2: Donde brilla el Sol

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Drew y Frain estaban congelados por el agua y debían apresurarse a encontrar refugio o la hipotermia acabaría con sus vidas. Con las pocas medicinas y alimentos que habían podido recoger, una enfermedad era un lujo que no se podían permitir.

Muchos de los supervivientes se encontraban en esta misma situación. El leviatán había extinguido la poca esperanza que quedaba en sus corazones y muchos habían perdido la voluntad de vivir.

Tommy y Annie fueron a buscar algún sitio donde refugiarse del frío mientras los demás se quedaban haciendo inventario y preparando las raciones de comida. Estuvieron caminando durante 10 minutos en línea recta pero parecía que no había suerte.

Annie: Esta tierra parece un laberinto de hielo. Mires a donde mires solo se ve nieve y hielo. Y por si fuera poco hace mucho frío y no he traído ropa adecuada. ¿Tu estas bien Tommy? ¿No tienes frío?

Tommy: Estoy bien Annie-chan. Siempre he llevado pantalones cortos y camisetas de manga corta, incluso en los días de nieve así que estoy acostumbrado al frío. Y además t-

Annie: Shh!

Tommy: *En voz muy baja* ¿Qué pasa, Annie-chan?

Annie retiró el seguro de su rifle y señaló hacía al frente. Había un oso polar que estaba intentando capturar algunos peces para comer.

Annie: ¿Ves eso Tommy? Será nuestro guía turístico por estos lares y posteriormente nuestra cena. Esperaremos a que termine de cazar y lo seguiremos a su cueva, una vez allí lo mataremos y avisaremos al resto del grupo para que vengan a refugiarse.

Tommy: ¡Entendido! Preferiría no tener que matar al pobre osito pero es un caso de necesidad. Usaré este veneno y morirá sin dolor.

Annie: Ni se te ocurra, Tommy. Si usas alguno de tus venenos luego no nos lo podremos comer. Lo único que tienes que hacer es seguirlo sigilosamente hasta su cueva. No te preocupes, yo te protegeré. En el momento en que el oso gire la cabeza hacia ti, morirá.

Annie y Tommy iniciaron el plan. Mientras Annie se iba moviendo para tener al oso siempre en su rango de disparo, Tommy seguía silenciosamente al oso polar para encontrar la cueva. Al ser un niño, sus pisadas prácticamente no hacían ningún ruido y el animal no podía darse cuenta de que lo estaban siguiendo.

Annie: Ahí está la cueva. Ahora solo tengo que esperar a que Tommy haga alguna tontería que llame la atención del oso…

Tommy: Oh, así que ahí es donde vive. Supongo que ya no hace falta que siga escondiéndome.  ¡Ositooooooo!

El oso alertado por el grito de Tommy giró la cabeza y Annie disparó una bala que le atravesó limpiamente el cráneo.

Annie: Oh, cielos… puede que sea un químico psicópata pero sigue siendo un niño. Tommy, voy a inspeccionar la cueva para asegurarme de que no hay más osos dentro, quiero que vayas a buscar a los demás. Recuerda, 200 metros hacia la izquierda, 250 metros hacia arriba a la derecha y luego todo recto durante 10 minutos. ¿Crees que podrás hacerlo solo?

Tommy: ¡Por supuesto! Haré que te sientas orgullosa, Annie-chan.

Al cabo de 30 minutos todo el grupo de supervivientes se encontraba en la cueva alrededor de las múltiples hogueras que habían encendido. Tras secar sus ropas y cuerpos, ya no había peligro de sufrir hipotermia así que podían descansar en paz.

Gracias al oso polar, pudieron minimizar el gasto de provisiones aquella noche pero la escasez de comida era un problema latente que desgraciadamente Drew no podía ignorar. Después de la cena, cuando todo el mundo se fue a dormir, Drew convocó a los Phantom a una reunión de emergencia.

Dan'thil: El último linaje de magosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora