¶=Al bailar contemplo penas ajenas, remordimientos y sentimientos impropios, venganzas del pasado y sufrimientos del futuro. Al parecer solo me queda terminar el baile y acatar tu apacible vista.
¶=Porqué la mirada miel y verde de nuestros ojos se...
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"Recordar que la familia se puede hallar en los momentos más oscuros son la motivación para los pobres abandonados."
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En el mundo mágico existían las gerarquias, en los tipos de sangre, el ingreso de dinero que se poseen, y claramente, el apellido.
Una de las familias más importantes de la gran Francia eran los Boanneu, una familia reconocida por sus miembros, grandes magos y brujas que cada uno posee un don en especial. Al tener habilidades extraordinarias han ganado la fama de ser una de las familias magicas más poderosas aún conocidas.
Pero claro, siempre hay partes de la familia que se pierden del camino, un claro ejemplo es Juliette Boanneu. La joven rubia siempre tuvo en claro su deseo por el poder, por el ser una persona incontrolable.
La ambición de la joven fue a tanto que su propia mente le jugó una mala pasada, la llevó a un camino de siquiera poder ver a su pequeña hija.
La rubia en su tormento tuvo su pequeño momento de felicidad, al conocer al amor de su vida y crear su propia familia. Al conocer a su esposo, Julián y tener a su hija, Marie.
Los primeros años de la vida de su hija tuvo la suerte de pasar junto con ella, pero al paso del tiempo y su propia sed por el poder la llevaron a solo enloquecer.
***
Un día normal en la mansión de la familia Boanneu transcurría de la mayor normalidad. Se escucharon unos tacones resonar por los hermosos pisos de mármol. La causante, la primogénita de la familia.
Juliette caminaba rápidamente mientras cruzada el salón de su propia casa, la rubia parecía que tenía prisa por alguna cosa, que al parecer involucraba a su pequeña hija de dos años, Marie.
La infante a tan corta edad tenía la habilidad de reconfortar a su madre en cualquier situación, como estaba pasando en ese momento.
—Tranquila cariño, ya casi todo podrá ser mejor para nosotras. —dijo rápidamente la ojiazul.
La niña miró a su madre con una pequeña sonrisa, la niña adoraba a su madre de sobre manera.
De repente cuando la mujer salió de la casa con su hija en brazos, en ese momento se escucho la puerta principal de la casa abrirse detrás de ella, haciendo que la heredera de los Boanneu caminara más rápido.
—¡Juliette! Detente. No puedes irte así sin más. ¡Y mucho menos con nuestra hija! —grito un castaño desesperado, no sabía lo que sucedía con su esposa. Su mujer solo salió dejando una nota donde lo dejaba.
—Mírame, si puedo.
La rubia derrepente dejó de caminar cuando sintió un brazo tocarla lo que hizo que la girarse muy molesta por su interrupción.
