Harry Potter y el otro campeón

Capítulo 6: ¡No te gusta volar!

"¿Un basilisco?" gritó Fleur, al mismo tiempo que Arielle gritó: "¿Cien dementores? ¿A la vez?"

Estaban en la sala común de Gryffindor, hablando con un grupo del equipo de quidditch de Gryffindor. Harry se había ido a traerles bebidas.

"Sí, nuestro ickle Harrikins-"

"es realmente impresionante pero-"

"para nosotros siempre será-"

"¡El flaco escuálido con el corazón de oro!" terminaron los dos gemelos pelirrojos, a quienes Fleur había llegado a conocer como Fred y George Weasley, o como se presentaron, Gred y Forge.

"¿Están llenando sus cabezas con mentiras?" preguntó Harry, quien regresó con dos cervezas de mantequilla. Se los entregó a Fleur y Arielle. "No creas nada de lo que digan, y tampoco comas nada de lo que te den. Estos dos son nuestros bromistas residentes".

"¡Harrikins!" gritaron juntos.

"Nos hieres así-"

"y además no es como-"

"tus manos bromistas-"

"tampoco eres inocente-"

"¡Sr. Prongs Jr!"

Harry negó con la cabeza, aunque tenía una sonrisa en su rostro. "¿Qué voy a hacer con ustedes dos ...?"

"'arry, nos estaban contando algunas de tus aventuras en' ogwarts. ¿De verdad te enfrentaste a un basilisco?" preguntó Fleur

"Bueno, sí, pero tuve ayuda ... como Fawkes y el sombrero seleccionador ..."

"¿Y los cien dementores?" preguntó Arielle.

"Eso también es cierto, pero hay más en la historia que eso ..."

"¿Podemos verlo?" preguntó Fleur.

"Yo ... espera, ¿qué?" preguntó Harry, pasando una mano por su cabello. Fleur ahora sabía que esto era un hábito nervioso suyo, cortesía de Katie. Ella le había dicho a Fleur cómo Harry tendía a inquietarse si estaba nervioso, que casualmente, es como Katie dice que siempre puede saber cuándo estaba mintiendo.

"¡Vamos Harry!" gritó Alicia. "¡Es una celebración! ¡Y estamos haciendo nuevos amigos! ¡Muéstrales tu patronus!"

"¡Sí! ¡Harry! ¡Harry!" gritó Angelina, mientras más personas se daban cuenta del cántico.

"Oh, está bien, está bien", refunfuñó Harry. "Tranquilízate. ¡Expecto Patronum!"

Un ciervo plateado saltó de la varita de Harry y galopó por la habitación.

"Saluden a Prongs, a todos", dijo Harry. Fleur estaba asombrada. Fue magnífico. Y no algo de un chico de catorce años, no, hombre; después de todo lo que había oído sobre sus experiencias cercanas a la muerte, no había duda de que él era mucho mayor de lo que debería tener.

"Wow", dijo Arielle. "Eso es increíble."

"Ehh, bueno, tuve que aprenderlo porque estaban afectando nuestro juego de quidditch. El año pasado algunos dementores me noquearon y me caí de la escoba".

"No te caíste, Harry," dijo Hermione. "Cayó en picada quince metros."

"Y zat es la razón por la que no disfruto volar", dijo Fleur. "Demasiado alto."

"¡¿No te gusta volar ?!" gritó Harry, mirándola.

"Oui," dijo, tomando un sorbo de su bebida.