Día 22 • Atardecer

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Atardecer

Conquistaste mi ser,
resplandeciente atardecer,
cuando con tu bravío saber,
me impulsaste a volver a creer.

De la mano de tu poder,
desee poder ascender,
y el brillo de tus colores,
volví a observar otra vez.

Desendiste sobre el suelo,
hipnotizandome, atrapandome con el,
renovaste el azul del cielo,
de colores cálidos con un pincel.

De la cima del ocaso,
lo entreví, cabalgando,
sobre tu regazo,
con la ligereza de un heraldo.

De precioso pelaje,
dorado como el sol,
inquebrantable coraje,
clines y cola tornasol.

Se detuvo frente a mí,
con una reverencia, me dejó subir,
luego cabalgó de regreso hacia ti,
creí que iba a morir.

Me acogíste en tus colinas,
en los recovecos de esa boveda,
me dejaste recostarme en nubes rositas,
admirando tus colores tras bambalinas.

Amarillos y rubíes,
acarminados y carmines,
azules y algunos grises,
¡qué explanada de actrices!,

Pero que tristeza me invadió,
cuando te tuviste que ir,
mi ensueño se extinguió,
con las estrellas resurgir.

Nunca más volví a subir,
pero siempre deseo volver,
aunque solo te pueda ver,
disfruto de tu compañía, atardecer.

30 días de poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora