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La brisa del viento movía ligeramente mi cabello e incluso golpeaba suavemente mi rostro mientras me encontraba sentada en una colina donde se podía apreciar el bonito paisaje que se formaba a mi alrededor; un paisaje que se encontraba un poco alejado del centro de Konoha.
Siempre que tenía un mal momento venía a este lugar porque aquel hermoso paisaje hacía rápidamente que me relajara o que me olvidara de todo lo malo que había experimentado, sin embargo, esta vez no obtuvo efecto alguno porque no podía dejar de pensar en acerca de lo que me comentó mi padre luego de recibir los resultados de los análisis que me realizó la señora Sakura.
Suspiré mientras abrazaba mi cuerpo al sentir un poco de frío debido al clima que comenzaba a cambiar cuando empezaba a caer la noche. Me mantuve en mí misma posición por unos largos minutos hasta que logré oír el crujido de las ramas que se encontraban cerca de mí y al mirar en dicha dirección me encontré con la mirada seria de Kawaki. El chico me miraba fijamente sin decirme nada, pero al verme dedicarle una pequeña sonrisa dio un salto hasta donde me encontraba para así quitarse aquella chaqueta que siempre traía y la colocaba sobre mis hombros.
—¿Qué haces aquí? —pregunté tranquilamente mientras lo veía sentarse a mi lado—. ¿O debería de preguntar cómo me encontraste?
—No te veías bien cuando te he visto salir de casa —respondió sin mirarme—. Boruto me dijo que no me preocupara porque tú siempre salías a este lugar y que regresabas unos minutos después, pero aun así no pude evitar tener un mal presentimiento.
—Por lo que veo has podido librarte de las personas que te vigilan —mencioné al no sentir a nadie cerca—. ¿Cómo lo has hecho? Papá te mantiene a ti y a Boruto en estricta vigilancia.
—Oculté mi chakra y dejé un clon en casa con mi chakra para que así no se dieran cuenta de que salí de allí —dijo mirando como el sol comenzaba a ocultarse poco a poco—. Aun así Boruto se ha percatado de ello, pero le he dicho que necesitaba hablar algo importante contigo.
—¿Y te ha dejado?
—No. Él me dice que regrese ahora mismo o avisaría a vuestro padre.
Solté una risa al oírle, ya que Boruto se comportaba muy sobreprotector cuando se trataba de Himawari o de mí.
—Será mejor que regresemos antes de que eso suceda —le dije al momento en que me levantaba, pero este sostenía mi brazo para detenerme—. ¿Qué sucede?
—En verdad hay algo importante que debo hablar contigo —dijo al momento en que me miraba y ante su penetrante mirada comencé a sentirme nerviosa.
—¿Qué cosa?
—No has mencionado nada desde lo de esa noche —dijo seriamente, pero a la vez entristecido—. Entiendo si quieres hacer que nada sucedió, pero me gustaría que me lo dijeras directamente.
Al recordar nuestro primer beso comencé a sentirme demasiado nerviosa e incluso sentía mi rostro calentarse por lo que imaginaba que mis mejillas estaban enrojecidas, pero a pesar de sentirme nerviosa, también me sentía inquieta al ver el rostro desanimado de Kawaki por pensar que yo quería olvidar aquel beso.
—Kawaki —le llamé mientras acercaba mi mano a su rostro—. Yo no...
Antes de que pudiera responderle he sentido como él me abrazaba para así lanzarse conmigo a otra dirección. Lo miré completamente confundida, pero luego me percaté de la presencia de un hombre joven, con ojos de color verde y un cabello castaño bastante desordenado.
—Esquivaste eso perfectamente —dijo aquel hombre mientras nos miraba fijamente—. Ha pasado un tiempo, Kawaki.
—Code... —dijo Kawaki con repulsión.
Repentinamente Code apareció frente a nosotros para así apartar a Kawaki de mí y sostenerme fuertemente por el cuello.
—¡Espera! Ella no tiene nada que ver en esto —exclamó fuerte y alteradamente Kawaki—. Tú me quieres a mí, ¿no?
—Sí, así es —respondió calmadamente Code—, pero también la necesito a ella.
—¿Uh? ¿De qué hablas? —preguntó confundido—. Escuché que quieres vengarte de los asesinos de Isshiki Otsutsuki, ¿no?
—Estás bien informado —dijo aflojando el agarre en mi cuello—. Sí. Planeo que al menos cuatro personas mueran.
—En ese caso ella no tiene nada que ver y los demás tampoco porque he sido yo quien mató a Isshiki —decía Kawaki firmemente—. Así que mátame y deja a la gente de Konoha fuera de esto.
—Kawaki... No...
El oír que él quería sacrificarse por nosotros me hacía sentir una fuerte opresión en mi pecho porque no quería que nada le sucediera.
—Dejaré a esta chica en paz —decía al momento en que me lanzaba fuertemente lejos de él y Kawaki—. Después de todo no soy yo quien tiene asuntos con ella.
—Muy buen trabajo, Code —mencionó una voz femenina a través de los árboles que había por el lugar—. Finalmente volvemos a encontrarnos, Kawaki y ____.
La chica que se ocultaba se dejó ver y al verla he tenido que parpadear un par de veces, ya que pensaba que mi mente me estaba jugando una mala pasada, sin embargo, lo que estaba viendo era totalmente la realidad y me dejaba completamente paralizada.
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