-Destinados.

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"Tu identidad es confusa para el resto, pero un lugar seguro para mi

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"Tu identidad es confusa para el resto, pero un lugar seguro para mi."

***

La pelimorada al abordar el tren se sintió emocionada, y esa no era una emoción muy recurrente en la chica. Al contrario, la felicidad y ella no parecían ir de la mano, si no que tenía la idea que pudiera estar maldita en ese sector de su vida. Pero aún así se sentía lista para ser parte de esa aventura que tanto la esperaba. Con sus ojos color esmeralda recorrió las puestar de los vagos, las personas saludarse al encontrarse con sus viejos amigos, los tímidos saludos de unos a otros y eso solo hizo que su alegría aumentará y comenzará a recorrer el estrecho pasillo del tren en busca de un lugar donde sentarse.

La chica Boanneu fue muy selectiva a la hora de decidirse por algún lugar en el cual pudiera sentarse. Ella no tenía ningún tipo de desprecio hacia nadie en particular, solo que su intuición simplemente la hacía dudar y le susurraba que siguiera buscando.

Llegó a una puertita que estaba entreabierta, y ella tomó la decisión de asomarse, y lo que notó fue a dos chicos sentados mientras charlaban alegremente. No notaba nada raro dentro de ella, sin no que se sentía atraída a pedir permiso para sentarse ahí.

Así que solo tomo algo de valor y termino de abrir la puertilla y se plantó delante de esos dos chicos.

—Hola... Amm, ¿me preguntaba si podía sentarme aquí? Ya llevo un rato buscando donde sentarme, pero casi todos los vagones estaban llenos. —dijo la Metamorfomaga regalando una pequeña sonrisa a esos dos extraños.

—¡Claro! ¡Entre más mejor! ¿Verdad, Sirius? —dijo un chico más alto que ella mostrándolo una sonrisa emocionada.

—Por supuesto. ¿Que tal? Yo soy Sirius Black y él es James Potter. ¿Y tú como te llamaras moradita?

—Oh, un gusto. Yo soy Marie Boanneu. —dijo la ojiverde con un claro acento francés.

—Mm, ¿tú no eres de aquí cierto? Sé me hace familiar ese acento...

—Si, es Francés...

—Es Francés.

Dijeron un ojimiel y una ojiverde al mismo tiempo haciendo que se miraran en ese instante y haciendo que la chica soltará una risa al notar un pequeño sonrojo en el pelinegro.

—Si, emm... Bueno, lo sé porque mi hermanita tiene una ligera obsesión por aprender nuevos idiomas, y el francés es el que más se le complica. —dijo el ojimiel de una manera apresurada, el chico se sentía tonto por ponerse nervioso.

Serendipia |¦| James F. Potter. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora