2. James Kiden

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Capítulo dos.

James Kiden.

El sol está colándose por la ventana, me remuevo en la cama y gruñó, la alarma empieza a sonar, estiró el brazo para apagarla y reviso mi celular, ya es tarde, quede de ir con mis padres.

—Mierda. —murmuro.

Estoy por pararme de la cama cuando siento que ponen un brazo en mi pecho y volteo a ver el otro lado de la cama. Es Eva, joder ¿en que momento me quedé dormido? y ¿por qué se quedó a dormir?

—James, una ronda más, ¿si? —Me hace círculos en el abdomen con su dedo.

—Eva no tengo tiempo, además no se por qué te quedaste a dormir, sabes muy bien que después de tener sexo te tienes que ir. —Me quito su brazo y me salgo de la cama.

—Perdón, quise intentarlo, nunca había dormido contigo, solo hemos tenido sexo, déjame decirte que verte dormir es lo mejor.

—Me voy a duchar, cambiate y vete a tu casa. —Ella se levanta también y intenta darme un beso pero ladeo la cabeza y me lo da en la comisura del labio.

—¿Cuando podre besarte?

—No hay necesidad de un beso cuando hay sexo. —Me encojo de hombros y le dedico una sonrisa de boca cerrada.

—Ya veremos James, adiós. —Se da la vuelta y empieza a cambiarse.

Salgo de la habitacion y me dirijo a la ducha, necesitaba ese baño para relajarme.

Después de ducharme me dirijo a la habitación y Eva ya no está. Me cambio y voy a la sala, y ahí esta Ryan, ya esta apunto de abrir la puerta para irse, cuando nota mi presencia.

—¿Noche ruda? —Arquea una ceja, y me dedica una sonrisa, se que lo dice por que se encontró a Eva.

—Se podría decir que sí.

—¿Quieres que te espere para ir juntos al club o me voy?

—No, vete, tengo que pasar con mi madre y ya después voy al club.

—Ah ok, bueno adiós daddy. —Me dedica una sonrisa y yo le saco el dedo del corazón.

—Adiós idiota. —Sonrió y niego con la cabeza.

Se va y yo voy por la computadora para organizar unas cosas, no me demoro mucho. Tengo hambre pero ignoro a mi estómago, a lo mejor desayuno en casa de mis padres.

Salgo del departamento y voy hacia el estacionamiento y me encuentro a Luca, es el portero que cuida la entrada y salida en los departamentos privados.

—Hola Luca, si llega algún paquete lo subes al departamento, por favor.

—Hola joven Kiden, sí con gusto. —Me dedica una sonrisa y se la devuelvo.

El clima de Seattle me golpea y me encanta. Me recuerda mucho a Londres, hay días que es soleado, hay días que es nublado, hay días que hace mucho frío y viento, el clima de aquí es fascinante y bipolar al mismo tiempo.

Me dirijo a mi coche BMW y emprendo camino hacia la mansión.

Voy escuchando Into It de Chase Atlantic y entra una llamada, odio que me llamen mientras conduzco.

La llamada se conecta al instante con la pantalla del coche, me doy cuenta que proviene de la oficina de mi padre.

—Diga.

—Hola, soy Maggie, la secretaria del señor Kiden, su padre.

—Si, con tu voz lo note ¿Qué se te ofrece? —entrecierro los ojos esperando su respuesta, la cual nunca llega —¿Sigues ahí?

¿Quieres jugar con fuego?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora