Harry Potter y el otro campeón

Capítulo 11: Caer fuerte y caer rápido

"Entonces, ¿estás nervioso?"

"Sí, Ron. Ya hemos hablado de esto."

"¿Vomitar nervioso o simplemente mariposas nerviosas?"

"Más bien podría vomitar porque las mariposas están más locas de lo normal".

"Bueno, te van a querer".

"Gracias, Hermione."

"A menos que hagas algo ofensivo. Los franceses tienen costumbres diferentes, ¿no?"

"¡Cállate, Ron!"

Harry se apartó del espejo para mirar a sus dos mejores amigos que estaban sentados en su cama. Estaba vestido con un par de pantalones, con una camisa azul abotonada y zapatos de vestir. "¿Corbata o sin corbata?" preguntó, sosteniendo uno.

"Atar." "Sin corbata".

Harry frunció el ceño. "Ok, ustedes no están siendo tan útiles..." Se volvió hacia el espejo. "Si fueras a encontrarte con la familia de tu novia, en Francia, en su casa, ¿usarías corbata o no?"

"Harry, creo que necesitas relajarte. Fleur está loca por ti. Y es agradable. Por lo tanto, es lógico que su familia sea agradable".

"Sí, pero oficialmente soy su novio. Es diferente. Probablemente me odiarán por principio".

Hermione se levantó de la cama y se paró detrás de Harry, quien intentaba peinarse frente al espejo. Ella le dio la vuelta y le quitó el peine, arreglándoselo (o intentando). "Harry, sé tú mismo. Eso es lo que le gusta a Fleur, y eso es lo que le gustará a su familia. Creo que es seguro asumir que no te juzgarán por ser Harry Potter, solo por ser Harry".

"Sí, amigo", dijo Ron, dándole una palmada en la espalda. "Tu vas a estar bien."

"Es fácil para ustedes decirlo. Los padres de Krum están en Bulgaria. Y ya conocen al papá de Luna", dijo con un suspiro, arrojando la corbata a la cama. "Bueno, debería ir a encontrarme con Fleur en el carruaje. Es casi la hora de irnos."

El trío se dirigió a la sala común donde la gente estaba holgazaneando. Durmstrang acababa de vencer a Beauxbatons esa misma tarde y, como era un día de quidditch, la mayoría de la gente pasaba el resto del día relajándose. A menos que tu nombre fuera Harry James Potter, en cuyo caso el día lo pasaste caminando y fingiendo que no estabas nervioso por conocer a la familia de tu novia.

"Bueno, deséame suerte", dijo con un gesto, y salió del agujero del retrato.

Harry estaba nervioso. Había pasado aproximadamente un mes desde que él y Fleur se habían juntado, y solo podía describirlo como el mejor mes de su vida adolescente. Por supuesto, era su primera novia, así que no tenía nada con qué compararlo, pero imaginaba que así se suponía que debía ser; estaba loco por ella. Se encontró haciendo cosas en las que nunca había pensado antes; ¡Incluso le compró flores sin otra razón que el hecho de que pensó que una se vería bien en su cabello! Hermione y Katie dijeron que era lindo, y los gemelos le quitaron el mickey por haber sido "azotado", como les gustaba llamarlo. Solo quería que Fleur fuera feliz, y cuando Fleur estaba feliz, él también. Ni siquiera sabía que era capaz de ser tan cursi (Hermione y Katie afirmaron que era romántico, para su sorpresa).

Hermione y Katie le dijeron que esta era la etapa de la "luna de miel" de su relación, donde estaban locas el uno por el otro y siempre querían estar juntos. Les dijo que no podía imaginar salir jamás de esta etapa de la llamada "luna de miel". Simplemente le sonrieron y le dijeron que lo había pasado mal (sea lo que sea que eso signifique). De hecho, las primeras semanas de su relación, estaba aterrorizado de hacer algo mal. Podría haber sido el hecho de que ella era tres años mayor (aunque dijo que técnicamente solo eran dos porque acababa de cumplir 17), pero a sus ojos, él ni siquiera se comparaba con ella. ¿Qué diablos quería ella con un idiota escuálido que había estado en más situaciones de vida o muerte de las que se creían posibles para un adolescente? Pero cerró ese tipo de pensamiento muy rápido.