Capítulo 1

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Mientras contemplaba y escuchaba a Hayes Miller presentando ante la manada de forma oficial a su pareja, Theodore Evans, Alex Rollins esperó sentir el dolor desgarrador, un nudo en su garganta o sus entrañas apretándose y revolviéndose mientras seguía observando a la feliz pareja, pero no había absolutamente nada.

Y él sabía la razón de ello.

Si era sincero, había estado en su conocimiento desde un largo tiempo, pero lo negó para no enfrentar otra realidad, una verdad que había enterrado en lo profundo de su corazón y su mente junto a los sentimientos que evocaba aquello.

Una sonrisa amarga surcó entre sus labios sin poder evitarlo al recordar aquel día, aquel momento que estaba grabado con fuego en su memoria y que no podía borrar por más que quisiera e intentara.

Sí, podía enterrarlo en lo profundo de su mente volviéndolo en un simple recuerdo lejano, pero... su corazón y más importante, su lobo, sabían la verdad.

Su padre y sus amigos no había sido lo único que había dejado atrás en su manada natal.

Aquel omega...

Sacudiendo su cabeza, Alex apretó el maletín entre su mano negando a su mente dirigirse en aquella dirección.

Siete años habían pasado de ello, ya nada importaba, no debería de importarle.

Y aun así...

Observando nuevamente a la feliz pareja, él tal vez no sintió dolor, pero si la envidia. Al igual que muchos alfas y cualquier cambiaformas, codiciaba lo que Hayes y Theo tenían entre ellos, anhelaban aquella conexión chispeante con aquel amor incondicional que surgía al encontrar a sus destinados.

Negando con su cabeza, pasó una mano por su cabello y se acercó a la única persona que le confiaría el archivo médico de Theo, Jimmy Parker.

Después de todo, a pesar de que nunca pudo lograr nada con el pequeño hombrecito, si tenía que admitir que había desarrollado una amistad a lo largo de los años con Theo.

Lo que había sentido por Theo, pronto descubrió que no era el sentimiento de amor que debería de sentir para una pareja destinada, pero como solo él había estado enterado de la verdad, la transformó en su excusa para escapar de la manada King, dejando atrás a seres queridos y a... Elliot.

—Jimmy —llamó una vez estuvo cerca.

La pareja se volteó con sincronía, y observó divertido como Jimmy golpeó ligeramente a su amado cuando este le gruñó en advertencia.

—August —advirtió el rubio hombre omega antes de mirarle curioso.

—Está bien, solo quería entregarte esto —anunció alzando un maletín entre ellos—. Está todo respecto a la enfermedad de Theo y mi investigación, incluso la forma y las medidas para realizar su medicación —reveló.

Y eso... Era algo que en verdad no debería de estar compartiendo, su padre se lo había advertido, pero no podía dejar a Theo sin medicación en caso de que no lograran encontrar la solución al problema de Theo.

—¿Por qué me estás entregando esto a mí? —preguntó Jimmy, rodando sus ojos cuando su pareja recibió el maletín por él.

Alex no se molestó por ello, sabía que no era del agrado del otro alfa y la verdad era, que tampoco había hecho el intento de ser agradable con cualquier integrante de la manada Miller, aunque sí descubrió muchas cosas que le agradaban de la manada, la cual era muy diferente a la suya.

—Porque ellos están ocupados y no quiero interrumpir —respondió observando más allá de ellos, donde Hayes y Theo seguían estando rodeados de personas que los felicitaban sin parar—. Sabía que Theo no era mi pareja destinada, aunque tenía la ilusión de poder intentarlo y averiguarlo, él nunca me dio la oportunidad realmente —expresó sincero, ya no había sentido de seguir fingiendo nada.

Tu eres mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora