Esta y todas las noches de Octubre [MDZS] #Danmeitober2021

Día 21: Una tarde de aventuras

#DivergenciadeCanon #KidFic

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Wei Ying se aburrió.

Su madre estaba demasiado tiempo discutiendo con el señor de las papas... algo sobre brotes de raíz y... ¿estafa? Wei Ying no entendía la situación y esta parte del mercado ya había perdido diversión para él.

¡No había más lugar en la tierra donde dibujar con sus botas!

Entonces, miró alrededor en busca de algo más entretenido. Continuó buscando y sin darse cuenta, con pasos pequeños, se alejó más y más de la voz de su madre.

Caminó frente a diversos puestos sorprendido por las cosas que ofrecían y por la peculiar forma de hablar de los comerciantes. Sin embargo, decidió pasar de largo los más abarrotados, en esos, le era difícil mirar. Y aún alzándose de puntillas y estirando su cuello lo más que podía, sólo llegaba a obtener una vaga vista de la mercadería ofrecida.

No valía la pena el esfuerzo, concluyó.

Cuando pasó frente a un puesto que no tenía a nadie en su exterior, Wei Ying se detuvo. ¿Fue música lo que escuchó? Era diferente a la melodía que hacía el dizi de su padre.

Wei Ying se acercó y vio a un niño de su tamaño de pie. Llevaba túnicas blancas, una cinta alrededor de su frente y estaba... demasiado quieto. A unos pasos frente a él, vio la espalda de un adulto que vestía del mismo color que el niño. Este estaba, aparentemente, conversando con el vendedor. Wei Ying no pudo apreciarlo, aun así, estaba seguro que el adulto de blanco cargaba algo en sus manos.

Pero no se detuvo en eso. La pequeña figura de blanco, que él hubiera confundido con una estatua si no lo hubiese visto parpadear y erguir sus hombros cuando perdió por unos segundos su adecuada postura, llamó más su atención.

Era tan raro para él ver a un niño... así. Porque era un niño ¿verdad? ¡Ni siquiera había emitido un sólo ruido en todo el tiempo que Wei Ying llevaba observándolo!

Se emocionó. ¡Quería jugar con él! Una risita brotó de Wei Ying.

Los adultos no lo escucharon, pero el niño que estaba a una corta distancia, sí. Volteó en su dirección en el acto. Y Wei Ying pudo ver sus ojos sorprendidos.

¡Eran dorados!

A Wei Ying le gustaron mucho. Dio un paso más hacia adelante y sonriente extendió su mano.

—¿Jugamos?

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Lan Zhan tenía la vaga noción que lo que hacían no era del todo... correcto.

Podía contar con sus dedos la cantidad de reglas, de las que hasta el momento le había enseñado su tío, que estaban rompiendo.

Pero al mismo tiempo, no parecían estar causando, realmente, algún daño a alguien. Al contrario, la gente parecía feliz de verlos y el niño al que no había podido despegar de su brazo no dejaba de reír.

Al principio, se asustó cuando fue literalmente arrastrado por el niño que le extendió una mano con una gran sonrisa y no espero a que él respondiera antes de tomar su brazo y tirar de él.

Lan Zhan estuvo tentado a gritar, pero una de las primeras reglas que había memorizado, reprendía ello, así que se abstuvo. Después de todo, se sintió capaz de lidiar con el problema que este niño representara. No podía ser tan difícil...