Harry Potter y el otro campeón

Capítulo 24: Tan normal como podemos conseguir

La cabeza de Harry daba vueltas. Realmente, no había otra forma de explicar toda la información que estaba dando vueltas en su cerebro después de su charla con Dumbledore, Remus y Sirius.

"¿Oye, amigo?"

"¿Sí?" preguntó Harry, volviéndose para mirar a Hermione y Ron.

"La próxima vez, escucharemos cuando digas que fue el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras", dijo Ron, sonriendo.

Harry se rió entre dientes y Hermione los golpeó a ambos en el pecho. "Oh, ¿qué voy a hacer con ustedes dos?"

Los tres estaban sentados debajo del árbol junto al lago después de su charla con Dumbledore.

Harry solo sonrió y chocó los cinco con Ron.

"Entonces, ¿de qué querías hablar?" preguntó Hermione.

Harry respiró hondo. "Bueno ... aparentemente se hizo una profecía cuando nací. Básicamente decía que tenía que ser yo quien matara a Voldemort."

Hermione dejó caer el libro que estaba en sus manos y Ron dejó caer las piedras que estaba a punto de tirar.

"¿Qué?" exclamaron al mismo tiempo.

"¿Habéis ensayado eso chicos?" preguntó Harry, divertido.

"Cállate, idiota", dijo Ron. "Ahora, explícame."

"Bueno, es como dije. Hay una profecía que dice que tengo que matarlo". Harry sacó la snitch que estaba en su bolsillo y la soltó antes de capturarla nuevamente. "Pero aparentemente ya no importa porque atrapamos a Voldemort."

"¿Qué quieres decir?" preguntó Hermione, sentándose a su lado.

"Bueno, ahora que lo tenemos, podemos interrogarlo sobre esas cosas de horrocrux que les dije antes. Y dado que el horrocrux en mí se fue después de que me golpeó con la maldición asesina, lo único que queda por hacer es conseguir deshacerse del resto de ellos y luego matarlo, y se irá para siempre. Pero como lo tenemos bajo custodia, Amelia Bones y Dumbledore van a formar un grupo de trabajo para encargarse de todo ". Dejó que la snitch se fuera de nuevo y la dejó flotar frente a él. "Así que no me queda nada de qué preocuparme". Él sonrió y tomó la snitch en el aire, y se volvió para enfrentar los rostros incrédulos de Hermione y Ron.

Se puso de pie y abrió los brazos. "¿Bien?" preguntó. "¿No me escuchaste? ¡Ya no tengo que preocuparme por Voldemort! ¡Se acabó!"

Hermione fue la primera en reaccionar, y soltó un chillido muy poco parecido a Hermione y saltó a sus brazos, envolviendo sus brazos alrededor de él mientras él la hacía girar, ambos riendo. Entonces Ron se unió y los tres estaban riendo y gritando y siendo lo que nunca tuvieron la oportunidad de hacer: despreocupados. Estaban despreocupados; no tenían que preocuparse por locos y asesinos psicóticos y perros de tres cabezas y basiliscos gigantes ni nada por el estilo. Podrían ser simplemente ellos mismos: el trío dorado. Porque debajo de todas las aventuras y peligros y la atención (a menudo no deseada), eran lo que siempre fueron en el fondo: amigos. Mejores amigos.

"Entonces, ¿cómo reaccionó Fleur?" preguntó Ron después de que terminaron de celebrar, aunque las sonrisas nunca abandonaron sus rostros. Todos se sentaron debajo del árbol, la snitch todavía flotaba en medio de ellos.
"Bueno, feliz, supongo. Quiero decir, estaba brotando cosas en francés, así que no pude entenderla exactamente ... pero me dio un beso muy grande, así que supongo que feliz", dijo Harry, sonriendo tontamente.

"¿Dónde está Fleur, de todos modos? Pensé que no te iba a perder de vista", dijo Hermione, riendo.

"Sus padres la obligaron a almorzar con ellos hoy", dijo Harry riendo. "No me iba a perder de vista, pero nadie puede resistirse a la cara de cachorrito de Gabrielle. Le dije que podría encontrarme después, ya que tenía que ir a hablar con Dumbledore sobre todo de todos modos".