-Un Nuevo Inicio.

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"Marie, los padres desaparecen y la incógnita crece en tu pequeño corazón

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"Marie, los padres desaparecen y la incógnita crece en tu pequeño corazón."

***

La pequeña ojiverde miraba por la ventana del tren en dirección a su nuevo hogar, la pequeña niña de ahora cinco años desconocia la razón del por que sus abuelos la llevaban fuera de su país natal, Francia.

Su nuevo destino era Inglaterra, con más exactitud Londres. Un nuevo lugar, nuevas personas, nuevo idioma y una nueva vida.

La niña Boanneu no recordaba en lo más minino a su padre, pero si a su madre. Lo único que conocía la pequeña castaña era que su madre vivía en un lugar donde la sanaban de una enfermedad muy grave, pero no más de ahí.

Era muy agobiante para el matrimonio Boanneu mentirle a su nieta, pero aún era muy pequeña y no podían decir con mayor simplicidad que su madre había asesinado a su progenitor y por eso ahora se encontraba encerrada.

No era lo correcto, pero tampoco soltarle una bomba así, ella era lo único que les quedaba de Juliette.

La pequeña Metamorfomaga miró la estación en la que se encontraba por bajar, el viaje desde París hasta la ciudad de Londres fue muy agotador para los franceses. La niña sabía claramente otros idiomas para poder comunicarse en países extranjeros como el inglés, francés y español.

El francés era su lengua materna y con la que siempre se ha comunicado, el inglés fue una adherencia a su habla para mayor facilidad de comunicación con la mayoría de personas no hablantes del idioma francés. El español venía por parte de su padre, ya que su familia son pertenecientes a la comunidad española.

Odette Boanneu tomó de la mano a su nieta y su bolsa para bajar del tren, a lo mismo le siguió su esposo, Adrianne.

Los franceses caminaron hasta un auto que traía impregnado su mismo apellido en el frente en este. Los tres se adentraron en el vehículo así para dar inicio a la llegada lo antes posible a su nueva casa, la cual la pequeña desconocia su dirección.

El camino hasta la mansión Boanneu fue silenciosa, la pequeña sólo se la pasó mirando los tonos rojizos del paisaje y como sus hojas caían delicadamente de sus ramas.

Londres era un lugar que la mayor parte del tiempo se mantenía en un clima frío y lluvioso, el verano era casi inexistente ahí. Lo contrario a Francia que cuando se acercaba la época veraniega podía hacer mucho calor en su temporada.

La Metamorfomaga no sabía como sería su vida ahora, tal vez con sus cinco años de edad deba sólo pensar en jugar y pasarla bien, pero, eso era una idea muy errónea. Unos de los defectos que tenía poseer un don en su familia era la maduración temprana de su pequeño cerebro, esto significa que sus prioridades son totalmente diferentes a la de un niño común de su edad.

Al estar enfrente de su nueva casa la castaña miró como alguien desconocido le abría la puerta del automóvil para luego ofrecer su mano cubierta por un guante a ella, la ojiverde sin dudar la tomó y bajo del auto para empezar a subir las escaleras de la entrada en compañía de su nuevo mayordomo.

Cuando los dos estuvieron adentro con todo y el equipaje de la niña se quedaron esperando ya en la cálida mansión al matrimonio Boanneu.

Un plaisir, messieurs Boanneu, et mademoiselle. Bienvenue dans votre nouvelle maison.—dijo correctamente el madoyormo a la familia.

—Oh no te preocupes George, no es necesario que hables francés. Te podemos entender muy bien en inglés. —dijo despreocupado el rubio mientran se diría a lo que sería su nuevo estudio.

—Muy bien, mi compañero Martin los llevará a su habitación, mientras yo escoltare a la señorita Marie a su nueva habitación. —dijo el ahora nuevo sirviente de la pequeña francesa mientras volvía agarrar las maletas de la pequeña.

* * *

La infante miraba detalladamente su habitación, la cual era muy espaciosa y estaba decorada con tonos amarillos claros y detalles dorados en la parte superior de la habitación.

La niña se desplomó sobre la suave alfombra que se encontraba en el pie de su cama, la niña se sentía misteriosamente vacía. Aún teniéndolo todo, sentía que le faltaba mucho.

La ausencia de su madre, el misterio del paradero de su padre, los secretos de sus abuelos y su don... Su don que se dio a inicios de sus tres años, justo para el tiempo donde su madre ya no podia saber cuál fue el maravilloso don otorgado a su pequeña hija.

La ojiverde con pequeños detalles azules en sus ojos. Miró hacia el gran ventanal donde se podía ver una preciosa vista del patio trasero de su casa, se levantó de la posición de la que se encontraba para abrir los marcos de la misma ventana

La pequeña niña movió sus manos en pequeños movimientos sutiles sobre la tela de las cortinas y sin darle mucha importancia las mismas se prendieron en fuego, pero no cualquier tipo de fuego. Sino uno que sus flamas eran color violeta y tenía diferentes intensidades según sus movimientos.

La pequeña río al ver como simplemente la tela se iba consumiendo poco a poco por el fuego creado por ella misma. La niña detuvo el movimiento de sus manos para luego ver como sus cortinas volvían a la normalidad.

El poder de la pequeña Boanneu era la manipulación de probabilidades, podía hacer y deshacer a su gusto cosas de su placer, sin claro ningún tipo de alteración a su realidad y sus eventos. Podía jugar, pero no excederse.

—Sabes Leigh, no puedo esperar a saber como seré cuando pueda controlar en totalidad mis poderes. —decía la niña a su gata, la pequeña tenía a su linda Leigh desde que empezó a vivir con sus abuelos, según sabe es lo único que le regalo su madre a antes irse.

La felina color pelirrojo solo soltó un maullido como respuesta a su dueña. A lo que la menor le dio una pequeña sonrisa y saltó sobre su cama para poder tomarse una siesta, viajar es muy agotatante y más si se trata de la pequeña ahora rubia.

La niña siempre solía dormir con su cabello color rubio, eso la hacía sentir cerca de su madre, aún que de eso no estuviera ni cerca.

Serendipia |¦| James F. Potter. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora